Poemas de Emily Dickinson

Poemas de Emily Dickinson Símbolos, Alegoría y Motivos

Las puertas (Motivo y símbolo)

Un motivo común en la tradición literaria occidental, y en las poesías de Dickinson en particular, es la mención las puertas que, a su vez, simbolizan el límite entre lo conocido y lo desconocido, aquello a la que no se tiene acceso. Por ejemplo, en el poema “Morir no duele tanto”, la voz dice:

Morir no duele tanto,
lo que más nos duele es la vida.
La muerte es otra cosa:
algo más allá de la puerta (2019, p. 37).

Aquí, la muerte es inaccesible porque se encuentra más allá de la puerta. De modo similar, en el poema “Este era un poeta”, la voz dice:

Este era un Poeta ― El Que
Destila asombroso sentido
De los significados comunes ―
Y Fragancia tan intensa
De las familiares especies
Que perecieron en la Puerta (2013, p. 81).

En este segundo ejemplo, el poeta es presentado como aquel que supo adentrarse en aquellas cosas que no pudieron cruzar la puerta. Es decir, que se mantuvieron desconocidas, inaccesibles para el vulgo.

La abeja (Motivo y símbolo)

Tal como lo indica su título, en el poema “La fama es una abeja”, este pequeño insecto aparece como símbolo de la fama. Dice la voz:

La fama es una abeja,
Tiene una canción ―
Tiene un aguijón ―
Ah!, también, tiene un ala (2013, p. 85).

La asociación simbólica entre la abeja y la fama vuelve a repetirse en varios poemas de la autora, constituyéndose, además, como un motivo recurrente en su obra. En este, y de acuerdo con esta descripción, la fama puede cantar (es decir, nos puede transmitir alegría), pero también nos puede hacer doler con su aguijón y nos puede hacer volar, aunque sea con solo un ala (o sea, de forma inestable).

La llegada a la península (Alegoría)

En la poesía de Dickinson el éxito y el reconocimiento se presentan como algo inaccesible, soñado, pero a la vez peligroso. En el poema “Estaría más sola”, la voz dice:

Quizá sea más fácil fracasar
divisando la tierra
que conquistar mi azul península
para perecer de deleite (2019, p. 40).

Una alegoría es un conjunto de metáforas que funcionan unidas formando un significado, por general, abstracto. En este caso, el acto de “divisar la tierra” metaforiza el sueño de recibir reconocimiento; alude al momento en el que el marinero ve que el barco se acerca a tierra. “Conquistar la azul península”, por su parte, funciona como una metáfora de cumplir ese sueño y obtener ese reconocimiento; alude, así, al momento en el que el marinero efectivamente llega a tierra.

A través de esta alegoría, Dickinson postula que obtener reconocimiento puede llegar a matarla de dicha, y que quizás es mejor fracasar soñando antes que obtenerlo.

La oscuridad (Símbolo)

La oscuridad es un símbolo recurrente dentro del Romanticismo, y la poética de Dickinson no es la excepción. En general, simboliza la angustia y la sensación de vacío. Por ejemplo, en el poema “Canto para llenar la espera”, la voz dice:

Hasta que oiga sus pasos que se acercan
y viajemos al día y nos contemos
como cantábamos,
para alejar la oscuridad (2019, p. 65).

Aquí, lo que la voz hace junto a la persona amada es contarse qué hizo cada uno para alejar la angustia que sentían al no estar junto al otro.

La naturaleza (Motivo)

En los poemas de Dickinson, la naturaleza es un motivo recurrente. El yo lírico recurre a menudo a diferentes elementos naturales como los pájaros, el cielo o el mar para transmitir sus emociones y reflexiones sobre la existencia, la muerte, la belleza o la poesía. Además de las figuras anteriormente mencionadas, como la abeja y la península, he aquí un ejemplo al respecto: “La visión del cielo de verano / Es poesía” (“La visión del cielo en verano”, 2013, p. 45).