Poemas de Emily Dickinson

Poemas de Emily Dickinson Diferencias entre el Romanticismo y el Romanticismo oscuro

Dickinson ha sido históricamente asociada al Romanticismo oscuro, movimiento derivado del Romanticismo. Este último es un movimiento cultural y de gran impronta literaria que surge en Europa a fines del siglo XVIII como reacción, de carácter vanguardista, a la Ilustración y el neoclasicismo, corrientes intelectuales y culturales que concibieron al conocimiento y la razón como las principales vías para el progreso y la evolución de la humanidad. Así, el Romanticismo se distancia del espíritu racional y universalista de estos movimientos y le confiere, por ende, una importancia central a los sentimientos y a la libertad expresiva del individuo.

Ahora bien, el Romanticismo y el Romanticismo oscuro comparten muchas características, pero también presentan algunas cualidades distintivas entre sí, de capital importancia a la hora de situar la obra de Dickinson en diálogo con otras producciones de su época. He aquí una enumeración de las características más importantes que diferencian a ambos movimientos:

En principio, un elemento distintivo entre ambos movimientos es el del tono y los temas desarrollados: el Romanticismo se caracteriza por la glorificación de la naturaleza, la exaltación del individuo, la idealización del amor y la exploración de emociones intensas. Aunque también pueden abordar temas sombríos, los románticos suelen equilibrar la oscuridad de sus planteos agregando elementos de belleza y esperanza. En contraste, el Romanticismo oscuro se centra en temas más sombríos y macabros, como la muerte, la locura, la tragedia y lo sobrenatural. De este modo, su tono tiende a ser melancólico, misterioso y perturbador.

En cuanto al enfoque estético, vale aclarar que el Romanticismo se caracteriza por una visión idealizada de la belleza, con una apreciación por la armonía, la grandiosidad y lo sublime. Los románticos suelen buscar la trascendencia y la conexión espiritual a través de la naturaleza y la imaginación. En cambio, el Romanticismo oscuro encuentra belleza en lo macabro, lo grotesco y lo oscuro. Los artistas y escritores pertenecientes a esta corriente estética a menudo se enfocan en la representación de escenarios sombríos, personajes atormentados y situaciones inquietantes.

A su vez, la actitud hacia la razón y la sociedad es también contrastiva entre ambos movimientos. Los románticos, en general, rechazaban la rigidez de la razón y la sociedad establecida, abogando por la libertad individual y la expresión emocional. Sin embargo, los llamados románticos oscuros adoptaron una actitud más pesimista y crítica hacia la sociedad y la condición humana. A diferencia de los románticos clásicos, los primeros no creían que las personas consiguieran mejorar su vida a través del uso de la libertad y la de la sociedad, sino todo lo contrario. En las obras de los románticos oscuros, la libertad suele ser absolutamente destructiva.

Es fácil detectar, según lo expuesto, qué artistas del periodo pertenecen a uno y otro movimiento: mientras que los célebres William Wordsworth, Samuel Taylor Coleridge y Lord Byron son considerados exponentes destacados del Romanticismo, se considera a Edgar Allan Poe, Mary Shelley y E.T.A. Hoffmann como los representantes más importantes del Romanticismo oscuro.

Ahora bien, es importante destacar que estas diferencias no son absolutas ni excluyentes, ya que algunos artistas y escritores pueden combinar elementos de ambos movimientos en su obra. Sin embargo, sirven para ilustrar las características distintivas y los enfoques temáticos y estéticos que suelen separan a ambas corrientes.