El conde de Montecristo

El conde de Montecristo Lista de Personajes

Edmundo Dantès, conde de Montecristo

Se trata del protagonista de la novela. Edmundo es un joven marinero amado por su prometida, Mercedes, y por su padre, así como respetado por sus compañeros de trabajo.

Después de que su jefe anuncie su ascenso como capitán de un barco mercante, Edmundo causa una fuerte envidia en algunos de sus allegados, quienes lo traicionan y lo acusan de ser un agente bonapartista ante las autoridades. Así es como termina prisionero en el Castillo de If, donde pasa catorce años en condiciones de vida sumamente degradantes. Finalmente, encuentra la forma de escapar y puede dirigirse a la isla de Montecristo para buscar el tesoro sobre el que le había hablado su compañero en la prisión, el abate Faria.

Con su nueva fortuna, Edmundo se convierte en el conde de Montecristo y regresa a Francia, luego de muchos años, con el objetivo de vengarse de todos aquellos que arruinaron su vida: Danglars, Fernando Mondego y Villefort. Con su nueva identidad, se introduce en la élite parisina, el ambiente en el que se manejan sus tres enemigos, y ejecuta lenta y meticulosamente su plan de venganza.

Satisfechos sus deseos, Edmundo desaparece junto a su esclava, Haydée, y nadie vuelve a saber nada de él.

Edmundo Dantès tiene otros disfraces con los cuales se presenta ante mundo y consuma su venganza. Uno de ellos es el abate Busoni, con el que se contacta con Caderousse para saber la verdad sobre la traición que le valió la prisión por catorce años. Otro es Simbad el Marino, con el cual parece un personaje sacado de Las mil y una noches y que le permite salvar a los Morrel de la bancarrota. También adopta la personalidad de un agente de la casa de préstamos Thomson & French, con el mismo objetivo. Finalmente, bajo el disfraz del inglés acaudalado, Lord Wilmore, compra propiedades, contrata a Benedetto y engaña a Villefort.

M. Morrel

Es el armador de El Faraón, el barco para el que trabaja Edmundo. Morrel le tiene un gran cariño y respeto a su joven empleado, por lo que planea ascenderlo a capitán. Sin embargo, dicho ascenso no puede consumarse porque el muchacho es apresado. Morrel, convencido de su inocencia, hace todo lo posible para salvarlo, pero sus intentos son inútiles y, con el pasar del tiempo, la desgracia también cae sobre él.

Años más tarde, su compañía de barcos está por quebrar, ya que la mayoría de sus buques naufragan. Ante la crisis económica que se cierne sobre su familia, Morrel piensa en el suicidio. Sin embargo, la aparición de un desconocido que lo libra de toda deuda le salva la vida a último momento. En su lecho de muerte, el armador expresa que su salvador es Edmundo Dantès.

Danglars

Se trata del contador de El Faraón. Danglars envidia profundamente el éxito de su colega, Edmundo, y por tal motivo se convierte en el autor intelectual de la conspiración contra él. Danglars escribe la carta que incrimina a Edmundo, pero la deja en manos de Fernando para que la entregue. Luego del encarcelamiento de Dantès, Danglars disfruta de un gran porvenir, genera una gran fortuna y consigue el título de Barón.

Sin embargo, con la aparición del conde de Montecristo, el éxito de Danglars se disipa. Su esposa le hace perder una gran parte de su fortuna y el conde se las ingenia para que pierda el resto. Finalmente, es secuestrado por la banda de Luigi Vampa, quienes, bajo las órdenes del Montecristo, le cobran una suma exagerada de dinero por cada alimento que le dan. De esta forma, Danglars termina por gastar en comida y bebida lo último que le queda de su fortuna y termina sumido en una pobreza absoluta.

El padre de Dantès

Es un hombre humilde que ama a su hijo por sobre todas las cosas. La situación económica del padre de Dantès es muy precaria, por eso su hijo trabaja con ahínco para poder ayudarlo. Cuando Dantès es apresado, su padre se deja morir de hambre.

