Libro de buen amor

Libro de buen amor Guía de Estudio

Dos de los tres manuscritos que se conservan del Libro de buen amor contienen un explicit datado (uno en 1330 y otro 1343), por lo que parte de la crítica situó una composición primitiva de la obra alrededor de la primera fecha. Sin embargo, no se descarta la hipótesis de un códice común perdido al que se remontarían los tres manuscritos y cuya dotación es indeterminada. Por otra parte, el título con el que se conoce actualmente la obra fue propuesto por Menéndez Pidal basándose, entre otros, en un pasaje de la obra donde el protagonista señala “«buen amor» dixe al libro (…)” (933 b).

El libro tiene carácter fragmentario. Está compuesto por una serie de episodios amorosos articulados a través del relato en primera persona de su protagonista. Puede considerarse por eso una autobiografía amorosa ficticia. Sin embargo, entre entre la serie de aventuras amorosas se insertan numerosas digresiones: otros episodios, cuentos, fábulas, canciones y refranes; por lo que puede afirmarse que el libro constituye un compendio de temas y géneros que ya contaban con diversas elaboraciones entre los poetas medievales. A propósito, Blecua señala: “Desde el heroico cantar de gesta hasta la parodia de la pastorela, por el Libro de buen amor deja huella, en mayor o menor medida, la mayoría de los géneros medievales, vulgares y latinos, conocidos.” (2015, p. 27).

En el libro abundan las disquisiciones didácticas, acerca de temas como los pecados capitales, las propiedades del dinero, o las “armas” que debe utilizar el cristiano para vencer al diablo y a las tentaciones mundanas. Las fuentes del Libro de buen amor son numerosas: las fábulas derivan en mayor parte de Esopo, pero también otras fábulas y cuentos se inspiran en la tradición oral y escrita medieval (como la anécdota del sabio griego y el ribaldo); los consejos que da don Amor al arcipreste proceden de Ovidio y sus imitadores; el episodio de doña Endrina procede de la comedia elegíaca Pamphilus de amore, obra anónima de finales del siglo XII atribuida erróneamente a Ovidio; la pelea entre don Carnal y doña Cuaresma, la imprecación contra la Muerte, la alegoría de las estaciones y de los meses se hallan en múltiples textos latinos y vulgares medievales; por último, el excuso dedicado al poder del dinero y la sátira contra los clérigos de Talavera se inspiran directa o indirectamente en textos latinos goliárdicos.

En cuanto a la métrica, la obra está escrita principalmente en la estrofa culta llamada “cuaderna vía”, pero también hallamos metros populares como el de estrofa zejelezca, (troba cazurra a la panadera, cantares de ciego y cánticas a la Virgen). En relación con la expresión lingüística, en el libro se superpone el estilo culto y retórico a uno más bajo y popular, que se manifiesta principalmente en las numerosas sentencias y refranes, y que también vemos en el empleo de diferentes usos sintácticos populares.