Un Mundo Feliz

Un Mundo Feliz Guía de Estudio

Un mundo feliz, de Aldous Huxley, publicada en 1932, es una novela distópica ambientada seiscientos años en el futuro. La novela imagina un mundo que, en su búsqueda de paz y estabilidad social, ha creado una sociedad desprovista de emoción, amor, belleza y verdaderas relaciones.

La novela de Huxley es principalmente una crítica de las políticas socialistas que ciertos Estados habían comenzado a defender a principios del siglo XX. Huxley, hacia 1932, había observado la creciente tendencia de los gobiernos occidentales a inmiscuirse en las vidas de las personas. Esta intrusión, creía él, limitaba la expresión de libertad y belleza que es integral al carácter humano. A través de Un mundo feliz y sus otros escritos, sugirió que la belleza es el resultado del dolor y que el deseo de la sociedad de eliminar el dolor limita su capacidad de prosperar cultural y emocionalmente. Muchos de los lectores inicialmente encontraron esto difícil de aceptar, viviendo como lo hicieron después de la Primera Guerra Mundial, cuando la falta de control social había causado una guerra que infligió gran dolor y muerte en todo un continente.

La novela también trata sobre la creencia indiscriminada de la humanidad en el progreso y en la ciencia. Huxley había deseado él mismo una carrera científica antes de que la casi ceguera que sufrió durante su infancia lo alejara de esa búsqueda. El mundo occidental, según Huxley, ponía demasiado énfasis en el progreso científico a expensas de un amor por la belleza y el arte. Su novela intenta mostrar cómo tal ciencia, cuando se la lleva demasiado lejos, puede limitar el florecimiento del pensamiento humano. En la Primera Guerra Mundial, la humanidad había visto la gran destrucción que tecnologías como las bombas, los aviones y las ametralladoras podían causar. Huxley creía que tal capacidad de destrucción no solo pertenecía a las armas de guerra sino también a otros avances científicos.

La reacción de la sociedad al libro varió de la aclamación a la indignación. H.G. Wells, un famoso escritor de ciencia ficción y literatura distópica, criticó el libro como alarmista. Otros críticos desafiaron las descripciones de Huxley de la religión y de los rituales, así como sus puntos de vista sobre la sexualidad y sobre el consumo de drogas. Las crudas representaciones que ofrece la novela de la sexualidad y la crueldad continúan incitando la controversia sobre si este es o no un libro apropiado para todas las edades y audiencias. Sin embargo, como crítica social, Un mundo feliz se lleva el mérito, junto a 1984 de Orwell, de avanzar en un nuevo género de literatura que fusiona la ciencia ficción, la alegoría política y la ambición literaria.