La traición de Rita Hayworth

La traición de Rita Hayworth Ironía

Para ahorrarse cinco centavos, Delia camina tanto que se arruina los zapatos, cuyo arreglo cuesta un peso y medio

Por su condición socioeconómica, Delia tiene que caminar más de nueve cuadras para comprar unos zapallitos a cinco centavos menos, pero en la caminata se le gasta “el taco de los marrón sin puntera” (p.123), arreglo que le costará, por lo menos, $1,50. Esta ironía manifiesta el tipo de preocupaciones con las que debe lidiar Delia, que mezcla en su monólogo interior estos pensamientos de la vida cotidiana con los de su amor por López o los de sus visitas a los Casals.

Según Mita,las mujeres que van a misa a confesarse son las que más se merecen el infierno

A Mita le molesta que le señalen que no va a la Iglesia y se enfada con Delia cuando esta le dice que no podrá reencontrarse con el bebé que perdió en el cielo porque este no fue bautizado antes de morir. Por eso señala la ironía de que todas las que van a confesarse los domingos son las que “tienen miedo de morirse con todos los pecados que han acumulado en un día” (p.148). Así señala la hipocresía de estas mujeres “sinvergüenzas” (p.148) que se creen superiores moralmente por ir a misa cuando en realidad son las “más malas de Vallejos, las que matan a palos y de hambre a las sirvientas” (ibid.).

Herminia se considera una “mujer doblemente afortunada” (p.279) porque, al ser asmática y no tener dinero, no podría haberse embarcado en el Titanic

Herminia explica su máxima “No hay mal que por bien no venga” diciendo que se hubiese salvado de morir en el Titanic no solo por ser asmática –condición por la cual no se podría haber embarcado– sino también por el hecho de no poder pagarlo. Esta ironía de salvarse de un peligro al que, en rigor, nunca estuvo expuesta, manifiesta la desesperanza del personaje, al que solo le queda contentarse por evitar situaciones que no pudieron siquiera ocurrir para ella.