La ladrona de libros

La ladrona de libros Metáforas y Símiles

“Viajé por todo el mundo como siempre, acompañando las almas hasta la cinta transportadora de la eternidad” (26) (Metáfora)

La Muerte describe su trabajo, que consiste en recorrer el mundo en busca de almas de personas que acaban de morir y luego acompañarlas hasta la eternidad. Para ello, usa la metáfora de la cinta transportadora de la eternidad, con lo cual no solo representa el tránsito de las almas del cuerpo al más allá, sino también una idea de movimiento continuo y sin fin. Al igual que hay un ciclo de la vida, hay un ciclo de las almas luego de la muerte, un movimiento por una cinta que las lleva de la muerte a la eternidad.

“(...) los pasajeros se desparramaron como si se hubieran soltado al romperse un paquete” (28) (Símil)

En esta frase, la Muerte describe el movimiento de los pasajeros al bajarse del tren en el cual viajan Liesel, su madre y su hermano. Mediante un símil, compara ese descenso con el movimiento de cosas que caen de un paquete que se rompe. De esta manera, representa la fuerza del movimiento, motivado en parte por la enorme cantidad de pasajeros, en parte por la urgencia de las personas de llegar a destino.

“Pero créeme, las palabras estaban de camino, y cuando llegaron, Liesel las sujetó entre las manos como si fueran nubes y las escurrió como si estuvieran empapadas de lluvia” (81) (Metáforas y símiles)

Aquí la Muerte describe metafóricamente el proceso por el cual Liesel aprende a leer y escribir. El modo en que la niña incorpora las palabras es representado con la idea de que las sujeta con las manos, como si se tratara de un tesoro. Pero, a su vez, esas palabras son comparadas con nubes, con lo cual la Muerte representa la condición inmaterial de las mismas. En la misma línea, lo que hace Liesel con esas nubes-palabras es escurrirlas. Con ese escurrimiento se metaforiza el modo en que Liesel saca provecho de esas palabras cuando las recibe; aprende a hacer brotar de ellas lluvia, alimento necesario para que broten frutos. En conclusión, se anticipa la relación fructífera que tendrá Liesel con las palabras, que no solo aprende a leer, sino que termina por escribir su propia historia.

“Cuando Max oyó lo sucedido, sintió que su cuerpo se arrugaba y se hacía una pelota, como una página llena de tachones arrojada a la papelera. Como basura” (197) (Símil)

Esta frase es enunciada por la Muerte al describir la reacción de Max cuando se entera, por su amigo Walter, del destino trágico que corrió su familia judía. La impresión de Max impacta directamente sobre su cuerpo. La sensación es comparada con lo que le sucede a una hoja de papel cuando es arrugada y hecha una pelota, tachada y arrojada a un cesto, como si se tratara de basura. Mediante este símil, la Muerte construye el dolor de Max y la sensación de que su cuerpo queda violentado e inservible.

“¡Su padre era un acordeón! Pero sus fuelles se habían quedado sin aire. Nada entraba y nada salía” (519) (Metáfora)

Cuando muere Hans, Liesel se atreve a encontrarse con su cadáver. Significativamente, su aspecto queda metafóricamente asimilado al de un acordeón, el instrumento característico del personaje. Mediante la metáfora del acordeón, Liesel puede comparar la falta de aire de su padre muerto con la falta de aire del fuelle de un acordeón, sin el cual el instrumento perdería la capacidad de tocar música. Hans, como un acordeón, se ha quedado sin vida, sin capacidad de hacer música.