La náusea

La náusea Preguntas de Ensayo

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    ¿Qué es la Náusea? ¿Cómo afecta a Antoine Roquentin? ¿Qué descubre Antoine con respecto a la Náusea conforme avanza la historia?

    Una primera impresión de la Náusea aparece cuando el compañero de trabajo de Antoine Roquentin, Mercier, le ofrece viajar con él a Bengala. Si bien Antoine siempre ha soñado con viajar a ese lugar, rechaza la invitación por sentir que su pasión está muerta. En ese momento, aparece delante de él una "especie de indolencia, (...) una idea voluminosa e insípida" (p.4), que le repugna. Esta es la primera insinuación de la Náusea de Antoine.

    Luego, ya en Bouville, trabajando en el libro sobre M. de Rollebon, comprende que la Náusea está en todas partes: en el café Mably, en las personas que lo rodean; en síntesis, en todo lo existente. En ese sentido, Antoine concluye que la Náusea es conciencia de existir.

    Un poco más adelante, cuando se encuentra en el jardín público, contemplando la raíz del castaño, se da cuenta de que todas las existencias son gratuitas, es decir, que no tienen ningún propósito concreto. Todo lo que existe, existe sin sentido y esa gratuidad perfecta es la Náusea. En ese sentido, Antoine llega a una conclusión aún más profunda respecto del concepto: "La Náusea no me ha abandonado y no creo que me abandone tan pronto; pero ya no la soporto, ya no es una enfermedad ni un acceso pasajero: soy yo" (p.105).

    Antoine Roquentin es la Náusea porque existe, porque es consciente de que existe y porque también tiene conciencia de que su existencia es absurda, sin propósito, fruto de la gratuidad perfecta. Esto produce una fuerte sensación de desesperanza y soledad en él, al mismo tiempo que lo sumerge en un profundo aburrimiento, ya que nada de lo que pueda hacer podrá contribuir a darle un sentido a su vida.

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    Hacia el final de la novela, Antoine Roquentin entiende que solo hay una forma de evadir la angustia existencial. ¿Cuál es esa forma y cómo la descubre?

    Antoine Roquentin se encuentra en el café Mably, escuchando su canción favorita (Some of these days). Faltan cuarenta y cinco minutos para que salga su tren para París. Antoine comienza a experimentar un "pequeño padecimiento glorioso" (p.145) con la música. Entiende que esa obra de arte está por encima de la existencia; que, aunque quisiera romperla, no podría alcanzarla. La canción está en el plano de la irrealidad, de lo etéreo. El disco puede estar rayado y todo, pero nada altera la melodía; la obra de arte está detrás de todo, más allá de todo. Incluso la cantante debe estar muerta, pero: "(...) detrás de lo existente que cae de un presente al otro, sin pasado, sin porvenir (...) la melodía sigue siendo la misma, joven y firme, como un testigo despiadado" (p.147).

    Entonces, Antoine comprende que la obra de arte, en este caso la melodía de su canción favorita, trasciende la existencia, es decir, está detrás o por encima de ella. De esta forma, la única forma de evadir la angustia existencial de haber sido arrojado al mundo sin ningún propósito será concentrarse en crear obras de arte. Por eso, decide escribir un libro de ficción, una historia que no pueda suceder, una aventura, que se da en el plano de la irrealidad y, por lo tanto, se instala por encima de la existencia. Al mismo tiempo, considera que, a través de este libro, podría recordar su vida sin repugnancia.

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    Mientras Antoine Roquentin está en el jardín público, observando la raíz de un castaño, hace un descubrimiento muy importante respecto de la existencia. ¿Cuál es y cómo lo afecta?

    Antoine Roquentin habla de este momento como de una "iluminación". Está sentado en un banco del jardín público, contemplando "aquella masa negra y nudosa, enteramente bruta" de la raíz del castaño, cuando descubre el verdadero sentido de lo que quiere decir "existir". En principio, establece una diferencia entre decir que algo es y considerar verdaderamente su existencia. En el momento en que Antoine está contemplando la raíz, siente que la existencia pierde su categoría abstracta y pasa a estar ahí, delante de él. Ya no son palabras, ni tampoco algo que acompaña al verbo "ser"; ahora la existencia es la materia misma de las cosas. Esto, a su vez, le produce cierta incomodidad, porque, de repente, todos los objetos que lo rodean comienzan a existir con demasiada fuerza.

