Cuento de Navidad

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La Navidad y el espíritu navideño

De acuerdo con Michael Slater, la Navidad es "el tema capital de Dickens" (2002: 22). Esta época no es un simple escenario temporal en la obra del autor inglés, sino que la fecha tiene una importancia espiritual y moral que invita a recordar el pasado y a prestar atención a los seres queridos. Así, se trata de una época que refuerza los valores deseables para los individuos y la sociedad; en particular, la generosidad, la caridad y la amabilidad. Es un tiempo de alegría y de contacto con los demás, tanto con los seres queridos, con quienes se comparten reuniones y comidas, como con otros miembros de la sociedad, especialmente con los más pobres, que merecen atención y cuidados porque viven en condiciones muy arduas. Estos valores están asociados a la moral cristiana y rescatan las enseñanzas de Jesús con respecto al amor al prójimo. De todas maneras, en Cuento de Navidad, Dickens no pone el foco en las prácticas estrictamente religiosas (como la misa, por ejemplo), sino en celebraciones familiares y domésticas, enfatizando la relevancia social de estos principios.

Las clases sociales

El tema de las clases sociales es central en esta novela. Por un lado, se manifiesta en el contraste entre la posición económica de Scrooge, anciano avaro que se ha enriquecido mucho a lo largo de los años, y la de otros personajes, en particular, de Bob Cratchit y su familia. Como afirma Daniela Pierucci, hay un contraste fundamental en el relato navideño de Dickens: "de un lado pobres, desamparados, enfermos, niños huérfanos harapientos que mueren de frío en la noche de Navidad, del otro ricos, avaros, malvados, pecadores" (2000). Por otra parte, la propia defensa del espíritu navideño elaborada por Dickens en su literatura se relaciona con este tema. Esto se debe a que, para el autor, la caridad, la generosidad y el amor al prójimo deben destinarse especialmente a los más pobres, dado que son quienes más lo necesitan.

Avaricia vs. generosidad

A lo largo de toda la novela, se expresa una lucha de fuerzas entre la avaricia y la generosidad como características humanas opuestas. Esto se ve reflejado con nitidez en la conversación que llevan a cabo Scrooge y su sobrino Fred en la Primera Estrofa. El anciano es egoísta e individualista, cree que cada uno debe arreglárselas sin preocuparse por los demás y su único interés es acumular dinero. El muchacho, por el contrario, sostiene que la Navidad es un tiempo de generosidad, amabilidad, alegría y caridad, cuando los demás, y especialmente los más pobres, merecen ser tratados con gentileza. El propio Dickens defiende esa misma postura y, de hecho, cree que esos valores deben ponerse en práctica durante todo el año.

Gracias a las visitas de los tres fantasmas, Scrooge aprende que su sobrino está en lo cierto, abandona su comportamiento avaro y abraza la generosidad como principio general para su vida. Así, al final de la novela, dona una importante cantidad de dinero para la caridad, envía un gran pavo de regalo a la familia Cratchit, aumenta el salario de Bob y se compromete a contribuir con los cuidados del Pequeño Tim, lo cual, en última instancia, evita la muerte del niño. De ese modo, la novela, en su función pedagógica, deja en claro que la generosidad tiene impactos muy positivos, tanto para los individuos como para la sociedad en su conjunto.

La infancia

La infancia es uno de los temas recurrentes en la literatura de Dickens. Para el escritor, esta etapa de la vida es el momento de máximo esplendor de la inocencia, la bondad y la pureza en los seres humanos, el momento cuando las personas más se asemejan a Jesús. A su vez, dentro de la crítica social elaborada por el autor, hay un especial interés por los niños enfermos y los niños de las familias pobres que crecen en condiciones miserables. Esto puede verse en varias de sus obras más célebres, como Oliver Twist y David Copperfield.

