Macbeth Vídeo

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Macbeth es una tragedia escrita por Shakespeare en 1605 o 1606 para el rey Jacobo I y su cuñado, el rey Christian de Dinamarca. La obra narra la historia de Macbeth, un general escocés hambriento de poder que, estimulado por su ambiciosa esposa, hará lo que sea por convertirse en rey.

Al comienzo de la obra, el rey Duncan de Escocia se reúne con un escudero que regresa de la guerra con Noruega. El escudero le informa a Duncan sobre la valentía demostrada por dos generales escoceses: Macbeth y Banquo. El rey queda impresionado y decide darle a Macbeth un título nobiliario más: señor de Cawdor. Al mismo tiempo, tres brujas se les aparecen a Macbeth y Banquo en su camino de regreso del campo de batalla. Ellas se dirigen a Macbeth como “señor de Glamis” (su título actual), “señor de Cawdor” y como “rey de Escocia”. Perturbado por sus profecías, Macbeth les pide a las brujas que le digan más, pero ellas desaparecen. Poco después, dos nobles arriban con la noticia de que el rey ha decidido nombrar a Macbeth señor de Cawdor, tal como las brujas predijeron. Estas noticias asustan a Macbeth, que inmediatamente siente el deseo de asesinar a Duncan y apoderarse del reino para sí, completando la profecía.

Mientras tanto, la esposa de Macbeth, Lady Macbeth, recibe una carta de su marido relatándole estos eventos, y luego se entera de que el rey planea visitarlos en su hogar. Inmediatamente, idea un plan para matar al rey y que así Macbeth asuma el trono, pero le preocupa que él no tenga el valor para cometer efectivamente el asesinato. Macbeth llega pronto, seguido por el rey Duncan, y Lady Macbeth le cuenta a su marido sus planes para matar al rey esa noche. Macbeth se asombra de la crueldad de su esposa, pero se resigna a llevar a cabo el plan.

Esa tarde, Macbeth embriaga a los guardias del rey, ingresa en su habitación y apuñala a Duncan. Antes y después del homicidio, alucina y escucha voces que le dicen que ya no volverá a dormir: "Macbeth, tú no puedes dormir, porque has asesinado al sueño". Lady Macbeth se enoja al enterarse de que su esposo estaba demasiado nervioso como para ajustarse al plan de incriminar a los guardias del rey, por lo que regresa a la habitación de Duncan para hacerlo ella misma. Mientras Macbeth está atormentado de culpa por sus acciones, su mujer afirma no sentir vergüenza, lavándose literalmente las manos por el incidente.

Por la mañana, otro noble llamado Macduff llega con los hijos de Duncan, Malcolm y Donalbain, y encuentra muerto al rey. Macbeth y Lady Macbeth fingen sorpresa, y Macbeth mata a los guardias del rey, culpándolos por el suceso. Temiendo por sus vidas, Malcolm y Donalbain huyen de Escocia hacia Inglaterra e Irlanda, allanándole el camino a Macbeth para tomar el trono.

Macbeth es nombrado rey, pero a su amigo Banquo le preocupa que aquel pueda haber asesinado a Duncan para quedarse con el trono. A Macbeth, por su parte, le inquieta que Banquo pueda intentar disputárselo, sea para quedarse con él o para cedérselo a su hijo Fleancio. Entonces decide contratar mercenarios para asesinar a ambos. Sin embargo, esa noche, en un banquete, los mercenarios le informan que, si bien lograron asesinar a Banquo, Fleancio escapó. Más tarde, Macbeth se alarma al ver al fantasma de Banquo sentado en su silla, durante el banquete. Como Macbeth es el único que puede ver al fantasma de su antiguo amigo, le preocupa estar volviéndose loco y promete acudir otra vez a las tres brujas.

Macbeth les pregunta a las brujas qué sucederá en el futuro. Ellas le responden conjurando tres apariciones: una le advierte a Macbeth tener cuidado con Macduff, otra le dice que “nadie nacido de una mujer” puede dañarlo, y la tercera le afirma que será invencible hasta que vaya contra él “la selva de Birnam y cubran sus ramas a Dunsinania". Macbeth se siente aliviado, consciente de que es imposible que una selva se mueva. Pero luego les pregunta a las brujas si los hijos de Banquo gobernarán Escocia alguna vez, y ellas le muestran una procesión de reyes que incluye, en efecto, descendientes de Banquo. Perturbado por la primera predicción de las brujas, Macbeth decide asesinar a Macduff y a su familia por si acaso representan una amenaza.

Entretanto, en el castillo, una dama llama a un médico para que vea a Lady Macbeth, que ha comenzado a tener episodios de sonambulismo y alucinaciones. Aparentemente enloquecida por su participación en el asesinato de Duncan, la mujer imagina una mancha de sangre en su mano, que no sale, sin importar cuánto la friegue.

Macduff se entera de que su familia ha sido asesinada por Macbeth y, junto a Malcolm y el ejército inglés, hacen planes para apoderarse del trono. Disfrazados, Macduff, Malcolm y su ejército atacan el castillo.

Macbeth se entera del acercamiento del ejército, pero está seguro de que las profecías de las brujas lo protegerán. De hecho, Macbeth está tan enloquecido con el poder que, incluso cuando le cuentan que Lady Macbeth ha muerto, apenas reacciona, obsesionado con defender su trono. Enseguida, un mensajero le informa a Macbeth que ha visto al bosque de Birnam moverse hacia el castillo. Conmocionado, pero tomando finalmente la amenaza como real, Macbeth se prepara para la batalla.

Al encontrar a Macbeth, Macduff lo reta a duelo. Macbeth está seguro de que no puede perder contra él, ya que las brujas le han dicho que solo puede caer ante alguien que no haya nacido de una mujer. Su confianza se derrumba, sin embargo, cuando Macduff le revela que fue extraído prematuramente del vientre de su madre muerta. Finalmente, las profecías de las brujas se completan cuando Macduff mata a Macbeth y toma el control del reino. Malcolm promete tomar el trono y reestablecer el orden en Escocia.