Primero sueño

Primero sueño Símbolos, Alegoría y Motivos

Las Pirámides (Símbolo)

El poema hace referencia a las Pirámides de Egipto en más de una ocasión. La figura piramidal, de hecho, abre el primer verso de la obra. Se trata de una figura fundamental, ya que expresa el ordenamiento de todo lo que existe: Dios en el ápice, la Naturaleza y los hombres por debajo. Este orden corresponde a la jerarquía de las cosas y también a la de las ciencias: la teología o estudio de Dios es la gran ciencia que ordena todo el pensamiento.

Este símbolo, por otra parte, contribuye con la creación de imágenes visuales en el poema. Abundan las imágenes triangulares y cónicas. Así, también aprovecha la figura piramidal como referencia de altura en el momento en que el alma asciende hacia los cielos. Esta figura también aparece como "cumbre", "monte" o "montaña", así como en relación al Olimpo, monte donde viven los dioses griegos.

Estas elevaciones aparece en Primero Sueño como símbolo de la inmensidad y la eternidad del trayecto hacia el conocimiento. La imaginación humana, en la búsqueda del conocimiento, tiene la capacidad de crear un monte tan alto que parece alcanzar las más altas esferas del universo. Con esta idea de elevación se simboliza la búsqueda ambiciosa de saberlo todo, tema principal del poema. El camino hacia la cima de estas elevaciones, a su vez, es el modo de acercarse a Dios.

Finalmente, las Pirámides como construcciones espectaculares son símbolo de la perfección que puede alcanzar la creación humana imitando y buscando a Dios.

La luz (Símbolo)

La luz es un símbolo trabajado con originalidad en este poema. En los primeros versos, que Georgina Sabat de Rivers identifica como los más cercanos a Góngora y, por lo tanto, los más barrocos, se celebra la oscuridad. Al comienzo de la obra, la luz se retira al tiempo que las sombras ganan terreno. Esta escena nocturna inicial es armónica y deseada. En un primer momento, la luz simboliza el día, la inquietud y el movimiento, típicos del cuerpo despierto. Es decir, la luz representa aquello que impide el viaje del alma hacia el conocimiento. Por ese motivo, la oscuridad amable es celebrada y bienvenida por el yo lírico.

Sin embargo, la luz cobra también un valor como símbolo positivo en la segunda mitad del poema. Tras haber constatado la imposibilidad de comprenderlo todo, el yo lírico se concentra en una reflexión que lo lleva a comparar el intento de ver todas las cosas con el de mirar directamente el sol. En ambos casos la mirada se satura, se encandila, y le ocurre lo contrario al efecto deseado: no logra ver nada. A partir de allí, la luz aparece vinculada a la verdad, la vida, la salud y la ciencia, movimiento típico del Renacimiento. Así, el poema dice: "Recurso natural, innata ciencia / que, confirmada ya de experiencia, / maestro quizá mudo" (vv. 516-518).

Estos significados ambivalentes, contradictorios del símbolo, en realidad se complementan. Ocurre que la verdad en este poema está relacionada con la luz, pero es una verdad desagradable para el yo lírico. Eso se debe a que el impulso inicial del alma era conocer todas las cosas de la tierra y de los cielos, anhelo que no puede cumplirse por la infinitud de Dios y del universo.

El canto de las aves (Símbolo)

El poema refiere en varias ocasiones al canto de las aves como símbolo de armonía, calma y belleza. Este símbolo es aprovechado como recurso original, ya que se trata de un elemento presente tanto en el anochecer como en el amanecer, que son momentos y escenarios opuestos en Primero Sueño.

La presencia del canto de las aves es fundamental en la creación de la escena nocturna que da comienzo al poema. Si bien todas las criaturas se aquietan y silencian conforme avanza la oscuridad de la noche, el atardecer se mantiene musicalizado por las "nocturas aves" (v. 22) que armonizan este paisaje, casi sin interrumpir el silencio, como una suerte de canción de cuna para el yo lírico.

