Siddhartha

Siddhartha Imágenes

La apariencia física de quienes alcanzan la iluminación

En esta novela, los gestos y la apariencia física son los rasgos distintivos que permiten reconocer a quienes alcanzaron la iluminación. Los rasgos físicos de todos ellos están asociados a la paz interior que poseen. Por ejemplo, el narrador describe a Gotama diciendo: "Su apacible rostro no expresaba alegría ni tristeza algunas..." (p.44), y "(...) su rostro y su modo de andar, su mirada discreta y tranquila, su mano que colgaba serenamente a un lado, y cada uno de los dedos de esa mano rezumaban paz y perfección" (p.44). Son similares a ella las apariencias y expresiones de Vasudeva y Siddhartha después de que alcanzan la iluminación. Cuando Vasudeva se retira definitivamente y se va a los bosques, el narrador menciona "la placidez que emanaba de su paso" y su "figura irisada de luz" (p.192). Respecto a Siddhartha, cuando Govinda se encuentra con él al final de la novela, observa que "su mirada y su mano, su piel y sus cabellos, todo en él irradia una pureza, una paz, una serenidad, una dulzura y una santidad" (p.206) que él no ha visto en nadie, excepto en Gotama.

La vestimenta

En esta novela, a través de la vestimenta de los personajes es posible identificar su estilo de vida, pensamiento y dedicación. Por ejemplo, los discípulos de Gotama visten una túnica amarilla; los samanas se visten humildemente, y con poca ropa. Por ejemplo, Siddhartha, en su etapa de samana viste "un jubón descosido color tierra" (p.23). Cuando Kamala lo conoce se da cuenta de que es un samana por su aspecto, y le dice que para que ella lo reciba debe vestirse de otra manera: "Ha de tener vestidos elegantes, zapatos bonitos" (p.82).

Cuando Siddhartha abandona la ciudad vestido elegantemente, Govinda no lo reconoce y desconfía de que sea un peregrino, como su amigo afirma, por la vestimenta que lleva: "no tienes aspecto de peregrino. Vistes como un hombre rico, vas calzado como un aristócrata, y tus cabellos, que despiden un aroma de agua perfumada, no son los cabellos de un peregrino o de un samana" (p.131). Tampoco Vasudeva reconoce a Siddhartha, dado que la última vez que lo vio él vestía como samana y ahora lo hace como un rico comerciante. Estos ejemplos muestran cómo los personajes forman ideas sobre las personas por su vestimenta y aspecto.

La luz, la claridad, el brillo

Estos elementos se asocian en la novela a la sabiduría. Los rasgos físicos de los personajes que alcanzan el nirvana suelen poseer alguno de ellos. Lo vemos por ejemplo en la sonrisa de Vasudeva: "Con un suave brillo refulgía la sonrisa de Vasudeva, iluminando todas las arrugas de su viejo rostro (...). Clara era la luz de su sonrisa cuando miró a su amigo, y la misma sonrisa brilló también ahora con la luz clara sobre el rostro de Siddhartha" (p.191). Asimismo, cuando Vasudeva se retira a los bosques, está "radiante" (p.192); Siddhartha ve "su cabeza aureolada de esplendores" y "su figura irisada de luz" (ídem.).