Mercedes, condesa de Morcerf

Se trata de una hermosa joven de ascendencia catalana y origen humilde. Es la prometida de Edmundo, pero antes de consumar el matrimonio, su prometido es apresado. Mercedes queda sumida en el dolor e intenta inútilmente recuperar a su amado. Con el pasar de los años, termina por casarse, sin saberlo, con el hombre que traicionó a Edmundo, Fernando Mondego. Como su esposo se convierte en conde y se cambia su apellido a Morcerf, Mercedes pasa a llamarse la condesa de Morcerf. Con el tiempo, tiene un hijo junto al conde, y lo llama Alberto.

La condesa es la única que reconoce a Edmundo cuando se introduce en la sociedad parisina bajo la identidad de Montecristo, pero no dice nada al respecto hasta que su hijo está por batirse a duelo con él. En ese momento, Mercedes visita al conde, le demuestra que lo reconoce y le pide piedad por la vida de su hijo. Cuando la imagen pública de Fernando es destruida, Mercedes se va de París con Alberto para comenzar una nueva vida.

Caderousse

Es un vecino de Dantès, codicioso y celoso del éxito del joven. Aun así, cuando Danglars y Fernando elucubran un plan para arruinarle la vida al joven marino, Caderousse no quiere participar e incluso está dispuesto a delatarlos, hasta que Danglars lo llama a silencio.

Años después, Caderousse recibe la visita del abate Busoni, quien está repartiendo la herencia del supuestamente difunto Dantès. Ante la posibilidad de quedarse con toda la herencia, que es un precioso diamante, Caderousse le cuenta al abate detalladamente cómo Fernando y Danglars traicionaron a Edmundo. Con la posesión del diamante, Caderousse se torna más codicioso, lo que lo lleva a cometer el asesinato de un joyero y de su esposa. Por dichos crímenes termina preso, aunque luego escapa junto a Benedetto, un recluso que conoce en la cárcel.

Tiempo después, Caderousse intenta robar al conde de Montecristo, pero huye despavorido ante la sorpresiva presencia del abate Busoni, y Benedetto, que lo espera en la calle, lo apuñala. Antes de morir, Edmundo se revela ante él y lo perdona.

Fernando Mondego, conde de Morcerf

Es un pescador enamorado de Mercedes, la prometida de Edmundo. Ante el rechazo de la joven, Fernando forma parte de la conjura gestada por Danglars para encarcelar a Dantès. Poco tiempo después, es llamado a combatir para el ejército y consigue consagrarse militarmente. Esto le permite obtener el título de conde, cambiarse su nombre a Morcerf y formar parte de la alta sociedad de París.

El conde de Morcerf se casa con Mercedes y juntos tienen un hijo, Alberto. Sin embargo, su exitosa vida da un vuelco cuando el conde de Montecristo, para ejecutar su venganza, revela que Fernando hizo su fortuna mediante la traición de Alí-Tebelín, el gobernante de Janina, durante la Guerra de la Independencia Griega. Así, el conde de Morcerf es humillado públicamente y pierde el respeto de su esposa y de su hijo. Finalmente, cuando descubre que quien está detrás de su desgracia es Edmundo Dantès, Morcerf enloquece y se quita la vida.

Gerardo Villefort

Villefort, el procurador de Marsella, es el culpable del encarcelamiento de Dantès en el Castillo de If. El magistrado conspira contra Edmundo porque la carta que este trae de la isla de Elba está dirigida a su padre, Noirtier. La implicación de su padre con Bonaparte interfiere en los planes de Villefort de convertirse en un miembro de la aristocracia. Por tal motivo, destruye la carta y condena a Edmundo como único culpable.

Villefort se casa con la hija de los marqueses de Saint-Méran, Renata, y juntos tienen una hija, Valentina. Luego, ocupa el puesto de Procurador del rey en París. Después del fallecimiento de su primera esposa, se casa con Eloísa y tiene un hijo, Eduardo. La vida de Villefort queda destruida cuando, en el juicio de Andrea Calvacanti, se revela que el acusado es en realidad su hijo natural, y que Villefort trató de matarlo y hacerlo desaparecer después de su nacimiento.

