Persépolis (Tomos 1-2)

Persépolis (Tomos 1-2) Resumen y Análisis La carta, La fiesta, Los héroes, Moscú, Las ovejas

Resumen

La carta

Marjane comienza este capítulo contando su fascinación por un autor llamado Ali Ashraf Darvichian. En sus historias, Darvichian retrata los múltiples sufrimientos que padecen las personas pobres. Marjane advierte, entonces, por qué siempre sintió vergüenza al viajar en el Cadillac de su padre: “El motivo de mi vergüenza y de la revolución es el mismo: la diferencia de clase social” (Tomo I, p. 37). Luego, advierte que en la casa tienen una criada y se siente aún más avergonzada.

Marjane relata la historia de Mehri, la criada. Ella fue tomada a cargo por los padres de Marjane cuando tenía ocho años. Los padres de Mehri tenían demasiados hijos y no tenían medios para brindarle una vida digna. Cuando Marjane nació, Mehri tenía diez años. Desde entonces, ella la había cuidado como si fuera su hermana mayor.

Al principio de la revolución, en 1978, Mehri se enamora del hijo del vecino. Se comunican por cartas que escribe Marjane, dado que Mehri es analfabeta. Un día, el padre de Marjane se entera de esta situación y decide ir a hablar con el vecino. Le explica que Mehri no es su hija, sino su criada. El vecino, a partir de entonces, no quiere ver más a Mehri. Luego, el padre de Marjane le explica a su hija que el amor de Mehri con su vecino es imposible “porque en este país estamos obligados a codearnos con la gente de nuestro medio social” (Tomo I, p. 41).

Disgustada con esta situación, Marjane decide ir junto a Mehri a la manifestación del día siguiente. Se escapan de la casa y pasan el día manifestándose contra el sha. Cuando regresan, los padres de Marjane están furiosos. Se revela entonces que ese día fue el “Viernes negro”, es decir, el día en que el ejército del sha mató a cientos y cientos de manifestantes.

La fiesta

Luego del “Viernes negro” hay muchas masacres más. El sha está en verdaderos problemas para controlar a la población. Declara, entonces, que llevará al país hacia una democracia, pero pasa el tiempo y no lo hace. Las manifestaciones son cada vez más masivas y violentas. Finalmente, el sha renuncia y se desata la mayor celebración que se haya vivido en la historia del país.

Jimmy Carter, el Presidente de los Estados Unidos, se niega a darle refugio al sha. El padre de Marjane afirma: “Parece que Carter se ha olvidado de sus amigos. A ese lo único que le interesa es el petróleo” (Tomo I, p. 47). Luego, afirma que mientras haya petróleo en el Medio Oriente, nunca habrá paz.

En la escuela, la maestra les ordena a Marjane y a las demás alumnas que arranquen la foto del sha del libro escolar. Marjane está confundida, ya que es esa misma maestra quien les dijo que Dios había puesto al sha al frente del país. A la vez, muchas personas empiezan a mostrarse como parte del proceso revolucionario, pero en realidad nunca se manifestaron en contra del sha.

Marjane se entera de que el padre de Ramine, un compañero de la escuela, fue parte del gobierno del sha y se encargó de matar a muchísimas personas. Marjane y sus amigos deciden ponerse clavos en los dedos y golpear a Ramine. La madre de Marjane interviene y le dice a su hija que debe aprender a perdonar.

Al día siguiente, Marjane le dice a Ramine que lo perdona: lo que hizo su padre, en definitiva, no es culpa suya. Ramine, sin embargo, le responde respecto a su padre: “¡No es ningún asesino! ¡Ha matado comunistas y los comunistas son el diablo!” (Tomo I, p. 50).

Los héroes

Unos días más tarde, los prisioneros políticos son liberados. La familia de Marjane conoce a dos de ellos: Siamak y Mohsen. Ambos fueron condenados por comunistas.

En un flashback aparece una escena en la que Laly, hija de Siamak, le dice a Marjane que su padre está de viaje. Marjane le responde que “Cuando dicen que alguien lleva mucho tiempo de viaje significa que está muerto” (Tomo I, p. 52). Marjane es castigada. Resignada, afirma que nadie está preparado para aceptar la verdad.

