Antígona

Antígona Temas

Muerte

Muerte 1: La familia de Antígona está plagada de muertes. Su padre Edipo mató a su padre Layo, Edipo murió en el exilio después de vagar durante muchos años, su madre Yocasta se suicidó, y ahora sus hermanos Etéocles y Polinices también están muertos. Antígona quiere que Polinices descanse en paz, dando a su cuerpo un entierro adecuado, de modo que su espíritu no esté infeliz.

Muerte 2: El castigo por enterrar el cadáver de Polinices es la muerte por lapidación pública. Ismene teme que su hermana Antígona muera también si entierra a Polinices en contra de los deseos de Creonte. Ella no quiere ser la única persona en toda su familia que quede viva, por lo que ruega a Antígona no violar la ordenanza de Creonte.

Muerte 3: Creonte arresta a Antígona porque trató de enterrar a su hermano Polinices contra su voluntad. Cuando el centinela desentierra el cadáver del difunto, Antígona se enfurece y avanza rápidamente para protegerlo y que no sea molestado por nadie. Ella actúa como si fuera una madre y el cadáver de su hermano fuera su hijo.

Muerte 4: Antígona declara que Creonte sólo puede promulgar leyes sobre la ciudad que gobierna. La muerte es algo que corresponde a los dioses, y las leyes sobre el entierro de las personas que han muerto son eternas, porque los dioses son inmortales. Creonte no tiene el poder de emitir leyes negando la sepultura, porque está quebrantando las leyes divinas. Un espíritu no puede descansar en paz hasta que su cuerpo haya sido enterrado.

Muerte 5: Creonte alegremente condena a Antígona a la pena de muerte porque ella se atrevió a cuestionar su decisión. Él le dice: "Baja, pues, bajo tierra a amar a los que ya están allí", es decir, que si ella ama tanto a los suyos, entonces puede ir a verlos en el Hades cuando sea ejecutada.

Muerte 6: Ismene tiene miedo de quedarse sola cuando Antígona muera. Afirma que ella ayudó a su hermana a enterrar el cadáver de Polinices porque ella es una persona débil y no quiere estar sola. Si todos los demás en su familia han muerto, entonces a ella también le gustaría morir, declarando "¿Qué vida puedo tener sin Antígona?"

Muerte 7: Al comienzo Creonte proyecta ejecutar a Ismene y Antígona, aunque Ismene es claramente inocente de cualquier delito. El coro le recuerda esto y Creonte rápidamente cambia de parecer, acordando liberar a Ismene; Creonte toma la muerte muy a la ligera como si no fuera algo muy importante. Anteriormente, había amenazado con ejecutar a Antígona en frente de Hemón sin reflexionar sobre lo cruel que sería. La ejecución de Antígona sería llevada a cabo por inanición en una cueva cerrada y no por lapidación, para evitar contaminar la ciudad con la muerte.

Muerte 8: Antígona siente como si todavía no estuviera muerta ni tampoco viva, porque ha sido condenada a morir y por lo tanto ya no puede pensar en vivir, pero ella realmente aún no está muerta. Ella está obsesionada con su propia muerte y de alguna manera la espera, está muy dispuesta a recibir su castigo. Sabiendo que ella no se casará con Hemón en vida, señala que ahora se casará con el "Señor de la Muerte", pues la muerte se la llevará cuando ella fallezca.

Muerte 9: Esperando con ansias ver una vez más a otros miembros de su familia que habían muerto, como su madre, su padre y hermanos, Antígona espera con impaciencia su propia muerte. Fue su amor por su hermano lo que motivó que le diera sepultura, y ahora se le permitirá ver de nuevo a Polinices en el Hades.

Muerte 10: Tiresias afirma que Creonte ha hecho exactamente lo contrario de lo que debería haber hecho: mantuvo a un hombre muerto, Polinices, tendido sobre la tierra sin darle sepultura en el mundo de los vivos, y ha colocado a una persona viva, Antígona, bajo tierra, lugar que corresponde solo a los que están muertos. Este es un terrible error. La cueva de Antígona es designada con el nombre de “tumba”, que es un lugar especial donde los cadáveres son enterrados.