Mientras tanto, Villefort descubre también que su esposa Eloísa es quien envenenó a sus suegros y su hija para que Eduardo herede la totalidad de su fortuna. Ante esto, Villefort le sugiere que se quite la vida. Eloísa decide suicidarse, pero antes mata a su hijo, Eduardo. Ante todas estas tragedias, Villefort pierde la cordura por completo.

Noirtier

Se trata del padre de Villefort. Noirtier es un agente bonapartista de alto rango, y la carta de Napoleón que Dantès transporta está dirigida a él. Veinticuatro años después, Noirtier se encuentra postrado, no puede hablar y su movilidad está reducida debido a un derrame cerebral. Noirtier vive con su hijo y mantiene un estrecho vínculo con su nieta, Valentina, una de las pocas personas que sabe comunicarse con él a pesar de su imposibilidad de hablar.

Noirtier vela constantemente por los intereses y el bienestar de su nieta. Por tal motivo, impide su casamiento con Franz d’Epinay y, luego, cuando en la casa comienza a producirse una serie de asesinatos por envenenamiento, Noirtier comienza a darle pequeñas dosis del veneno a Valentina para que la joven genere inmunidad. Gracias a ello, Valentina se salva cuando su madrastra intenta asesinarla.

Franz de Quesnel

Es un general realista, padre de Franz d’Epinay. En una ocasión, se introduce en una reunión bonapartista, pero cuando revela que es realista y jura fidelidad a Luis XVIII, debe batirse a duelo contra Noirtier. El general Quesnel es reconocido por ser un gran espadachín, pero poco puede hacer contra la perfecta técnica de Noirtier y muere en el enfrentamiento.

Renata

Es la primera esposa de Villefort, hija de los marqueses de Saint-Méran. Se trata de una joven hermosa que ama devotamente a su prometido. Renata se casa con Villefort y tiene una hija, Valentina. Luego fallece, aunque no se aclara en qué momento ni bajo qué circunstancias.

El marqués de Saint-Merán

Se trata del padre de Renata, un hombre influyente que ayuda a Villefort a consolidarse como procurador del rey. Muere envenenado por Eloísa de Villefort, quien tiene el propósito de arrebatarle la fortuna.

La marquesa de Saint-Méran

Es la madre de Renata, una mujer acaudalada de la que poco se sabe. Cuando su esposo muere, ella predice que su propia muerte es inminente y desea que su nieta, Valentina Villefort, se case cuanto antes para poder bendecir el matrimonio. Sin embargo, la marquesa muere envenenada por Eloísa de Villefort antes de que su nieta contraiga matrimonio.

El carcelero

Es el guarda cárcel que vigila a Edmundo durante su estadía en el Castillo de If. El carcelero establece poco diálogo con los prisioneros y a menudo se enfada con ellos y los somete a diversos castigos.

Blacas d'Apus

Es un cortesano de Luis XVIII, que intenta advertir infructuosamente a su rey acerca del posible levantamiento de Bonaparte.

Luis XVIII

Se trata del rey de Francia. Luis XVIII es advertido por Villefort acerca de los planes de Bonaparte y, aunque en un principio desestima la advertencia, pronto comprende la importancia y la magnitud de los informes de Villefort. Sin embargo, poco puede hacer al respecto y pierde el poder ante Bonaparte por un periodo de cien días hasta que logra recuperar su lugar.

Abate Faria

Se trata de sacerdote que se encuentra prisionero en el Castillo de If. El abate siempre promete a los guardias e inspectores una gran suma de dinero a cambio de su liberación, pero nadie le cree cuando les explica que posee la clave para acceder a la fortuna más grande de Europa.

En un intento de escape, el abate cava un túnel que, por accidente, da con la celda de Edmundo. Así es como se hacen amigos y planean el escape juntos. Sin embargo, la salud del abate los obliga a postergar su plan. Antes de morir, Faria le comparte a Edmundo la localización del tesoro, en la Isla de Montecristo, para que este pueda reclamarlo si llega a salir del castillo de If.

