Poemas de Emily Dickinson

Poemas de Emily Dickinson Resumen

Con la intención de ofrecer un panorama abarcativo de su obra, esta guía aborda poemas representativos de los tópicos fundamentales de la poesía de Emily Dickinson. Diferenciamos, así, los siguientes conjuntos:

Poemas sobre la muerte

En este apartado analizaremos: “Porque Yo no podía detenerme ante la Muerte”, “Hay un cierto Sesgo de luz”, “Si yo muriese”, “Para ser reverentes ante los simples días” y “No era la Muerte pues Yo estaba de pie”. Estos poemas se caracterizan por la reflexión del yo lírico en relación con la muerte. El tono es a veces dramático y otras veces llega a bordear lo humorístico. Este es el tema al que más poemas le dedicó la autora. De hecho, estos han sido compilados en una edición especial llamada Poemas a la muerte.

Poemas sobre el reconocimiento, el éxito y la fama

En este apartado analizaremos: “No soy Nadie! ¿Quién eres tú?”, “Una dignidad nos espera”, “¡Cuánta alegría! ¡Sí, cuánta alegría!”, “La fama es una abeja” y “Estaría más sola”. Estos poemas reflexionan sobre la importancia de ser reconocido y/o exitoso. Recordemos que la autora no tuvo reconocimiento alguno en vida, y solo llegó a publicar siete poemas de forma anónima.

Poemas sobre el dolor existencial

En este apartado analizaremos: “Morir no duele tanto”, “Pliego mi chal y me ato mi sombrero”, “Los sobresaltaría”, “El Dolor – tiene un Elemento en Blanco” y “Los cirujanos deben ser muy cuidadosos”. Aquí, Dickinson reflexiona sobre el vacío y la angustia de vivir. Si bien el tema es dramático, en algunos poemas la autora utiliza un tono humorístico.

Poemas sobre la poesía

En este apartado analizaremos: “La visión del cielo en verano”, “Yo numero – cuando me da por contar”, “Este era un Poeta”, “Los Poetas solo encienden Lámparas” y “No hay Fragata como un Libro”. En estos poemas, Dickinson reflexiona sobre la estrecha relación entre la poesía y la vida, y sobre la importancia que tienen los poetas en la sociedad.

Poemas sobre el amor

En este apartado analizaremos: “¡Las noches tempestuosas, las noches tempestuosas!”, “Aprendimos el todo del amor”, “Me levanté Temprano”, “Que yo era ‘grande’ me dijiste un día” y “Canto para llenar la espera”. Algunos de estos poemas están dirigidos a alguien con quien la voz parece tener una relación, mientras que otros poemas están dirigidos a alguien con quien desea estar o ha estado en el pasado.

Para culminar esta sección, es importante detenerse en dos cuestiones: por un lado, cabe destacar que Dickinson no tituló ninguno de sus poemas y, por lo tanto, se utiliza el primer verso de cada uno de ellos a modo de título; por otro lado, se debe aclarar que el uso agramatical de las mayúsculas, la puntuación y los guiones responde puramente a una decisión poética de la autora.