Mal de amores

Mal de amores Resumen y Análisis Capítulos XVIII-XXIII

Resumen

Capítulo XVIII

Emilia y Daniel pasan un tiempo en un pueblo caliente y desolado llamado Izúcar. Allí viven una especie de luna de miel. Las personas del pueblo son pobres y sencillas. Daniel los conoce porque muchos son campesinos revolucionarios. En la cantina, que al principio no acepta la presencia de mujeres, Emilia prueba el pulque, una bebida alcohólica tradicional de México. Luego se hace amiga de las mujeres del lugar y aprende que, como ella, todas sufren porque los hombres se ausentan para ir a la guerra. Además, trata a los enfermos del pueblo. Cuando no sabe cómo curarlos, extraña la compañía de Zavalza. Daniel casi siempre está ocupado, por lo que pasan muy poco tiempo juntos, y cinco semanas después de haber llegado él debe marcharse de nuevo. Madero ha ganado las elecciones, pero su gobierno no ha cambiado la realidad de los pobres y los campesinos. Por eso, Daniel y otros rebeldes siguen luchando, en particular para adquirir el derecho legal sobre las tierras. Emilia quiere seguirlo, pero él le dice que es demasiado peligroso. Entonces regresan a Puebla.

Capítulo XIX

Los meses que siguen son muy agitados. Daniel se va de Puebla y Emilia no le pregunta a dónde. Zavalza la recibe sin reproches y vuelven a trabajar juntos. En 1912, el médico compra una finca y la convierte en hospital. Hacia el mes de septiembre, lleva a Emilia por primera vez y ella queda encantada.

Mientras tanto, Daniel pasa un año apoyando las rebeliones y envía cartas desde los lugares más inesperados. Finalmente aparece en San Antonio, una ciudad al sur de Estados Unidos, donde se ha instalado el doctor Cuenca. Llega con un aspecto terrible, demacrado y sucio. A regañadientes, el joven va aceptando que es hora de abandonar la guerra y de cuidar a su padre, que está viejo y casi ciego. Con la ayuda del doctor Cuenca, Daniel consigue un empleo como reportero en el periódico de Santo Antonio. El trabajo le resulta perfecto, ya que puede continuar viajando como corresponsal y escribir sobre los temas políticos que tanto le interesan. En ese momento le manda una carta a Emilia, en la que le cuenta todas sus novedades y le dice que es “la única razón de su vida” (174). También le envía una fotografía y un mechón de su pelo. Después, deja de escribirle.

El veintitrés de diciembre de 1912 muere el doctor Cuenca. Once días más tarde llega el aviso a la Casa de la Estrella, y casi un mes después Emilia llega a Santo Antonio para acompañar a Daniel en el duelo. Viven en una pequeña casa cerca del río, que Emilia llena de plantas, convirtiéndola, así, en un hogar. De todos modos, ella sabe que tarde o temprano Daniel sentirá la necesidad de irse y decide hacer planes para sí misma: viaja a Chicago para reunirse con Arnold Hogan, un célebre médico y boticario amigo de su padre. Al enterarse, Daniel se pone triste y la acusa de egoísta.

Capítulo XX

A comienzos de 1913 se produce un golpe militar contra el gobierno de Madero. De inmediato, Daniel decide regresar a México. Al mismo tiempo, Emilia emprende su viaje a Chicago. Al llegar, conoce niveles de frío que nunca antes ha experimentado, y ve la nieve por primera vez. Se inscribe como oyente en el curso de medicina de la Universidad de Northwestern y trabaja en el laboratorio de Arnold Hogan, que tiene un gran interés en las plantas medicinales y se convierte en su nuevo maestro. Se siente motivada por los aprendizajes, pero extraña México y a sus seres queridos. Además, se pregunta si Daniel seguirá vivo. El doctor Hogan organiza reuniones en lo alto de una torre para observar las estrellas. En una de esas ocasiones, Emilia conoce a Hellen Shell, una joven rubia y extravagante que estudia filosofía. Se hacen muy amigas rápidamente.

En México, tras el golpe de Estado, Victoriano Huerta toma la presidencia. Hacia fines de 1913 cierra el Congreso, anula la libertad de prensa y cancela las elecciones. En otras palabras, establece un gobierno dictatorial. Tanto en el norte como en el sur del país continúan las revueltas y levantamientos, así que vuelve a desarrollarse una situación de guerra. Emilia se entera de las novedades leyendo los artículos de Daniel en el periódico de Santo Antonio y las cartas que le envían sus parientes.

