Cuentos de Ray Bradbury

Cuentos de Ray Bradbury Resumen y Análisis : ¨Nunca más la veo¨

Resumen

En la primera historia de Ray Bradbury en The New Yorker, un hombre, el señor Ramírez, está siendo deportado a México y regresa a su apartamento para despedirse de su casera, la señora O'Brien. Vino al país legalmente, pero se ha quedado más tiempo de lo que su visa le permitía. A pesar de que ha tenido trabajo y ha sido un miembro responsable de la sociedad, la policía lo está obligando a regresar a México.

Antes de irse, insiste en visitar a su casera para despedirse apropiadamente. Es una despedida triste, y mientras se despide de su dura pero justa casera, relata muchos recuerdos maravillosos de vivir en su apartamento. Al mismo tiempo, la señora O'Brien está recordando lo bueno y respetuoso que ha sido su inquilino. Ella está muy triste de verlo partir, y el señor Ramírez se ve abrumado por la emoción.

Trabajó duro y mantuvo su trabajo, pero esto no cuenta ya que ha excedido su visa por seis meses. Cuando ve a la señora O'Brien, ella está cenando con sus hijos. Hay poco tiempo para un largo adiós. Antes de salir del apartamento, le dice: "Nunca más la veo", y los demás no entienden sus palabras. Los policías sonríen ante su pronunciación y lo escoltan.

No es hasta que el señor Ramírez se va que la señora O'Brien se da cuenta de que nunca más lo volverá a ver. Se sienta a la mesa con sus hijos mientras ellos se apresuran a buscar comida. La acosan con preguntas, pero su estado de ánimo es solemne. Está tranquila y comienza a procesar lo que el señor Ramírez estaba tratando de comunicarle: nunca se volverán a ver.

Análisis

El título de esta historia y el comportamiento del inquilino, el señor Ramírez, muestran que un lenguaje extraño o una pronunciación incorrecta pueden expresar pensamientos profundos. Cuando el señor Ramírez se va y se despide de su casera, la señora O'Brien, los agentes de policía se ríen de él porque no puede expresar claramente sus pensamientos. Tampoco la señora O'Brien entiende lo que está tratando de decir. La elocuencia de sus palabras no la golpea hasta que él se va y ella comienza a comer. Entonces se da cuenta de que nunca más lo volverá a ver.

Además, la historia nos obliga a pensar en las muchas personas con las que interactuamos todos los días, a las que quizás nunca volvamos a ver debido a distintas circunstancias. Más allá de estas personas desconocidas con las que nos cruzamos en nuestra vida cotidiana, también hay personas con quienes podemos compartir momentos intensos pero breves, y a las que nunca volveremos a ver.

Podemos saber que nos están dejando o puede ser inesperado. A veces es difícil procesar que no nos veremos envueltos en la misma situación con esta persona de nuevo. Como todos hemos tenido experiencias como esta de una manera u otra, el cuento de Bradbury evoca un sentido de nostalgia.

Este fue el primer relato de Bradbury en The New Yorker, y es muy diferente a muchos de sus últimos relatos. De todas formas, lo posicionó en la escena literaria.