Rosaura a las diez Elementos Literarios

Novela policial.

Buenos Aires, mediados del siglo XX.

El narrador varía según cada capítulo. Los Capítulos 1 y 2 presentan un narrador en primera persona, en tanto consisten en las declaraciones de Milagros Ramoneda y David Réguel. El tercero es la transcripción de la conversación, en forma de diálogo, del inspector Baigorri y Camilo Canegato. El Capítulo 4 presenta una transcripción en tercera persona, por parte del inspector Baigorri, de la declaración de la señorita Eufrasia. El último capítulo consiste en la carta, escrita en primera persona, de María Correa.

El tono es generalmente sarcástico y humorístico, aunque varía según los distintos capítulos: la declaración de Milagros abunda en chistes y proverbios, la de David Réguel presenta un tono formal, la conversación con Camilo es más bien trágica y deprimente, la declaración de la señorita Eufrasia presenta un tono cínico y el manuscrito de María Correa presenta un tono informal.

El protagonista de la novela es Camilo Canegato. La antagonista, pese a ser la víctima del asesinato, es Rosaura, ya que se opone a los objetivos de Camilo.

La novela presenta dos conflictos relacionados entre sí: por un lado, la investigación del asesinato de María Correa. Por el otro, el intento de Camilo Canegato de atraer a Matilde a partir de la invención de su romance con Rosaura.

El clímax coincide con el descubrimiento de que la verdadera identidad de Rosaura es María Correa, y que fue asesinada por el Ministro y el Turco Estropeado.

Cuando Milagros recibe la última carta de Rosaura siente “un desagrado, una irritación, un fastidio”, como si quisieran hacerla “cómplice de un negocio sucio” (94). Esta sensación funciona como una anticipación, tanto de las mentiras de Camilo, como del funesto fin de María Correa.

Luego de criticar duramente a Eufrasia, Milagros dice que “fuera de esas pequeñeces es una bellísima persona, bellísima desde cierto punto de vista” (27). De este modo, intenta atenuar sus críticas para con ella.

Eufrasia dice que Elsa, la mucama, es “La piedra desechada por los arquitectos”, aquella que “puede ser la clave del ángulo” (231). Su metáfora alude a las Sagradas Escrituras, en las que se insta a no rechazar a Jesús, considerado el cimiento de la religión católica. De este modo, Eufrasia intenta presentar a Elsa como un elemento central para la reconstrucción del caso policial.

Ver sección “Imágenes”.

Según el inspector Baigorri, Matilde corresponde al amor de Camilo. Paradójicamente, ella es una de las que más se burla de él en La Madrileña, estrategia que no parece ser la más indicada para conquistarlo.

Solitarios, imperceptibles y desagradables para el gusto ajeno, Elsa y Camilo atraviesan una existencia que presenta varios paralelismos.

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