El flashback finaliza. Siamak y Mohsen aparecen en la casa de Marjane. Ella afirma entonces que “Después de la revolución, entendí que podías equivocarte” (Tomo I, p. 53). Durante la visita, ambos cuentan cómo fueron torturados en la prisión. Según Mohsen, los torturadores estaban entrenados por la CIA. Marjane se horroriza al escuchar esos relatos.

Marjane le pide perdón a Laly por haberle dicho que su padre estaba muerto, aunque lo cierto es que tampoco estaba de viaje. Laly, entonces, le dice que su padre es un héroe. Marjane lamenta que el suyo no lo sea.

Las historias de tortura le dan nuevas ideas a Marjane para jugar con sus amigos. Los perdedores de cada juego serán torturados de diferentes maneras, como “el bigote en llamas”, “el brazo torcido” y “la boca llena de basura”. Cuando regresa a su casa, Marjane se siente poderosa, pero luego se echa a llorar desconsoladamente. Su madre le dice que no debe preocuparse: la justicia existe en la tierra y los torturadores serán castigados. Marjane no sabe qué es la justicia, pero decide abandonar su libro sobre materialismo dialéctico. Vuelve a aparecer su amigo imaginario, Dios, y Marjane se refugia en sus brazos.

Moscú

Marjane se sigue lamentando de que su padre no sea un héroe de la revolución. Sin embargo, en esos días, aparece Anoush, un tío de Marjane que sí estuvo en prisión. Marjane inmediatamente lo adora y lo considera un verdadero héroe.

Anoush le cuenta a Marjane su historia: Fereydoon, el tío de Anoush, se proclamó en contra del sha y logró la independencia de Azerbaiyán. Anoush estuvo junto a su tío, trabajando en el nuevo gobierno de Azerbaiyán. Un día, los soldados del sha detuvieron a Fereydoon y Anoush escapó a la Unión Soviética. Allí se volvió un estudioso del marxismo. Además, tuvo una mujer y dos hijos.

Tras divorciarse, decidió regresar a Irán. Entró al país disfrazado, pero fue descubierto y encarcelado inmediatamente. Estuvo preso durante nueve años. Anoush termina diciéndole a Marjane que le cuenta estas historias porque “La memoria de la familia no debe perderse. Aunque no sea fácil para ti, aunque no lo entiendas todo” (Tomo I, p. 64).

Las ovejas

Anoush se queda en la casa de Marjane durante un tiempo. Él y el padre de Marjane tienen intensos debates políticos. El padre de Marjane está indignado por el curso que tomó la revolución, que, en teoría, era de izquierda, pero ahora se declaró islámica. Anoush le responde que la gente es, en su mayoría, analfabeta y creyente. El único modo de sostener el apoyo popular es apelando a la religiosidad del pueblo, pero luego los religiosos se apartarán del poder ya que, en realidad, no les interesa la política. Para Anoush, “todo estará bien”.

Marjane se entera de que un amigo de ella, del que está enamorado, emigrará a Estados Unidos junto a su familia porque sus padres tienen miedo de vivir en un régimen islámico. Al poco tiempo, parte de la familia de Marjane también emigra a Estados Unidos. Incluso los padres de Marjane evalúan emigrar, pero el padre se niega a vivir en el extranjero trabajando de taxista. Afirma, incluso, que aquellos que se fueron regresarán pronto.

Una noche, la familia se entera de que Mohsen fue asesinado. Luego, un grupo de hombres que se autodenominan “los ejecutores de la justicia divina” asesinan a la hermana de Siamak. Siamak y su familia abandonan Irán escondidos en un rebaño de ovejas. Anoush sigue diciendo que todo estará bien, pero con menos convencimiento. Marjane afirma que “Todos los revolucionarios del ayer se convirtieron en enemigos de la república” (Tomo I, p. 71).

Finalmente, Anoush también es arrestado. Marjane va a visitarlo a la cárcel. Es la última vez que lo ve. A los pocos días, un titular de diario, junto a la foto de Anoush, anuncia que un espía ruso fue ejecutado. Marjane se encuentra desolada. Dios aparece en su cuarto para consolarla, pero ella está muy enojada con él y lo echa de su habitación.

El primer tomo termina con una imagen de Marjane flotando en el espacio, con el siguiente texto: “Así que me quedé sin punto de referencia, ¿podía pasar algo peor?” (Tomo I, p. 75). Alguien, entonces, le grita que baje al sótano. Irán está siendo bombardeado.