    Luego, Roquentin reflexiona sobre la gratuidad perfecta de la existencia, es decir, de su falta de propósito. A partir de esta gratuidad, Antoine concluye que la existencia es un absurdo absoluto y que cada existente está de más, ya que su vida carece de sentido. Existir es simplemente estar ahí, y nada más. Los árboles, como el castaño que está observando Antoine, no tienen ganas de existir, pero no pueden evitarlo.

    Antoine Roquentin abandona el jardín público convencido de que ha conocido todo lo que podía saber de la existencia.

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    Antoine Roquentin se encuentra con Anny en París después de años de no verla. ¿Cómo la encuentra? ¿Cómo le afecta a él este encuentro? ¿Cómo termina todo entre ellos?

    Una de las primeras impresiones que tiene Roquentin cuando vuelve a ver a Anny es que ha subido de peso y su pecho es fuerte. Además, le resulta extraño que Anny no haya llenado la habitación del hotel con sus cosas, como solía hacer en el pasado. Antoine la encuentra cambiada. Ella, en cambio, le dice que él no ha cambiado nada desde la última vez que se vieron. Luego, agrega que necesita que Antoine no cambie para verse reflejada en él y así poder medir cuánto ha cambiado ella.

    Lo cierto es que Anny ha cambiado: ya no va en persecución de los "momentos perfectos" como antes; se siente vacía de pasión, viviendo entre pasiones difuntas; apenas se sobrevive. Al igual que a Antoine, a ella también le desagradan los objetos por existir con tanta fuerza. La conversación continúa y Antoine comprende que Anny ha cambiado exactamente como él; han llegado al mismo estado de consciencia respecto de lo que implica existir. Anny al principio no quiere aceptarlo, pero al final acaba dándole la razón a Roquentin.

    Anny representa la última esperanza que tiene Antoine de darle un mínimo sentido a su vida. Ella insiste en que se sobrevive, pero Antoine no sabe qué decirle, ya que él mismo no encuentra argumentos para vivir y está asombrado frente a esa vida que recibió para nada. Antoine Roquentin siente que finalmente ha "encontrado" a Anny, a la versión de ella más compatible con su sistema de pensamiento. Así y todo, ella le dice que no es verdad que la haya encontrado, le pide que se vaya y le da a entender que no tiene intenciones de volver a verlo.

    El encuentro con Anny deja a Antoine en un estado de profunda desesperanza. "(...) Anny volvió para quitarme toda esperanza (...) Estoy solo (...) Solo y libre. Pero esta libertad se parece un poco a la muerte" (p.131), concluye Roquentin luego de despedirse de Anny.

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    El Autodidacto es uno de los pocos personajes con los que interactúa Antoine Roquentin. ¿Cómo es la relación entre ellos?

    En principio, podemos decir que el Autodidacto siente cierta admiración hacia Antoine Roquentin basada, entre otras cosas, en el hecho de que Antoine está escribiendo un libro sobre M. de Rollebon. En ese sentido, el Autodidacto, que estudia los libros de la biblioteca por orden alfabético y tiene serias aspiraciones intelectuales, reconoce el valor que tiene trabajar en un empresa tan noble como lo es un libro. Antoine, por su parte, parece aceptar la amistad que el Autodidacto le propone más por apatía que por un deseo genuino de interactuar con él. Cada vez que el Autodidacto le propone una actividad -ya sea ir a la casa de Antoine para ver las fotos de sus viajes o invitarlo a almorzar- Roquentin acepta, pero, al mismo tiempo, confiesa no tener ganas de hacerlo. De alguna forma, si la vida no tiene sentido y nada de lo que hagamos puede atribuírselo, aceptar o rechazar una invitación, por ejemplo, no hace ninguna diferencia. En la relación con el Autodidacto, se puede ver claramente la apatía existencialista de Antoine Roquentin.