Los contrabandistas

Se trata de un grupo de marineros que encuentra a Edmundo cuando queda a la deriva, luego de haberse escapado del castillo de If. Como Edmundo demuestra su pericia para maniobrar el barco, los contrabandistas lo invitan a sumarse a ellos.

Jacobo

Es el único de los contrabandistas que se presenta con nombre y establece un vínculo cercano con Dantès. Jacobo, por pedido de Edmundo, va a Marsella para obtener información sobre Mercedes y el padre de Dantès.

Magdalena Radelle

Se trata de la esposa de Caderousse. Magdalena tiene un vínculo violento y agresivo con su esposo. Juntos tienen una posada, pero igual están sumidos en la pobreza. Cuando Caderousse vende el diamante a un joyero, ella lo manipula para que lo asesine y así quedarse con el dinero y la joya. Caderousse asesina al joyero, pero también mata a su esposa.

El señor de Boville

Se trata de un inspector de cárceles que simpatiza con Edmundo y confía en su inocencia. Por tal motivo, revisa sus expedientes, pero como allí lee que se trata de un bonapartista peligroso, deja de indagar sobre el caso. Años después, el señor de Boville recibe la visita de un representante de la casa de préstamos Thompson & French que desea comprarle los créditos que tiene en la casa Morrel. Boville acepta alegre, ya que la casa Morrel está en bancarrota. Cómo agradecimiento le otorga la información sobre el castillo de If que el agente le pide. Así, Edmundo se asegura de que Villefort es el tercer culpable de su encarcelamiento.

Coclés

Es un fiel empleado de caja de M. Morrel. Cuando el negocio de Morrel está en declive, Coclés no cesa de prestar sus servicios a su patrón.

Julia Morrel

Es la hija de M. Morrel y hermana de Maximiliano. Julia es una buena hija que ayuda a su padre y se preocupa por su bienestar. Ella es quien recibe la ayuda de Simbad el Marino, con la que salva a su familia de la pobreza. Gracias a ello, luego puede casarse con su amado, Manuel.

Maximiliano Morrel

Es el hijo de M. Morrel. Maximiliano se enamora de Valentina Villefort, pero como los padres de la joven ya arreglaron su matrimonio, deben verse a escondidas. Cuando Maximiliano se hace amigo del conde de Montecristo, termina por pedirle ayuda a él para que proteja a su amada de las tragedias que suceden en su casa.

Ante la supuesta muerte de Valentina, Maximiliano desea morirse. Lo único que le permite postergar la idea del suicidio es el pedido del conde de Montecristo. Finalmente, Maximiliano recibe la sorpresa de que Valentina está viva gracias al conde y puede reunirse con ella.

Manuel Herbault

Se trata de la pareja de Julia Morrel.

Alberto Morcerf

Alberto es el hijo del conde y de la condesa de Morcerf. Es un muchacho ingenuo e impetuoso, que conoce al conde de Montecristo cuando está de vacaciones en Italia junto a su amigo Franz d’Epinay. Durante el carnaval romano, Alberto es secuestrado por la banda de Luigi Vampa, y el conde lo rescata. En retribución de este favor, Alberto introduce a Montecristo en la alta sociedad parisina.

Alberto establece un vínculo amistoso con el conde hasta que descubre que él es el responsable de la difamación que sufre su padre. Alberto reta a duelo a su amigo, pero termina por pedirle disculpas cuando Mercedes le explica la historia entre Edmundo y Fernando. Finalmente, el joven abandona París y se enlista en el ejército.

Franz d’Épinay

Es un amigo de Alberto Morcerf. Franz conoce al conde en la isla de Montecristo y se ve fuertemente atraído por su excentricidad. Luego, se cruza con él nuevamente en roma, donde finalmente se hacen amigos. Franz está comprometido con Valentina Villefort, pero al momento de casarse, Noirtier, el abuelo de su prometida, revela que él mató a su padre. Ante tal revelación, Franz no tiene otra opción más que dar marcha atrás con el casamiento.

Baptistin

Es uno de los sirvientes del conde de Montecristo.