En Cuento de Navidad, el tema se resalta, sobre todo, en torno a dos núcleos. Primero, la niñez tiene un papel destacado al iniciar el proceso de transformación y redención de Scrooge. Esto se debe a que la primera memoria que visita junto al Fantasma de las Navidades del Pasado, es, precisamente, una Navidad de su infancia. El contacto con ese recuerdo conmueve profundamente al protagonista, que comienza a reconectarse con su naturaleza humana. Segundo, el tema se expande en la secuencia protagonizada por el Pequeño Tim, niño enfermo y carenciado que corre el riesgo de morir. A pesar de todas las adversidades, el relato expone que Tim es puro e inocente y que tiene un enorme corazón. De esa manera, este personaje es un ejemplo perfecto de las preocupaciones de Dickens en torno al tema de la infancia.

La familia

La familia como núcleo social fundamental conforma otro gran tema de esta novela. Esto puede verse con claridad en el retrato de la familia Cratchit, que se expande a lo largo de toda la narración. Las escenas domésticas de la celebración navideña de los Cratchit constituyen el eje principal de la Tercera Estrofa. Allí se exhiben los lazos de amor, alegría y solidaridad que unen a Bob con su esposa y sus hijos. En consonancia, en la Quinta Estrofa, cuando el Fantasma de la Navidad Venidera muestra un posible futuro en el que Tim ha muerto, la familia se sume en un profundo dolor, pero no pierde la unidad, y todos se mantienen agradecidos por estar juntos.

Asimismo, la valorización de la familia puede rastrearse en el proceso de transformación de Scrooge. Su avaricia y su soledad se conectan directamente con un aislamiento progresivo de sus parientes, cuestión que se expresa a través de las visitas a escenas del pasado relatadas en la Segunda Estrofa. Scrooge se ha distanciado de su hermana, que luego fallece, a pesar de que ella lo ha rescatado del horrible colegio pupilo donde vive en la adolescencia. Del mismo modo, el anciano rechaza las invitaciones de su sobrino Fred al comienzo de la historia, ridiculizando la celebración y la reunión con los seres queridos. Sin embargo, tras su redención, al final de la novela, gana noción de cuán importantes son los vínculos familiares y se presenta en la cena de Navidad de Fred.

La enfermedad y la discapacidad

Como estudia Sarah Chinn, Cuento de Navidad pone de manifiesto, a través de la figura del Pequeño Tim, las concepciones dominantes sobre la discapacidad durante el siglo XIX. En esta época, se cree que las personas con discapacidad son frágiles, pequeñas, incapaces y enfermizas; que están destinadas a llevar vidas miserables, de mucho sufrimiento, y a morir de manera temprana. Es importante notar que en la narración no se explica de manera clara qué le ocurre a Tim: se dice que usa muletas y que tiene un dispositivo ortopédico en las piernas, pero no sabemos cuál es el motivo de esa problemática. Tampoco se explica cuál sería la conexión entre esa condición y la muerte inminente del niño. Así, se confunden las nociones de discapacidad y enfermedad. A modo de compensación literaria, Dickens, a través de un tono sentimental, asegura que, a pesar de todas esas desventajas, Tim es "como un santo" (79), un nene especialmente alegre y cariñoso, que se porta muy bien y observa el mundo con una mirada aguda.

La redención y el libre albedrío

Cuento de Navidad relata el proceso de transformación de su protagonista, Scrooge, que pasa de ser un hombre avaro, egoísta, individualista y amargado a ser generoso, alegre, empático y comprometido. Estos cambios profundos en su forma de ser y de relacionarse con los demás constituyen una redención, es decir, un modo de salvar su espíritu asumiendo valores y actitudes positivos, tanto para él mismo como para los demás. La redención es un tópico estrechamente ligado con la moral cristiana: al morir crucificado, Jesús redime, es decir, libera y salva, a la humanidad.

De todas maneras, en la obra de Dickens, la redención también se conecta con el concepto filosófico del libre albedrío, según el cual todos los individuos tienen la libertad de elegir cómo actuar y cómo construir sus destinos, tomando sus propias decisiones. En la novela, gracias a las visitas de los tres fantasmas, Scrooge se propone reorganizar su futuro y cambiar su destino modificando su actitud. Esto implica que el futuro no está predeterminado (por Dios, por ejemplo) y que, por lo tanto, todas las personas tienen la posibilidad de redimirse.

A través de este tema, Dickens combina una moral religiosa con una filosofía humanística. De ese modo, además de presentar una defensa de los valores cristianos y una crítica social, ofrece una idea de futuro y de esperanza.