Los ríos profundos

Los ríos profundos Ironía

El Padre Abraham termina confesando sus pecados ante un alumno del Colegio

Después de que Ernesto se haga cargo del último adiós de Marcelita, de cruzarle los brazos, de pedirle perdón en nombre de todos los estudiantes y prometer lavar su ropa, es encerrado por el Padre Linares. Luego, el Padre Abraham, contagiado de la peste, va hasta la puerta de la habitación en la que está encerrado Ernesto y junto a su puerta confiesa haberse acostado siempre con Marcelina, incluso luego de que Marcelina tuviera síntomas de tifus. Después de confesarse emprende el viaje para morir en su pueblo.

Peluca, que se aprovechaba de Marcelina por su locura, termina volviéndose loco él mismo

Peluca, el alumno que seguía a Marcelina “como un perro” cada noche y abusaba sexualmente de ella en los baños del patio aprovechando su discapacidad mental, enloquece él mismo cuando ella muere. Uno de los Padres comenta que ha perdido el juicio: “tres parientes lo han llevado amarrado con sogas de cuero. Ha alborotado al pueblo. Yo creo que reventará de un ataque” (p.310).