Alí

Es un esclavo negro al servicio del conde de Montecristo. Alí se destaca por su destreza física y por su fidelidad. En una ocasión, cuando los caballos de la señora Danglars se descontrolan, logra domarlos y evitar una tragedia.

Maese Pastrini

Es el posadero que recibe al conde de Montecristo en Roma. Pastrini es muy atento con sus huéspedes, se encarga de coordinar sus viajes, hacer reservas, transmitir recados y hacerle sugerencias y recomendaciones durante su estadía en Roma.

Luigi Vampa

Luigi Vampa es el líder de un grupo de bandidos italianos. Está en deuda con el conde de Montecristo, ya que en una oportunidad el conde lo salvó de la policía. Por tal motivo, Luigi ayuda al conde a ganarse el favor de Alberto y organiza el episodio del secuestro. Años después, él y su grupo vuelven a ayudar al conde, en esta oportunidad con la venganza a Danglars. Luigi Vampa mantiene secuestrado al banquero y le cobra inmensas sumas de dinero por cada alimento que este le pide.

Peppino

Es un miembro de la pandilla de Luigi Vampa. Peppino es capturado por la justicia y condenado a muerte en una ejecución pública, pero es salvado por el conde de Montecristo. Mucho tiempo después, Peppino se encarga de vigilar a Danglars cuando este está secuestrado.

La condesa G.

Se trata de la condesa Teresa Giuccioli, conocida por ser la amante de Lord Byron. En la novela aparece como una amiga de Franz d’Epinay que, generalmente, se presenta eventos como la ópera. La condesa siempre mantiene una actitud desconfiada hacia el conde de Montecristo y a menudo lo describe como un vampiro.

Bertuccio

Se trata de un hombre que intenta vengarse del señor Villefort porque este no juzga a los asesinos de su hermano. En su intento de venganza, Bertuccio apuñala a Villefort cuando este acaba de enterrar a su hijo recién nacido. Bertuccio rescata al niño y se lo entrega a su cuñada. Años después, Montecristo lo contrata, conociendo toda su historia, para que lo asista como sirviente.

Herminia Danglars

Viuda del Barón de Nargonne, la baronesa se convierte en la esposa de Danglars cuando se casa en segundas nupcias con él. La señora Danglars tiene una aventura con Villefort, producto de la cual nace Benedetto. Años después, tiene a Lucien Debray por amante y con su ayuda le quita dinero a Danglars para realizar sus propios negocios. Sin embargo, tras la intervención del conde de Montecristo, las inversiones de la señora Danglars fracasan y le implican una importante pérdida de dinero al matrimonio.

La baronesa sufre al descubrir que el procurador le mintió por tantos años, su hijo con él vive y creció para ser un delincuente. Su vida termina por destruirse cuando Danglars, en bancarrota, la abandona y, consecuentemente, Debray también la deja, ya que solo mantenía un vínculo con ella motivado por intereses económicos.

Lucien Debray

Se trata del amante de la señora Danglars, que la utiliza para realizar negocios con la fortuna de su esposo. Cuando la señora Danglars queda sola y pobre, la abandona.

Beauchamp

Es un amigo de Alberto Morcerf que trabaja en un importante periódico de París. Beauchamp es retado a duelo por Alberto, porque en su periódico se publica una nota que difama al conde Morcerf. Ante tal situación, Beauchamp se toma un mes para averiguar la veracidad de la noticia y decidir si acepta el duelo o si le corresponde retractarse. Cuando descubre que las acusaciones son ciertas, Beauchamp le da la oportunidad a Alberto de ocultar las pruebas y conservar así su amistad.

Château-Renaud

Es un amigo de Alberto Morcerf. También tiene en alta estima a Maximiliano Morrel, ya que en una oportunidad este último le salvó la vida en África.

Benedetto

Es el hijo de Villefort y la señora Danglars. Cuando nace, su padre intenta enterrarlo vivo, pero es rescatado por Bertuccio. Benedetto crece bajo el cuidado de la cuñada de Bertuccio. Desde niño demuestra signos de maldad y nada pueden hacer para educarlo. De adolescente, asesina a su madre adoptiva para robarle y luego se fuga.

