Cuento de Navidad

Cuento de Navidad Ironía

El Fantasma de la Navidad del Presente afirma que sería positivo que Tim muriera (Ironía verbal)

Cuando Scrooge se entera de que el Pequeño Tim morirá si las cosas no cambian, se lamenta mucho y desea que el niño esté bien. Entonces, irónicamente, el Fantasma de la Navidad del Presente le dice: "Pero ¿qué más da? Si tiene que morir, será mejor que lo haga y contribuya así a reducir el exceso de población" (40). La ironía reside en que el fantasma no piensa de ese modo, sino todo lo contrario, y estas palabras repiten una idea que Scrooge ha expresado al comienzo de la narración, cuando todavía era un anciano completamente amargado, individualista y nada empático.

El Fantasma de la Navidad del Presente afirma que los niños pobres deben vivir en cárceles y hospicios (Ironía verbal)

En la misma línea, cuando se presentan las figuras alegóricas de la Ignorancia y la Carencia, están encarnadas en dos niños de aspecto muy pobre, extremadamente flacos, sucios y vestidos en harapos. Scrooge se preocupa por ellos y le pregunta al espectro si esos chicos no tienen recursos o un lugar donde refugiarse. Entonces, el fantasma le responde con preguntas retóricas: "¿Acaso no hay cárceles?", "¿Acaso no hay hospicios?" (93). Una vez más, está repitiendo ideas que Scrooge ha expresado al comienzo, y lo hace de manera irónica, puesto que el fantasma, en sintonía con las ideas de Dickens, cree que los niños deben vivir en mejores condiciones y no ser institucionalizados en lugares violentos como las cárceles.

La señora Cratchit dice que le gustaría contar con la presencia de Scrooge en su cena familiar (Ironía verbal)

Durante la cena de Navidad de la familia Cratchit, se hace una rápida mención a Scrooge, a quienes todos consideran un ogro. Bob Cratchit, a pesar de ser maltratado y oprimido por su jefe, mantiene una postura tranquila y moderada, pero su mujer se expresa con enojo al hablar del anciano. Entonces afirma: "—¡El Benefactor del Banquete! ¡Ja! (...). Quisiera yo que estuviera aquí. Le daría a probar unos cuantos pensamientos míos, ¡y espero que tenga buen apetito!" (83). Esta exclamación es irónica, puesto que la mujer cree que Scrooge debería pagarle mejor a Bob y no quiere tenerlo como invitado en su cena: en verdad, el hombre le parece despreciable.