Los ríos profundos

Los ríos profundos Símbolos, Alegoría y Motivos

Tankayllu (danzak’) (Motivo)

El danzak’, particularmente el bailarín llamado "Tankayllu", es un motivo recurrente en la literatura de Arguedas. El Tankayllu es un tipo de danzak’ particular, un bailarín de tijeras, célebre en la cultura quechua. Con su atuendo de espejos y sus movimientos representa a un insecto volador llamado de igual modo. El Tankayllu, tanto insecto como danzak’, posee poderes mágicos que no necesariamente son de origen divino. En la obra de Arguedas nos encontramos con en Tankayllu en algunos cuentos, pero sobre todo en Yawar Fiesta, novela de 1941.

El Zumbayllu (Símbolo)

El zumbayllu es un trompo mágico que Ernesto conoce en Abancay por primera vez. Polivalente, a lo largo de la novela es un elemento de reconciliación entre los compañeros, de comunicación de Ernesto con su padre, de vínculo con la naturaleza y de evasión a través de la alegría. Además, simboliza de algún modo un motivo recurrente de la literatura de Arguedas: el danzak’ Tankayllu.

Desde el comienzo, Ernesto compara al zumbayllu con el bailarín de tijeras: cada vez que juega con él dice “hacerlo bailar”. El sonido del trompo es como un coro de tankayllus fijos en un sitio (aquí refiere a los insectos), y el poder de ambos parece provenir del mismo origen. No es divino: no es malvado, pero tampoco una criatura de Dios. Su presencia constantemente simboliza al danzak’ que es, a su vez, signo en Arguedas de la complejidad del pensamiento mágico andino.

El río (Símbolo)

El río representa el sentido de la naturaleza como lo comprende Ernesto. Es el símbolo con mayor cantidad de valores semánticos en la novela. Es al mismo tiempo un ser viviente, humano y un poder divino. Como símbolo de esta naturaleza es también río de sangre ("yawar mayu"): los ríos bajan de las montañas, Apu, dioses importantes en la cultura andina. De allí el origen divino. Ellos, con su corriente, deciden a quién ayudar o perjudicar; están del lado de Doña Felipa durante el motín, pero se llevan al Lleras y tal vez, también, a la peste. Simbolizan en estas acciones la justicia divina.

El río también purifica, se lleva el mal. Calma a Ernesto en momentos de soledad y lo conecta con el mundo que lo rodea. Suscita meditaciones, pero también temores desconocidos. A su vez, el río funciona como paradigma vital de Ernesto; ambos son indisociables.

A su vez, "yawar mayu", río de sangre, simboliza las raíces indias presentes en todo el territorio que, como dijimos, provienen de las montañas.