Muerte 11: Cuando la muerte no lo implica a él o a su familia directa, Creonte se hallaba más que feliz de ejecutar a personas por los crímenes. Ahora, sin embargo, cuando es su propio hijo quien ha muerto, Creonte queda destrozado, del mismo modo que Antígona se sintió después de la muerte de sus hermanos. Ahora, finalmente la muerte ha afectado también la vida de Creonte.

Muerte 12: Apuñalándose a sí mismo con una espada, Hemón murió abrazando el cuerpo de Antígona. Se les llama "muerto sobre muerto", ya que la muerte de Antígona provocó que Hemón se suicidara. Pronto será muerto sobre muerto sobre muerto, pues la esposa de Creonte, Eurídice, se suicida al conocer sobre la muerte de su hijo Hemón.

Muerte 13: Al igual que la familia de Edipo, la familia de Creonte también está ahora plagada de muerte. Sus dos hijos están muertos, así como su esposa y su sobrina Antígona. El siente la tristeza que Antígona sintió en una ocasión cuando ella insistió en enterrar el cadáver de su hermano; Creonte solo podía comprender esta angustia experimentándola él mismo, ya que no mostró ninguna compasión cuando inicialmente condenó a Antígona a la pena de muerte.

Muerte 14: Así como Antígona acogió anteriormente con agrado su propia muerte porque estaba muy afectada después de la muerte de sus hermanos, ahora Creonte desea su propia muerte y no piensa en absoluto en sus responsabilidades para gobernar Tebas. Él llama a la muerte "el mejor de los destinos" porque es el único escape que puede tener para su culpabilidad y sufrimiento.

Orgullo

Orgullo 1: Los hijos de Edipo eran demasiado orgullosos porque no se ponían de acuerdo acerca de lo que era mejor para la ciudad de Tebas; Etéocles quería el poder de gobernar y lo mismo Polinices. Polinices y Etéocles pelearon por el trono hasta que ambos se mataron el uno al otro, con lo que ninguno de ellos quedó como monarca. Creonte asume entonces el poder, ya que él es su tío.

Orgullo 2: Antígona es demasiada orgullosa y no obedece la ley que ha promulgado el Rey Creonte para los ciudadanos tebanos: que nadie puede dar sepultura al cadáver de Polinices. En lugar de acatar lo dispuesto por el gobernante, Antígona decide enterrar de todos modos a su hermano simplemente porque lo ama. Es a causa de su orgullo que ella es después condenada a muerte.

Orgullo 3: El orgullo de Creonte provoca que él convierta a Polinices en un villano, a pesar de que es culpable del mismo delito que Etéocles. Ambos hombres querían tener el poder de gobernar Tebas, y ambos perdieron esta batalla. El Rey Creonte se corrompe por el mismo poder que llevó a estos hombres a la batalla.

Orgullo 4: Incluso un humilde centinela puede observar lo que Creonte no puede ver. Negarle la sepultura a un hombre es un crimen que viola las leyes divinas establecidas por los dioses. El centinela sugiere que los dioses enterraron a Polinices, pero Creonte dice que los dioses no honran a los criminales. Él es demasiado orgulloso para darse cuenta de que él mismo es un criminal por promulgar una ordenanza que viola las leyes divinas.

Orgullo 5: El Coro de ciudadanos tebanos señala que las leyes de los dioses son superiores a las leyes de una ciudad. Si una ciudad quiere ser próspera, entonces el rey debe obedecer las leyes de los dioses mientras gobierna la ciudad. El Rey Creonte falla en hacer esto porque declara ilegal enterrar el cadáver de Polinices, lo que viola la ley divina que exige dar sepultura a los muertos. Debido a su orgullo, Creonte sufrirá después pues los dioses lo castigarán por su falta de respeto.

