El Matadero

El Matadero Temas

La violencia

La violencia está presente durante todo el relato: la violencia que genera el hambre, la violencia que resulta del escape del toro, la insensibilidad de la gente frente al chico degollado, y la violencia en su expresión máxima, cerrando la obra, con la muerte del unitario.

Todas estas escenas violentas transcurren en el matadero, donde conviven hombres y animales. En ese contexto, los federales acaban animalizándose, son brutalmente violentos e irracionales como bestias. Al mismo tiempo, hay una relación directa entre violencia y divertimento. Los federales se burlan y humillan al joven unitario amenazándolo de muerte. Lejos de medir las consecuencias que puede tener esto, lo viven como un juego. La muerte del joven unitario también es violenta: explota de rabia. La violencia no se percibe solo en la acción de los federales, sino también en cómo la han vuelto parte de su comportamiento cotidiano.

El abuso de poder

El abuso de poder es un tema que atraviesa todo "El matadero". Por un lado, lo vemos reflejado en cómo la iglesia prohíbe el consumo de carne durante la Cuaresma, pero no es igual de exigente con el Restaurador y sus ayudantes. Por otro lado, está el Juez, que impone el orden dentro del matadero, pero que es parcial y sirve a los intereses del Restaurador. Además tenemos a Matasiete, que respaldado por sus compañeros federales y abusando de su fortaleza física, somete al joven unitario y lo humilla amenazándolo de muerte. Por último, está el Restaurador. Si bien nunca aparece concretamente en el relato, sí tenemos acceso a las consecuencias que surgen de sus acciones de gobierno. Y estas consecuencias, para Echeverría y el resto de los unitarios, son claramente antidemocráticas y un evidente síntoma del abuso de poder que ejerce el Restaurador. Cabe aclarar que Juan Manuel de Rosas, en quien está basado el personaje del Restaurador, recibió en 1835 ¨la suma del poder público¨. Esto le dio libertad para actuar contra sus opositores, los unitarios, hecho que denuncia Echeverría a través de "El matadero".

El honor

El joven unitario preserva su honor hasta las últimas consecuencias. No se aparta de la razón ni de sus convicciones en ningún momento. A pesar de las amenazas de muerte y de la humillación a la que es sometido, no se doblega ante ninguna de las provocaciones o pedidos de los federales y el Juez. Es más, podríamos decir que prefiere explotar de rabia, morir, antes que ver afectado su honor. ¨“El hombre de honor se sacrifica, si es necesario, por la justicia y la libertad”, escribió el propio Echeverría en su obra política El Dogma Socialista. En esta afirmación podemos apreciar la lógica que opera en el joven unitario y por qué no se doblega ante los federales.

Civilización vs. barbarie

Echeverría presenta a los federales que trabajan en el matadero como bárbaros, violentos y brutos, casi como animales salvajes. En cambio, los unitarios son presentados como personas cultas y civilizadas. Este tema también se hace evidente en el escenario de la obra. El matadero queda en un suburbio de Buenos Aires, un área entre la civilización de la ciudad influida por la cultura y las ideas de Europa, y la barbarie del campo y sus habitantes incultos, en términos de cómo lo percibía el autor. Por otra parte, esta contraposición entre civilización y barbarie también puede observarse en el lenguaje de los personajes: por un lado, la lengua culta en los unitarios y, por otro, la popular en los federales.

Civilización vs. barbarie es uno de los temas fundacionales de la historia de la literatura argentina. Dos de las obras argentinas más relevantes del siglo XIX, como lo son ¨El matadero¨, de Esteban Echverría, y Facundo, de Domingo Faustino Sarmiento, se centran en esta problemática. El origen de este tema tiene una relación directa con las dificultades que atraviesa Argentina en los años posteriores a su independencia. Los intelectuales argentinos consideran entonces que la consolidación del país debe basarse en los ideales culturales europeos. Cualquiera que se opusiese a esta idea forma parte de esa ¨barbarie¨ que no permite el progreso de la nación. Lejos de agotarse en el ámbito literario, este tema es eje de una discusión que domina el escenario político argentino durante gran parte del siglo XIX.

La religión

La religión está presente en "El matadero" tal vez de una forma un poco menos evidente que otros temas. El relato transcurre en la época de la Cuaresma. La Iglesia prohíbe el consumo de carne, pero no es igual de rígida con los gobernantes y religiosos. De esta forma se resalta la hipocresía del gobierno y de la Iglesia. Cabe aclarar que tanto Echeverría como el resto de los unitarios tenían un particular aprecio por la razón y la democracia liberal. Por este motivo, en "El matadero" el autor critica que ¨la iglesia tenga la llave de los estómagos¨. La crítica a la religión era el rasgo más revolucionario de los Románticos de la época.

En la primera parte de "El matadero" podemos observar un registro irónico hacia todo lo relacionado con la religión, que busca denunciar el autoritarismo fanático e irracional de la Iglesia.

Lo humano y lo animal

De alguna manera, "El Matadero" puede considerarse una ¨historia de animales¨. Toda la acción, hasta la entrada del joven unitario en escena, se relaciona con la matanza, el descuartizamiento y la apropiación de los restos de las reses. Además hay otros animales en el campo narrativo que dependen de la existencia de estas víctimas sacrificables: los ratones y ratas, los perros (dogos o mastines), las aves: gaviotas, buitres o caranchos. En esta pelea por los restos de las reses, los seres humanos están en el mismo plano que los animales. Incluso cuando aparece el unitario, este hace una comparación directa entre los federales y los animales: ¨... la fuerza y la violencia bestial. Esas son vuestras armas, infames. El lobo, el tigre, la pantera también son fuertes como vosotros. Deberíais andar como ellos, en cuatro patas¨. El unitario muere brutalmente, igual que el toro. Su sangre desborda sobre el suelo como la de los animales. Esto hace comparable su sacrificio con el de los novillos y con el del toro.

La política

"El matadero" es, además del primer relato argentino de ficción, una crítica política al gobernador de Buenos Aires de ese entonces, Juan Manuel de Rosas. Echeverría busca con su relato denunciar los excesos del régimen ¨rosista¨. El autor, influenciado por las tendencias intelectuales europeas de la época, creía en la razón y la democracia liberal, dos principios que Rosas no respetaba. Por otra parte, podemos observar en el personaje del Juez la parcialidad de la justicia a favor del Gobierno, hecho que no permite que pueda existir ningún tipo de democracia.