Cuento de Navidad

Cuento de Navidad Dickens, la Inglaterra victoriana y la Revolución industrial

Charles Dickens dedica buena parte de su obra periodística y literaria a retratar y criticar la sociedad inglesa de su época, es decir, del siglo XIX. Este siglo está marcado por un proceso histórico fundamental, la Revolución industrial, y, específicamente en Inglaterra, por el reinado de Victoria, que se extiende entre 1837 y 1901. Para elaborar su visión crítica, las novelas del autor pintan retratos realistas de los espacios y los tipos sociales ingleses. Así, suele concentrarse en el tema de las clases sociales y en la distribución desigual de la riqueza, y se preocupa por defender los derechos de los más pobres, repitiendo que merecen mejores condiciones de vida. En sus narrativas, son frecuentes las referencias a las fábricas, las cárceles y otros espacios donde las personas de la clase baja pasan mucho tiempo hacinadas y en pésimas condiciones. De hecho, sus críticas sociales son tan fuertes y están tan difundidas en la época, que llega a recibir elogios de Marx y Engels, los dos principales críticos del capitalismo en aquel entonces.

En el siglo XIX, Londres es una ciudad que funciona como potencia mundial, enriquecida por el desarrollo de la industria y la expansión colonial. Sin embargo, muchos londinenses viven en condiciones de extrema pobreza. La mayor parte de las personas de clase baja trabaja en fábricas, que están en pleno auge debido al estallido de la Revolución industrial. Es en esta época que los trabajadores son típicamente obreros fabriles.

Ante esa realidad, son decretadas las Leyes de Pobres o Leyes de Asistencia Pública [Poor Laws, en inglés] con el supuesto objetivo de reducir los costos de vida de estos obreros y de las personas desempleadas. Sin embargo, en la práctica, estas medidas permiten que los pobres sobrevivan en pésimas condiciones y no puedan llevar adelante vidas dignas. Además, el Estado envía a muchas personas pobres a cárceles de deudores y a hospicios donde son humilladas, maltratadas y deshumanizadas. Estos ambientes son propicios para el desarrollo y la propagación de enfermedades, al igual que las fábricas, donde se suele trabajar en contacto con sustancias tóxicas. En esta época, los niños de las familias pobres también trabajan en fábricas durante muchas horas y entran en contacto con esas sustancias industriales dañinas para la salud. Las tasas de mortalidad infantil son muy altas en este período entre las personas pobres de Inglaterra. También son altísimos los números de niños huérfanos, ya que los adultos fallecen muy jóvenes por vivir en estas circunstancias.

Estos datos establecen conexiones entre la biografía y la literatura del autor. Cuando Dickens tiene doce años, su padre es enviado a una cárcel de deudores. Desde ese momento y durante algún tiempo, él mismo trabaja en una fábrica de betún. Ambas experiencias se ven reflejadas en su obra. Por ejemplo, en Cuento de Navidad expone la avaricia y la falta de humanidad de los ricos de la era victoriana, representados por Scrooge antes de su redención final. Como contrapunto, Dickens celebra la virtud, la alegría y la decencia de los pobres, representados en esta obra por la familia Cratchit. La sociedad industrial inglesa del período también se retrata en otros de sus grandes clásicos, como David Copperfield y Oliver Twist, protagonizados por niños desamparados, forzados a vivir la infancia en la miseria.