La historia se desarrolla en Piedras Negras, Coahuila, México, en plena Revolución mexicana. La novela empieza con el nacimiento de Tita, la última de las hijas del matrimonio de Juan Y Elena De la Garza; esta había nacido de forma prematura ya que su llanto por las cebollas picadas en la cocina había generado que llegara a este mundo sobre la mesa de la cocina; entre los olores de una sopa de fideos, tomillo, laurel, cilantro, ajos, leche hervida y el de la cebolla. Tita al ser la menor, debía cumplir con la tradición familiar de cuidar de su madre, hasta que esta muriera, tradición que se había respetado de generación en generación y mamá Elena, la conservaría hasta su último momento. Por lo que no podía enamorarse, ni formar una familia propia. Pero Tita empezaría a mostrar su desacuerdo con esta tradición, al enamorarse a sus catorce años, de Pedro Muzquiz, durante una cena de Navidad en el rancho.
A sus quince años, y habiendo pasado la mayor parte de su vida en la cocina al cuidado de la cocinera de la casa, Nacha; llega Pedro con firmes intenciones de pedir la mano de Tita en matrimonio. Mamá Elena, que desea que se cumpla con la tradición descarta la propuesta, en cambio de ofrece la mano de su hija Rosaura. Pedro a sorpresa de los presentes, acepta casarse con ella para así poder estar cerca de su amada Tita.
Tita desconsolada por lo que consideraba una traición, asume que Pedro ya no la ama. Su tristeza es tanta que da con el pastel de bodas un efecto en los invitados, de recordar amores del pasado y después vomito. Con la muerte de Nacha, Tita pasa a ser la cocinera de la casa y pedro la felicita un año después regalándole rosas. Tita para evitar que sean desechadas por mamá Elena, hace una receta que provoca en Gertrudis un calor que la hace huir del rancho en brazos de un capitán de la revolución.
Rosaura, Pedro y su nuevo hijo Roberto, se van del rancho hacía San Antonio (Texas), en Estados Unidos; por órdenes de mamá Elena, con el fin de evitar más cercanía entre Pedro y Tita. Tita siente un dolor inmenso ya que el cariño que sentía por Roberto es tanto como si fuera su propio hijo. Pero a los pocos días Chencha, la sirvienta de la casa llega con malas noticias, informando que Roberto ha muerto; esto genera en Tita una furia contra su madre a quien culpa de su muerte. Provocando entre muchas discusiones que Tita sea llevada por el doctor Jhon Brown.
En casa del doctor se recupera poco a poco, con la compañía de la abuela de Jhon, una indígena de la tribu Kikapú, llamada “Luz del amanecer”, quien, a pesar de no hablar, con los olores de sus tés, le recuerda la tranquilidad de su infancia con Nacha. Tiempo después empezaría una linda amistad con el Doctor, y este se le expresaría su amor. Pasado el tiempo, tendría que volver a casa para cuidar a mamá Elena, hasta que esta muere. En el funeral regresa Pedro y Rosaura, ahora embarazada de la que será su nueva hija Esperanza.
Jhon, le quiere proponer a Tita matrimonio, pero esta con el regreso de Pedro, no está tan segura de sus sentimientos. Después de una imprevista noche de pasión entre Tita y Pedro esta queda embarazada, y decide cortar con el matrimonio con Jhon. Después de una visita de Gertrudis ahora convertida en generala de la revolución y casada con su captor; Pedro es herido en un accidente provocado por el espíritu de mamá Elena.
Mientras Tita curaba las heridas de Pedro con remedios caseros, Jhon volvió de Estados Unidos junto con su último pariente vivo (Aparte de su hijo Alex), su tía-abuela Mary, quién resultó ser una encantadora dama que solo habla en inglés. Tita le confiesa sus aventuras con Pedro a Jhon, pero este le asegura que la ama sin importarle que no sea virgen.
El tiempo pasa y después de la boda entre Esperanza y Alex; Tita y Pedro mueren en un incendio que consume todo el rancho, mientras hacen el amor; y entre las cenizas solo sobrevive el recetario de Tita, que es descubierto por Esperanza y entregado a su hija al morir, quien cuenta toda esta historia.