Orgullo 6: El orgullo de Creonte también lo presenta no como un rey superior a los dioses, sino como un hombre superior a la mujer. Creonte es insultado en el mismo pensamiento de que una simple mujer se atrevió a desobedecerlo, declarando que Ismene y Antígona serán encarceladas hasta que se lleve a cabo la ejecución, "no teniendo ninguna libertad", situación en la que todas las mujeres deberían hallarse. Creonte es muy orgulloso como un hombre que no tiene ningún respeto por las mujeres.

Orgullo 7: Hemón le da un buen consejo a Creonte, que los ciudadanos tebanos están molestos porque va a ejecutar a Antígona. A Creonte no le preocupa la opinión de los tebanos debido a su orgullo, limitándose a decir: "¿Ha de ser la ciudad la que ha de dictarme lo que debo hacer?" y no escucha este sabio consejo. Debido a su orgullo, Creonte sólo se preocupa por sí mismo, más que por las opiniones de los ciudadanos que gobierna.

Orgullo 8: Más tarde, Creonte se burla de Hemón llamándolo un "esclavo de la mujer" y declara que va a matar a Antígona en frente de su hijo. Este orgullo aleja a su hijo, quien huye gritando que su padre nunca lo volverá a ver. En lugar de pensar en las personas de su familia y en ayudarlas, Creonte sólo se preocupa por sí mismo y hace lo que quiere sin escuchar el consejo de nadie porque es demasiado orgulloso.

Orgullo 9: El Coro canta sobre otras personas que fueron demasiado orgullosas en el pasado y que sufrieron por ello; un hombre trató de matar al hijo de Danae y más tarde fue asesinado por ello; un hombre se burló de Baco y fue desgarrado por su propia madre, otro hombre cruzó caminos con Zeus cuando podía predecir el futuro, y fue castigado también. La lección es que la gente orgullosa siempre es castigada por los dioses.

Orgullo 10: Cuando Tiresias ofrece a Creonte el sabio consejo de que debe dar sepultura al cadáver de Polinices porque los dioses están enojados, Creonte se burla de él. El rey tebano es demasiado orgulloso para obedecer, incluso al más sabio de los profetas, insistiendo en que el anciano ciego sólo quiere hacer un poco de dinero asustándolo con mentiras. Él incluso insulta a Zeus señalando que no le importa si las aves carroñeras le llevan al mismo Zeus trozos de carne.

Orgullo 11: Creonte finalmente deja a un lado su orgullo y escucha el sabio consejo del Coro. Incluso entonces es difícil, y él obedece solamente porque teme el castigo que podría recibir. "ceder es terrible", dice, lo que representa que tragarse su orgullo y admitir que está equivocado es algo muy difícil para él.

Orgullo 12: El Mensajero sugiere que Hemón se suicidó porque su propio orgullo le hizo dejar de obedecer los deseos de su padre de ejecutar a Antígona. "La mala elección de planes de un hombre es su mayor mal", dice, lo que significa que Hemón no debería haberse suicidado. El joven murió porque se negó a respetar la autoridad de Creonte como rey y como su padre.

Orgullo 13: El orgullo de Creonte es ahora dejado de lado, y él admite que cometió un terrible error al no escuchar el consejo de nadie. La única forma en que ha encontrado esta sabiduría ha sido sufriendo y sintiendo el castigo de los dioses a los que se había negado a respetar anteriormente.

Orgullo 14: Creonte se vuelve aún más humilde luego que su esposa Eurídice también se suicida. Él acepta la responsabilidad por lo que ha hecho y reconoce que ha tomado algunas malas decisiones violando las leyes divinas. Ahora quiere morir.

Orgullo 15: El Coro menciona que "las palabras insolentes y altaneras de los hombres orgullosos” las pagan con grandes infortunios, como ha sido el caso de Creonte. Demasiado tarde se dio cuenta que estaba equivocado, aunque su orgullo no le permitiría reconocer esto anteriormente. El orgullo de Creonte es el factor clave responsable de su caída y el sufrimiento que padecerá por el resto de su vida.

