Romeo Y Julieta

Romeo Y Julieta Resumen y Análisis de Romeo y Julieta - Acto II

Resumen

Acto II, Escena I

Romeo se introduce en el jardín de los Capuleto saltando la alta pared que lo circunda, buscando a Julieta. Benvolio y Mercucio lo persiguen para entender qué es lo que hace, pero no lo encuentran. Deciden que si él quiere no ser hallado debe tener sus razones.

Acto II, Escena II

Romeo ve a Julieta desde el jardín. Ella sale a su balcón y, creyendo estar sola, comienza un soliloquio en el que reflexiona sobre el problema de haberse enamorado de quien debería ser su enemigo. Luego de escucharla por un momento, Romeo se muestra y afirma estar tan dispuesto como ella a renegar de su nombre si es requisito necesario para amarla. Ella le advierte que, de ser descubierto en ese lugar, sería asesinado por sus familiares. Intercambian juramentos de amor. La nodriza llama a Julieta desde adentro, por lo que la muchacha, apurada por responder al llamado, le dice a Romeo que, si su intención es el matrimonio, mande a alguien a traerle ese mensaje al día siguiente. Romeo decide pasar la noche sin dormir e ir a confesarse con Fray Lorenzo para contarle la situación, así como sus intenciones.

Acto II, Escena III

Fray Lorenzo entra a su celda de clausura mientras reflexiona sobre la naturaleza y el lugar que cada ser ocupa en ella. Entonces entra Romeo, quien le cuenta al fraile que se ha olvidado por completo de Rosalina, que ahora está enamorado de Julieta, la joven hija de los Capuleto, y que quiere que él los case. Aunque en principio acusa a Romeo de inconstante, Fray Lorenzo tiene la esperanza de que esta unión contribuya a la reconciliación de las familias rivales y acepta unir a los jóvenes en matrimonio.

Acto II, Escena IV

Benvolio y Mercucio especulan sobre qué habrá hecho y dónde habrá estado Romeo la noche anterior, cuando este aparece. Conversan irónicamente sobre el nuevo amor de Romeo, y ambos se están burlando de él cuando aparecen la Nodriza con Pedro, su sirviente. Mercucio se mofa también de la vieja, que pregunta por Romeo y pide hablar a solas con él. Mercucio y Benvolio se retiran, y la Nodriza le dice al joven que su ama, Julieta, manda buscarlo. Romeo le pide que le devuelva un mensaje a Julieta: que vaya esa misma tarde la celda de Fray Lorenzo para que él los case. También le pide a la nodriza que se quede esperando tras la pared de la abadía, para que su sirviente le entregue una escalera de cuerdas, con la que planea subir al balcón de Julieta, por la noche, para consumar su matrimonio. La nodriza le advierte sobre Paris, que tiene intenciones de abordar a Julieta con el mismo objetivo que él, aunque a Romeo no parece importarle.

Acto II, Escena V

Julieta está esperando a que retorne la Nodriza con noticias de su encuentro con Romeo. Finalmente esta llega, y Julieta, desesperada, se muestra muy ansiosa por saber qué ha dicho Romeo. La nodriza retrasa, divertida, el relato de las novedades. Finalmente le pregunta si tiene permiso para confesarse esa misma tarde. Julieta le dice que sí y entonces la nodriza le suelta la noticia de que tiene que ir a la celda de Fray Lorenzo, donde su amado la espera para volverla su esposa.

Acto II, Escena VI

Romeo se encuentra en la celda de Fray Lorenzo y llega Julieta. Luego de saludarse, intercambian algunas palabras y se besan. Fray Lorenzo los une en sagrado matrimonio.


Análisis

El primer Acto es más bien descriptivo: sirve para contextualizar la historia y presentar a los personajes antes de terminar con el puntapié inicial del conflicto, que es el primer encuentro entre Romeo y Julieta. Este segundo acto ya está enteramente orientado a la acción, y va a estar muy enfocado en la temática del amor: en esta sección se desarrolla el repentino pero genuino amor entre los protagonistas.