Un día, el conde de Montecristo lo contrata para que adopte una nueva identidad, la de Andrea Cavalcanti, y se introduzca en el círculo de Villefort y de Danglars. Cuando Benedetto es llevado a juicio por el asesinato de Caderousse, revela ante toda la audiencia su verdadero origen y destruye la imagen pública de Villefort.

Haydée

Se trata de una esclava que el conde de Montecristo compra para ejecutar su venganza contra el conde de Morcerf. Haydée es hija de Alí-Tebelín, el gobernado de Janina, quien es traicionado por Fernando a cambio de una importante fortuna. Durante el juicio al conde de Morcerf por las acusaciones de traición, Haydée testifica en contra de él para vengar a su padre.

Eloísa de Villefort

Eloísa es la segunda esposa de Villefort. Se trata de una mujer obsesionada con conseguir que la totalidad de la herencia de su esposo pase a su hijo Eduardo y no a Valentina, hija de la primera esposa de Villefort.

Para lograrlo, mata a los marqueses de Saint-Méran e intenta matar a Noirtier. Finalmente, también intenta envenenar a Valentina, pero fracasa por la intervención de Noirtier y del conde de Montecristo. Cuando su esposo la descubre, le da la oportunidad de suicidarse antes de terminar presa por el resto de su vida. Ante esto, Eloísa, mata a su hijo Eduardo y luego se suicida.

Eduardo Villefort

Es el hijo de Eloísa y Villefort. Eduardo tiene tan solo nueve años, pero demuestra ser tan astuto como malvado. El niño muere envenenado por su madre.

Valentina Villefort

Valentina es la hija de Villefort y de Renata. Se trata de una joven inocente y bondadosa que se caracteriza por el amor que profesa a su abuelo, Noirtier. Es este último quien la ayuda a evadir el matrimonio arreglado con Franz d’Epinay para que pueda casarse con el hombre que ama, Maximiliano Morrel.

Sin embargo, Valentina parece morir envenenada por su madrastra y solo al final de la novela se revela que el conde de Montecristo logró salvarla y la escondió para luego permitirle que se encuentre con Maximiliano.

Barrois

Es el fiel sirviente de Noirtier. Barrois responde solo a las órdenes de su amo, aunque contradigan los deseos de Villefort. Barrois muere envenenado cuando accidentalmente bebe de un vaso destinado a Noirtier.

El Doctor d’Avrigny

Es el médico oficial de la familia Villefort. D’Avrigny sospecha de inmediato que la causa de la muerte del marqués de Saint-Méran se debe a un envenenamiento. Sin embargo, Villefort le pide que guarde silencio para no generar un escándalo. D’Avrigny accede a mantener silencio, pero con las muertes de la marquesa de Saint-Méran y de Barrois se niega a seguir trabajando para los Villefort. A pesar de ello, ante la enfermedad de Valentina, el doctor presta sus servicios nuevamente, bajo la promesa de que el culpable será buscado y castigado.

Eugenia Danglars

Es la hija del matrimonio Danglars. Eugenia está comprometida con Alberto Morcerf, pero ninguno de los dos jóvenes está a gusto con dicho compromiso. Luego, su padre la promete a Andrea Calvacanti, porque esto puede resolverle sus problemas financieros. Eugenia acepta contraer matrimonio con Andrea, solo para favorecer a su padre y a cambio espera gozar de libertad absoluta luego del casamiento. Cuando Andrea es apresado, Eugenia queda completamente liberada de sus compromisos y aprovecha la oportunidad para escaparse con su profesora de piano, Louise d’Armilly.

El mayor Cavalcanti

Se trata de una persona contratada por el conde de Montecristo para realizar el papel de mayor Cavalcanti, padre de Andrea Cavalcanti, ante la élite parisina.

Louise d’Armilly

Se trata de la profesora de piano de Eugenia Danglars. Louise establece un fuerte vínculo con la joven y acepta escaparse de París junto a ella.