Mujeres

Mujeres 1: Antígona quiere enterrar a Polinices, pero su hermana le pide no hacerlo porque ello violaría la ordenanza emitida por Creonte. La hermana menor de Antígona, Ismene, cree que las mujeres deben siempre acatar todo lo que los hombres desean, porque las mujeres son impotentes para detenerlos. Los hombres gobiernan y las mujeres son gobernadas.

Mujeres 2: Creonte está totalmente sorprendido de que una mujer como Antígona se haya atrevido a desobedecer su decreto. Ella ha sido detenida por un centinela que la lleva ante Creonte. El rey tebano escucha la historia del centinela con asombro e incredulidad. Que una mujer se atreva a desafiar a un hombre es impensable.

Mujeres 3: Muy enojado por el hecho de que una mujer se haya atrevido a desafiar sus deseos, Creonte declara audazmente que "mientras viva, jamás una mujer me mandará". El tema de Antígona condenada a morir se convierte en algo más que una persona que desobedeció a Creonte; en cambio, se dicta el castigo aún con más impaciencia, porque es una mujer quien desobedeció a un hombre. Creonte no la respeta porque ella es una mujer.

Mujeres 4: Creonte considera que las mujeres deben permanecer sin autoridad. Después de ser detenidas, él dice que, al igual que todas las mujeres, Antígona e Ismene "no tendrán ninguna libertad”, por lo tanto, manteniéndolas en un estado que es inferior al de los hombres. Creonte no tiene ningún respeto por la mujer.

Mujeres 5: En un inicio Creonte insta a Hemón a escupir sobre Antígona y hacerla sufrir por desobedecer a un hombre, y él declara que no puede dejarla libre porque ello motivaría que los ciudadanos tebanos se rían de él. Él no quiere que la gente diga "una mujer nos derrotó", porque esto es muy perjudicial para su poder como hombre. Las mujeres no tienen cabida en la sociedad tebana, salvo para estar bajo el mando de los hombres, según Creonte.

Mujeres 6: Después de afirmar con seguridad que los hombres están destinados a tener todo el poder en la sociedad tebana y a controlar a las mujeres, Creonte dice que Hemón es un "esclavo de la mujer" porque quiere que Antígona sea puesta en libertad. Este es un terrible insulto para Hemón pues Creonte dice que él es inclusive inferior a una mujer.

Mujeres 7: El Coro menciona a algunas otras mujeres en la historia que se vieron obligadas a sufrir. Danae fue una madre que vivió su vida en el exilio con su hijo Perseo porque su padre quería que su hijo muera. La madre de Penteo se volvió loca impulsada por Baco y además desgarró a su hijo con sus propias manos. La esposa de Fineo dejó ciego a su propio hijo con una plumilla de coser. Como resultado de ello, Antígona no es la única mujer que sufre a causa de un hombre.

Mujeres 8: Más tarde, el grupo de ciudadanos tebanos habla de cómo la propia madre de Baco fue golpeada por uno de los rayos de Zeus y murió. Una vez más, se muestra que Antígona no es la única mujer que sufre a causa de otro hombre. De hecho, hay muchas otras mujeres que han sufrido en la historia también.

Mujeres 9: A pesar de que el padre Creonte no muestra compasión o respeto de Antígona, el hijo ama mucho a Antígona desde que se comprometió a casarse con ella. La devoción de Hemón para con Antígona causa primero que intente, sin éxito, apuñalar a su padre y, en segundo lugar, se apuñale a sí mismo, suicidándose. El muere sosteniendo el cadáver de ella en sus brazos. Hemón se suicidó a causa de una mujer que amaba.

Mujeres 10: Ahora, Creonte se convirtió el mismo en "esclavo de la mujer", apelativo con el que una vez se había burlado de su propio hijo. Creonte ya no puede apenas caminar porque está muy afectado por la muerte de su esposa. Así como Hemón había deseado su propia muerte, después de conocer que Antígona estaba muerta, Creonte también espera a morir, porque está muy entristecido por la muerte de su Eurídice.