Cuento de Navidad

Cuento de Navidad Metáforas y Símiles

"El viejo Marley estaba tan muerto como el clavo de una puerta" (Narrador, Primera Estrofa, 34) (Símil)

Esta comparación aparece al final del primer párrafo de la novela, cuando se narra que Jacob Marley ha fallecido siete años atrás. El narrador se preocupa por dejar muy en claro que está muerto para potenciar el efecto de sorpresa que genera, algunas páginas más adelante, la aparición de su fantasma, y evidenciar, a su vez, que se trata de un ser sobrenatural. Así, establece un símil con el clavo de una puerta, lo cual resulta enigmático, puesto que un clavo no es un objeto con vida y, por lo tanto, no puede morir. El narrador es consciente de la extrañeza de la comparación y enseguida aclara: "Pero ¡cuidado!, con esto no pretendo decir que sepa por experiencia propia qué hay de especialmente muerto en el clavo de una puerta [...] pero el símil entraña la sabiduría de nuestros antepasados"(34). En inglés, "muerto como el clavo de una puerta" [dead as a door-nail], es una expresión muy utilizada, aunque literalmente parezca no tener mucho sentido.

"Una gélida escarcha cubría su cabeza, sus cejas y su tenso mentón" (Narrador, Primera Estrofa, 35) (Metáfora)

Al describir a Scrooge, la novela integra su caracterización interna con su aspecto físico. Además de resaltar su carácter de avaro, se repite la idea de que es frío, y la frialdad está asociada a valores y cualidades negativas a lo largo de toda la narración. En sintonía, el hecho de que es canoso se relata a través de una metáfora: la blancura del pelo es expresada a través de la idea de "escarcha" que cubre su cabeza y su rostro. Asimismo, las canas indican que se trata de un hombre mayor, un anciano.

"¡Como un santo!" (Bob Cratchit, Cuarta Estrofa, 79) (Símil)

Bob Cratchit afirma que su hijo menor, el Pequeño Tim, se comporta como un santo. La comparación indica que el niño es bondadoso, alegre y cariñoso, y que se porta muy bien. Como se ha mencionado, estas características positivas aparecen de manera compensatoria, ya que el personaje es presentado como frágil e incapaz por tener una enfermedad o discapacidad.

"Me siento tan ligero como una pluma, tan dichoso como un ángel, tan alegre como un colegial, tan aturdido como un borracho" (Scrooge, "Final", 111) (Símiles)

A través de este encadenamiento de símiles, Scrooge expresa cómo se siente al final de la novela, cuando se completa su proceso de transformación. Está liviano, feliz y abrumado por las experiencias que acaba de atravesar. Es interesante observar que estos sentimientos y emociones son completamente opuestos a los que siente al principio, cuando solo expresa malhumor y enojo.

"¡La madre de una larga, larga descendencia de radiantes carcajadas!" (Narrador, Quinta Estrofa, 112) (Metáfora)

En la estrofa final, Scrooge se despierta muy alegre y entusiasmado porque se completa su proceso de transformación y de redención. Entonces, ríe sin parar. En la frase citada, la primera de sus carcajadas es presentada a través de una metáfora como la "madre" de las risas siguientes, como si todas sus carcajadas formaran un linaje. Así, las risas subsiguientes aparecen como descendientes de la primera.