Cuentos de Silvina Ocampo

Obra

Narrativa

La obra de Ocampo es reconocida principalmente por su inagotable imaginación y su aguda atención por las inflexiones del lenguaje. Dueña de un lenguaje cultivado que sirve de soporte a sus retorcidas invenciones, Ocampo disfraza su escritura con la inocencia de un niño para nombrar, ya sea con sorpresa o con indiferencia, la ruptura en lo cotidiano que instala la mayoría de sus relatos en el territorio de lo fantástico.

Cuando se le preguntó por su motivación para escribir ella respondió que la "búsqueda de un orden diferente al que impone la vida.. La inclinación a callar. El culto de la imitación, necesario para todo aprendizaje. Ideas elementales de suicidio. Una imagen indescifrable, que perdura, de la infancia"[32]​ por lo que se reconoce la infinidad de temas sobre los que escribió.

Esta habilidad lingüística se advierte temprano en su colección de cuentos Viaje Olvidado (1937)[33]​, influida por el nonsense literario de Lewis Carroll, Katherine Mansfield y seguramente por el surrealismo que aprendió de sus maestros de pintura. El título del libro se refiere al cuento homónimo en que una niñita intenta recordar el momento de su nacimiento.

Si los relatos de este volumen parecían más bien miniaturas o pequeños pantallazos de la memoria deformados por la imaginación, sus siguientes colecciones (Autobiografía de Irene, y muy especialmente La furia o Los días de la noche) conservan un poco más la estructura tradicional del cuento y muestran a una Ocampo más prototípica. Metamorfosis, ironía, figuras persecutorias, humor negro, y el reinado imperante del oxímoron y de la sinestesia marcan esta serie de relatos donde aparecen incesantes galerías de personajes y contextos dominadas por pasillos y patios de grandes caserones así como por la enigmática presencia de niños ligados al horror y la crueldad como víctimas o victimarios, según la ocasión.

A pesar de su reclamada indiferencia hacia la política, se sugiere que la política de la época tuvo una gran influencia en la escritura de ella. "Mientras tanto, el golpe de 1943, el ascenso de Perón y sus sucesivos gobiernos, de 1946 a 1955, afectan a este grupo literario decididamente antiperonista. Los discursos viscerales de Eva Perón contra la oligarquía, la presencia de los "cabecitas negras" en las calles, las grandes movilizaciones eran datos que ponían, por primera vez, en el centro, un poder que los ofendía como clase."[34]​

Obra poética

Su labor poética estuvo dominada en un principio por los metros clásicos y por rimas inocentes, muchas veces dedicadas a la descripción y exaltación de la belleza de elementos naturales como las plantas (confesa pasión de la escritora) como en Espacios métricos o en Los sonetos del jardín que tras el poemario Enumeración de la patria siguieron a Viaje olvidado. Sin embargo, poemarios posteriores como Los nombres, Lo amargo por dulce o Amarillo celeste muestran un verso más elaborado y a la vez desinteresado por el clasicismo.

Con Espacios métricos, publicado en 1942 por la editorial Sur, obtuvo el Premio municipal en 1954. Obtuvo el Segundo Premio Nacional de poesía por Los nombres en 1953 y volvió a obtener una distinción en 1962 por Lo amargo por dulce, el Premio Nacional de poesía.[35]​[36]​


This content is from Wikipedia. GradeSaver is providing this content as a courtesy until we can offer a professionally written study guide by one of our staff editors. We do not consider this content professional or citable. Please use your discretion when relying on it.