La imaginación sociológica

La imaginación sociológica Símbolos, Alegoría y Motivos

El Robot Alegre (Símbolo)

El Robot Alegre es el símbolo que utiliza Mills para describir al hombre contemporáneo cuyo trabajo está cada vez más mecanizado por la burocracia. Para Mills, los hombres se ven alienados y robotizados en todas las esferas de su vida. La racionalización les ha llevado a actuar, no de acuerdo con sus deseos, sino de acuerdo con la eficacia de un sistema. La cuestión aquí es si los hombres pueden estar "alegres" en esta situación. Según Mills, los hombres pueden ser entrenados para aceptar sin conflictos la burocratización; por eso, es necesario que la sociología contribuya a despertar las conciencias de los hombres para que estos actúen en contra de la burocracia que los enajena.

El hombre del Renacimiento (Símbolo)

En contraste con el Robot Alegre del tiempo posmoderno, el hombre del Renacimiento es el símbolo del hombre en la Modernidad, que se hace a sí mismo y hace la historia. El hombre del Renacimiento usa el aprendizaje y la razón para dominar habilidades que lo conducen a su propia libertad, y hace historia utilizando esta libertad para liberar a otros y tomar juntos decisiones que afectan sus vidas. En este sentido, el hombre del Renacimiento resume la relación entre razón y libertad. En su época, piensa Mills, la razón ya no está al servicio de la libertad, sino de la burocracia; por eso las ciencias sociales tienen que corregir este estado de cosas.

Concepto y Método (Alegoría)

Mills escribe estas dos palabras en mayúsculas, como si fueran nombres propios que actúan como entidades de las tendencias que cuestiona en La imaginación sociológica. El Concepto es el símbolo de la gran teoría: es una idea demasiado general que, se supone, lo explica todo. El Método es el símbolo del empirismo abstracto: es el proceso de recopilar datos y presentar los números como ciencia. Concepto y Método forman una alegoría porque las ciencias sociales siempre intentan moverse entre ellos, aunque en general quedan atascadas en uno de los dos extremos. Mills cree que se puede volver a una ciencia social clásica en la que conceptos y métodos –ya sin mayúsculas– trabajen juntos para responder las verdaderas preguntas sociológicas.