Hellen y Emilia viajan de vez en cuando a Nueva York para entretenerse en la ciudad. Justo antes de uno de esos viajes, la protagonista recibe un telegrama urgente, pero a pedido de su amiga no lo abre, para no distraerse de la diversión. La pasan muy bien durante el día, pero por la noche Emilia termina por leer el mensaje: Daniel ha muerto y no se sabe dónde. Sus últimas noticias llegaron del norte de México. Al día siguiente, Emilia regresa a su país.

Capítulo XXI

Antes de cruzar la frontera, Emilia pasa por Santo Antonio y el jefe del periódico le informa el nombre del último pueblo donde ha estado Daniel. Sin embargo, ese dato es de dos meses atrás, y la frontera entre Estados Unidos y México es enorme. Emilia no sabe cómo encontrar a Daniel. Un día entra al pueblo desde el que el muchacho ha enviado su último envío al periódico. Por la noche entra en una fonda y encuentra a una mujer gorda, alta y fuerte que le da de comer y le pregunta qué la llevó allí. Emilia le cuenta todo y llora. De repente, en ese preciso lugar, Emilia ve la figura de Daniel. Al principio cree que es un fantasma, pero no: él no ha muerto, sino que está colaborando con los rebeldes y pasa mucho tiempo incomunicado. Al día siguiente, Emilia atiende a los enfermos del pueblo y arman un pequeño consultorio en el hostal donde se alojan. Viéndola trabajar, Daniel se da cuenta de que ella es más fuerte, más humilde, más valiente y más útil que él mismo.

Capítulo XXII

En pocos días, Emilia llena el precario cuarto donde se hospedan de plantas y adornos para transformarlo en un hogar. Sigue atendiendo a los enfermos, y el patio del hostal se convierte en hospital, donde pasa todo el día trabajando. Muchos de los pacientes han recibido balazos en algunos de los permanentes conflictos armados del país. Pronto, la joven siente que Daniel querrá marcharse de allí, por lo que empieza a dormir con los enfermos para distanciarse de él y no sufrir tanto. A fines de abril llega al pueblo un hombre con noticias de la capital. Los ejércitos campesinos liderados por Pancho Villa y Emiliano Zapata han entrado a la ciudad de México y han acordado seguir luchando al norte y al sur del país respectivamente. La guerra continúa por todas partes. Al escuchar las novedades, Daniel se enfurece y se siente culpable por no estar colaborando activamente. Entonces, Emilia prepara las cosas de ambos y le dice que irán juntos a la guerra.

Cuatro días después, dejan el pueblo en un tren. Para Emilia es una experiencia de contacto con el horror: viajan junto a personas muy pobres, que están sucias y enfermas. El olor es apestoso y las escenas, desgarradoras: las personas viajan amontonadas, cocinan, comen, duermen y orinan en el mismo lugar. En esas circunstancias, Emilia comprueba que sin ayuda de las boticas, los conocimientos médicos no sirven para nada. Poco puede hacer por los enfermos del tren sin remedios, pero los escucha con cuidado y les recomienda hierbas curativas. Además, conoce a Teodora, una anciana curandera que también viaja en el tren, y enseguida se convierten en pareja de trabajo, aprendiendo la una de la otra. Emilia la sigue con la misma intensidad que a sus anteriores maestros.

Capítulo XXIII

A principios de junio, el tren llega a la ciudad de México. Emilia se despide de Teodora con cariño y con pena. Luego, ella y Daniel toman un taxi y el conductor les dice que la ciudad está muy peligrosa. Se dirigen a la casa del amigo de Rivadeneira donde Emilia se ha hospedado en su primer viaje a la capital. Encuentran que todo está muy caro y se preocupan porque no tienen mucho dinero. Sin que Emilia se dé cuenta, Daniel compra un anillo de brillantes y más tarde le pide que se case con él. Al día siguiente, salen a buscar ropa nueva, un restaurante para celebrar y una persona dispuesta a casarlos. Emilia les envía a sus padres un extenso telegrama con las novedades. Luego, se pasean por el cementerio y encuentran a un anciano que acepta casarlos si, a cambio, lo llevan a comer. De todos modos, el viejo pronostica que el matrimonio entre ellos no durará mucho. Enseguida los declara marido y mujer bajo la sombra de un fresno y con los muertos como testigos.