Análisis

El conflicto entre clases sociales está presente en toda la obra, pero el capítulo “La carta” es el más importante al respecto. Previamente, Marjane se había enterado de que su abuelo, tras ser derrocado por el sha, vivió en carne propia la pobreza. Marjane siente orgullo al saber que su familia también ha sufrido y no siempre ha estado en una posición económica cómoda. En “La carta”, esa empatía de la protagonista por las personas pobres llega a su punto más alto cuando narra la historia de Mahri, la criada, y su desencuentro amoroso con el vecino a causa de su clase social.

El personaje de Mahri resulta particularmente paradójico para Marjane, ya que Mahri es una chica apenas más grande que ella, que vive en su misma casa, pero no vive como ella. Es la empleada de sus padres; es, incluso, su empleada. Esto se ve muy claro cuando Marjane le ordena a Mahri acompañarla a la manifestación en contra del sha, tal como un jefe le da una orden a su empleado para que realice determinada acción.

Ahora bien, los padres de Marjane obraron con ella de un modo que Mahri considera muy benévolo: la adoptaron cuando era bebé para salvarla de la pobreza. Sin embargo, luego no le dieron acceso a la educación (Mahri es analfabeta) y la hacen comer en otra mesa, separada de ellos. Nuevamente, Marjane se encuentra sumida en un cúmulo de contradicciones en la que sus ideas radicales no funcionan para comprender si sus padres (y ella misma) son justos y benévolos con Mahri o no lo son. Marjane sigue descubriendo que no todo es blanco o negro, y que ciertas cuestiones son demasiado complejas para su entendimiento.

En el capítulo “La fiesta” hay dos temas fundamentales que están íntimamente relacionados: el olvido y el perdón. Cuando el sha es derrocado, el pueblo vive la fiesta más grande de su historia. El padre de Marjane afirma que se debe dejar el pasado atrás y disfrutar de lo que viene. Hay una imagen clave al respecto: el padre afirma: “¡Disfrutemos de la libertad!”, y la madre añade (en referencia al sha): “Ahora que el diablo se ha marchado” (Tomo I, p. 47). Sin embargo, el marco de esta imagen, en lugar de ser una línea negra, es un gran dragón que parece estar acechando a la familia de Marjane. Este gran dragón simboliza la amenaza que se cierne sobre los iraníes, quienes, ingenuamente, consideran que el derrocamiento es el fin de los males, y se debe olvidar el pasado.

El olvido nacional contrasta con el problema personal de Marjane, quien no sabe perdonar. Cuando ella y sus amigos se enteran de que el padre de su compañero de escuela, Ramine, fue parte del gobierno del sha, deciden castigarlo físicamente recreando la violencia que vivieron día tras día durante el proceso revolucionario. La madre de Marjane interviene justo antes de que, efectivamente, lo castiguen, y le dice a Marjane que debe aprender a perdonar. Satrapi aquí utiliza el recurso de la repetición. Marjane y su madre repiten “Hay que perdonar” varias veces, como una forma de convencerse a sí mismas.

Sin embargo, cuando Marjane intenta perdonar a Ramine, descubre que su compañero de escuela es completamente desafiante e, incluso, está orgulloso de los asesinatos que cometió su padre. Esto le demuestra a Marjane que, así como olvidar el pasado es una tarea imposible, también lo es perdonar a aquellos que no se arrepienten de sus fallas o las reivindican.

La cuestión del heroísmo también es muy importante en estos capítulos. Marjane considera que su padre no es un héroe porque no fue encarcelado ni torturado, aunque participó en las manifestaciones y defendió siempre sus ideas políticas. Para Marjane, un héroe es Ahmadi, quien no solo fue torturado sino también asesinado y cortado en pedazos. Nuevamente, para Marjane no parece haber punto medio, sino dos extremos totalmente opuestos.

En el capítulo “Los héroes”, Satrapi crea una atmósfera de peligro yuxtaponiendo imágenes de la reunión de amigos (una reunión en la tranquilidad de un hogar) con imágenes de tortura. Por ejemplo, el tercio superior de la página 56 del primer tomo está ocupado por el cuerpo de Ahmadi, que ha sido cortado en pedazos, y debajo aparece la imagen de la familia reunida. Esta yuxtaposición genera inquietud y miedo, tanto en Marjane como en el lector, quien siente que los personajes ni siquiera en su hogar pueden sentirse seguros. Además, es un presagio de lo que volverá a suceder en el país cuando el islamismo comience a perseguir a sus opositores.