Por su parte, hacia el final del poema encontramos un elogio al canto de las aves, que despunta junto a la salida del sol. Estos pajaritos trinan con suavidad como "clarines" (v. 921) y "trompetas" (v. 923) y, así, crean la imagen sonora que acompaña la llegada del día. La presencia de estos cantos simboliza la musicalidad amena de la naturaleza y ayuda a pintar un amanecer tranquilo y bello.

En ambos pasajes, opuestos con respecto al estado del yo lírico y espejados como el comienzo de la noche, por un lado, y el comienzo del día, por el otro, el canto de las aves se hace presente. Este simboliza la tranquilidad y la hermosura del atardecer y el amanecer, principio y fin del viaje realizado por el alma del yo lírico.

El sueño como copia de la muerte (Motivo)

El sueño es un tema típico de la literatura barroca. Los sueños suelen estar asociados a la falsedad y a las mentiras y aparecen presentados con tono pesimista.

Selena Millares, al estudiar la lírica barroca de Sor Juana, propone pensar este sueño como un viaje inmóvil de conocimiento. Es un viaje espiritual que se produce mientras el cuerpo está en reposo, sin movimiento. Es por ello que Sor Juana trabaja este tópico con originalidad, ya que se desvía de la antigua relación de los sueños con las mentiras. La poeta, por el contrario, muestra al sueño como algo positivo y deseable. Se trata de la vía óptima para que el alma emprenda el ascenso hacia el conocimiento.

En Primero Sueño se retoma una comparación clásica del sueño con la muerte. Algunas expresiones del poema donde puede leerse esa construcción son: “el retrato contrario de la vida” (vv. 172-174) e “imagen poderosa de la muerte” (vv. 189-190). A través de la idea de retrato o imagen, el poema afirma que el sueño es una copia de la muerte, o una pequeña muerte temporal. La muerte es un símbolo del estado de reposo, quietud y silencio propio del sueño. En este sentido, el poema también menciona a Morfeo, dios de los sueños.

La construcción del sueño como pequeña muerte permite asimilar la búsqueda del conocimiento con la búsqueda de Dios. Según la religión de Sor Juana, el alma asciende a los cielos al morir. Y en el poema, el alma asciende a los cielos durante el sueño.

El cuerpo como prisión de la mente (Motivo)

Un aspecto central de este poema es la contraposición del cuerpo y la mente. El primero se figura como una materialidad que limita las posibilidades de creación e imaginación de la segunda. El viaje que el alma emprende en Primero Sueño es posible gracias a que el cuerpo está dormido y no obstruye la imaginación, la memoria, la reflexión.

El yo lírico expresa que la mente, "juzgándose casi dividida / de aquella que impedida / siempre la tiene, corporal cadena, / que grosera embaraza y torpe impide / el vuelo intelectual con que ya mide / la cuantidad inmensa de la esfera" (vv. 298-302). Es decir que, separada del cuerpo, el alma puede remontar el vuelo intelectual y logra ascender a los cielos y al conocimiento. La “corporal cadena” es el cuerpo y “embaraza”, en este caso, significa “obstruye”. El alma, cuando está libre de las trabas del cuerpo, gana una facilidad de imaginación que no tiene durante la vigilia.

La relación de oposición entre el cuerpo y la mente es típica de muchas tradiciones de pensamiento desde la Antigüedad hasta el presente. El cuerpo suele relacionarse con las pasiones, las tentaciones y los pecados, pensadas de manera negativa como contrarias a Dios. Además, algunos filósofos analizan cómo es imposible confiar en las percepciones de los sentidos (vista, tacto, oído, olfato y gusto) para conocer la verdad. Los sentidos del cuerpo pueden engañarnos. Por el contrario, el alma aparece como pura y más cercana a Dios. El alma se relaciona con la razón, el entendimiento, la perfección, la claridad, la belleza, la bondad, todos elementos positivos en este esquema de pensamiento.

Esa oposición hace que el cuerpo sea una prisión para el alma. Es por ello que la noche, en este poema, es un momento deseado de calma, quietud y silencio. La llegada de la oscuridad y la luna es celebrada por el yo lírico al comienzo del poema porque crean la atmósfera necesaria para que el cuerpo duerma y el alma se libere de las pasiones.