Análisis

En estos capítulos se narran los años inmediatamente posteriores al triunfo inicial de la Revolución Mexicana en 1911. Al principio, existe un breve período de aparente calma cuando Madero asume la presidencia, pero pronto se ve que no lleva a cabo las medidas revolucionarias exigidas por buena parte de las masas rebeldes. Así, pronto se reactiva la guerra a lo largo de todo el territorio y crece la popularidad de líderes campesinos como Emiliano Zapata y Pancho Villa en diferentes zonas del país. A su vez, a comienzos de 1913 tiene lugar un golpe de Estado gestado por diversos funcionarios que se sublevan contra Madero, que es asesinado el trece de febrero del mismo año. Entonces se instala un nuevo gobierno dictatorial comandado por Victoriano Huerta.

En Mal de amores, una vez más el relato de estos eventos históricos se trenza con la ficción: antes del golpe de Estado, los personajes principales también parecen vivir un momento de relativa tranquilidad. Daniel, incluso, ha decidido abandonar su accionar guerrillero y pasa a establecerse en una única ciudad, Santo Antonio, trabajando de periodista y ciudando a su padre. De todos modos, casi al mismo tiempo que se produce el derrocamiento de Madero fallece el doctor Cuenca. La pérdida personal de Daniel se produce en paralelo con la agitación de la situación política del país. A su vez, esto repercute en la vida de Emilia, ya que, con la muerte de Cuenca, ella va al encuentro de Daniel y abandona la estabilidad encontrada junto a Zalvalza en Puebla. De hecho, la protagonista terminará yendo a la guerra para acompañar a Daniel y casándose con él en medio del conflicto.

En este período, Emilia gana nuevas experiencias de vida que aportan líneas importantes a su caracterización como figura femenina disruptiva. En primer lugar, elige desarrollar su carrera profesional: practica la medicina junto a Zavalza en el hospital de Puebla y atiende enfermos en diversas partes de México. En segundo lugar, profundiza sus estudios, esta vez en el ámbito universitario, en una época cuando las mujeres, en general, no tienen acceso a la educación superior. En tercer lugar, realiza viajes sin pedir la autorización ni el acompañamiento de ningún hombre, lo cual tampoco es frecuente en la época. Así es que llega a Chicago para estudiar, pasea por Nueva York con su amiga Helen y regresa a México para buscar a Daniel cuando lo cree muerto.

Una dimensión fundamental de estas nuevas experiencias es su exploración del territorio rural mexicano. Siguiendo el fervor revolucionario imparable de Daniel, Emilia recorre partes del país muy diferentes a su Puebla natal, y conoce la situación de personajes que pertenecen a sectores sociales sumamente diferentes. Por ejemplo, en Izúcar vive junto a campesinos pobres en una casa de adobe y se dedica a dar atención médica a muchos enfermos que padecen "las enfermedades propias de la pobreza y la falta de higiene" (p. 165). Ya en el tren hacia la ciudad de México, conoce el paisaje de la guerra, marcado por el sufrimiento, la violencia y la muerte: "Cruzaba el tren frente a una hilera de colgados con las lenguas de fuera, y ella se abrazaba a Daniel para exorcizar el desfiguro de esas caras, la efigie de un niño tratando de alcanzar las botas en el aire de su padre, el cuerpo doblado sobre sí mismo de una mujer pegando de gritos, los árboles inmutables uno tras otro, cada cual con su muerto como la única fruta en el paisaje" (p. 198).

Por último, en esta fase aventurera de la vida de la protagonista se enfatiza una tendencia que la ha definido desde la adolescencia: Emilia tiende a trabajar en pareja con aquellos que funcionan como sus maestros. Así como dentro del ámbito familiar y afectivo ha aprendido primero junto a su padre en la botica y después junto al doctor Cuenca, ahora construye una dupla profesional con Zavalza en el hospital que ellos mismos dirigen. Además, en sus viajes, Emilia replica esta dinámica en diferentes situaciones, como al ser aprendiz del doctor Hogan en Chicago o al atender a los enfermos del tren junto a Teodora. Esta serie de parejas de trabajo demuestra que Emilia tiene un espíritu colaborativo, que valora una amplia pluralidad de conocimientos relacionados con la medicina y que vive con constantes ganas de aprender.