La segunda escena de este acto comienza con el famoso soliloquio de Julieta, que es escuchado en secreto y luego interrumpido por Romeo. Cabe destacar que un soliloquio oído por otro personaje es una novedad para el teatro de la época, dado que este constituía, según las convenciones dramáticas, un monólogo que un personaje compartía exclusivamente con el público.

En esta escena se presenta por primera vez uno de los motivos principales de la obra, que consiste en la oposición luz/ oscuridad. En este caso, la luz es asociada con la belleza de Julieta y al amor en general, y la oscuridad, que viene de la mano de la noche, es el manto que oculta a los amantes pero también el que, paradójicamente, revela el amor. La relación que se plantea entre el desarrollo del amor por un lado y la oscuridad por el otro también puede leerse como una referencia a Cupido, que se caracteriza por ser ciego.

En este intercambio entre Romeo y Julieta aparecen nuevamente oscuros presagios. Dice Julieta:

Esta noche no me hace feliz nuestro pacto:

Es demasiado precipitado, desaconsejado y repentino,

Demasiado parecido al relámpago, que cesa en su luminosidad

Antes de que haya tiempo de decir "Ilumina". Buenas noches, amado.

Nótese cómo, en esta segunda escena, Julieta vuelve a mostrar más atributos asociados en la época isabelina a lo masculino que Romeo: es ella quien introduce rápidamente la idea del matrimonio, y quien se muestra más racional y pragmática al advertir los peligros de que Romeo se encuentre en el jardín de la casa. En todo caso, en esta escena del balcón, una de las más famosas y emblemáticas de la obra, el tema del amor romántico, incondicional e inclaudicable, se posiciona en el centro de la escena y determina el desarrollo de la historia.

El soliloquio inicial de Fray Lorenzo en la tercera escena reflexiona sobre el tema de la concepción isabelina del universo como un sistema ordenado, armonioso y jerárquico. Es bajo esta concepción que Fray Lorenzo interpreta el potencial casamiento entre Romeo y Julieta como una oportunidad para reconciliar a sus respectivas familias, devolviendo así el orden social a Verona.

La cuarta escena tiene, mayormente, un tono humorístico: tanto Mercucio como la Nodriza dejan ver su carácter cómico: Mercucio se burla del amor trillado de Romeo hacia Rosalina y utiliza el doble sentido para introducir divertidas alusiones sexuales en el diálogo con su amigo. Cuando aparecerá la nodriza, también se burlará de ella, la cual se mostrará furiosa, gritona y verborrágica, añadiendo otra pizca de humor a la escena, tal como lo hará en la siguiente, postergando las buenas nuevas para Julieta, que se muestra sumamente ansiosa por recibirlas.

Si habían quedado dudas en las escenas anteriores, acá la nodriza se posiciona fuertemente como una ayudante necesaria para el desarrollo de la relación entre Romeo y Julieta. Ella y Fray Lorenzo serán los principales cómplices de los jóvenes.

En estas escenas puede observarse que se han producido importantes cambios en los protagonistas: si al principio de la obra Julieta se mostraba sumisa con su madre y la nodriza, y admitía que el casamiento no le interesaba en lo más mínimo, en este acto desoye los llamados de su nodriza repetidas veces cuando se encuentra en el balcón hablando con Romeo, y luego parece que el matrimonio es lo único que le interesa. Romeo, por su parte, pasó de ese amor pasional y egoísta por Rosalina a este por el que pone en peligro su propia vida, ya que lo coloca por encima de esta.

En la escena que cierra el segundo acto de la obra, Romeo y Julieta se casan. Esto marca un hito importante en la historia, ya que esta unión es el puntapié inicial que dará a los sucesos subsiguientes su carácter trágico. A partir de este casamiento, los sucesos empezarán a acelerarse y escalar, hasta llegar a su clímax al final del siguiente acto.