La aparición del tío Anoush en el capítulo “Moscú” será fundamental para que Marjane encuentre a su héroe, y para el desarrollo de la novela. Anoush se encuentra en un punto medio entre su padre y Ahmadi. Fue encarcelado por sus ideas marxistas, tal como Ahmadi, y a la vez es su familiar. Esto le permite a Marjane sentirse parte del colectivo heroico que se enfrentó al sha. Anoush, sin embargo, no ve nobleza en su sufrimiento y le dice a Marjane que el dolor de su divorcio es mayor que el de su tortura. El personaje de Anoush sugiere que los lazos familiares y amorosos son, al final, más importantes que los ideales políticos y sociales.

En estos capítulos se hace referencia varias veces al materialismo dialéctico, que es la corriente filosófica nacida de las teorías de Karl Marx y Friedrich Engels. El materialismo dialéctico se caracteriza por considerar que todas las cosas son materiales, sean abstractas (como los pensamientos) o no. Se opone radicalmente a la idea de que cualquier elemento que exista en el mundo pueda haber sido creado por Dios. Marx, a través del materialismo dialéctico, explica el desarrollo de la historia de la humanidad como un continuo conflicto de clases sociales, entre los dueños de los medios de producción y los trabajadores.

Marjane lee un cómic llamado, precisamente, Materialismo dialéctico. Dicho cómic es fundamental para que la niña vaya comprendiendo teóricamente los confusos conflictos políticos que la rodean, sobre todo aquellos en los que el conflicto de clases es central. Además, la aparición del cómic es un recurso autorreferencial de la obra. Marjane aprende acerca del materialismo dialéctico leyendo un cómic, así como el lector de Persépolis aprende acerca de la historia de Irán también a través de un cómic.

En el capítulo “Las ovejas”, Satrapi narra, a través de una conversación entre el padre de Marjane y Anoush, el giro que da la Revolución iraní hacia el islamismo. Durante la Revolución iraní, las facciones de izquierda y las facciones religiosas se unieron en contra del sha. Sin embargo, tras derrocarlo, los líderes religiosos se impusieron sobre las facciones de izquierda y tomaron el poder. Esto, según Anoush, se debe a que el pueblo, al ser inculto y profundamente religioso, confía más en las ideas metafísicas de la religión que en las ideas materialistas de la izquierda. Esto es aprovechado por los religiosos, quienes utilizan la fe y la ignorancia para estar en el poder y dominar al pueblo.

El título “Las ovejas” funciona tanto en un sentido literal como simbólico. En un sentido literal, Siamak y su familia cruzan la frontera iraní escapando escondidos en medio de un rebaño de ovejas. Pero, además, las ovejas son un símbolo de la docilidad y la obediencia grupal. Las ovejas van juntas en rebaño, aunque no tengan una dirección clara. Estas características se ven reflejadas en el pueblo iraní. En este capítulo vemos, por un lado, cómo gran parte de la población iraní decide emigrar a Estados Unidos por miedo al régimen islámico. El padre de Marjane afirma que ellos no van a ir allí a trabajar como mano de obra barata, y que todos los que se fueron volverán pronto. Da a entender así que el hecho de emigrar a Estados Unidos no es una decisión inteligente, sino una reacción grupal: el pueblo funciona como un rebaño de ovejas. Por otro lado, otra gran parte de la población ha decidido seguir los mandatos de los líderes religiosos con la misma docilidad con que las ovejas siguen a su pastor.

El encarcelamiento y la ejecución de Anoush son el punto de inflexión de la obra. El héroe de Marjane, aquel en el que ella depositaba su confianza, aquel que creía con mayor firmeza que la revolución traería libertad al pueblo, es nuevamente víctima de la persecución política. La muerte de Anoush representa el fracaso político de Irán y la ruptura definitiva de Marjane con Dios. Al igual que gran parte de la población iraní, Marjane se queda sin dirección, sin punto de referencia. Sin embargo, la protagonista hace un proceso inverso al del pueblo: mientras este decide aferrarse a la religión islámica y buscar allí su nuevo refugio, ella decide abandonar definitivamente sus creencias religiosas.