El jardín secreto

El jardín secreto Resumen y Análisis Capítulos 16-21

Resumen

Capítulo 16: "¡No lo haré!"

Esa tarde, Mary está ocupada con las tareas del jardín y no tiene tiempo para visitar a Colin. Le pide a Martha que le avise al chico. Cuando la protagonista regresa a la mansión, Martha le informa que Colin ha armado una gran rabieta porque su prima no lo ha visitado. Mary solía comportarse así cuando vivía en India, pero ahora ha cambiado y la actitud de Colin le molesta mucho. Va al cuarto del niño y ambos se pelean. Colin la acusa de ser egoísta y la amenaza con prohibir que Dickon vuelva a la hacienda si ella no le dedica más tiempo a él. Esto irrita mucho a Mary, que se va a su habitación enojadísima. Afuera del cuarto de Colin, la enfermera los ha escuchado discutir y se ríe; la mujer cree que estas peleas son buenas para Colin, porque le ponen límites que nunca ha tenido. En su habitación, Mary se encuentra con regalos que le ha enviado el señor Craven. Luego recapacita, recuerda que su primo está enfermo y decide visitarlo al día siguiente para tratar de hacer las paces.

Capítulo 17: "Una rabieta"

Mary se despierta en medio de la noche por los gritos de Colin, que esta vez no está llorando, sino haciendo un nuevo berrinche. La niña se enoja por esta actitud caprichosa y le indigna que ningún adulto se atreva a ponerle límites al chico. Cada vez más irritada, Mary se dirige a la habitación de Colin y, al entrar, le grita agresivamente para que pare de hacer escándalos. Colin dice de muy mal modo que está gritando porque tiene una protuberancia en la espalda. Entonces Mary exige que le muestre esa protuberancia. El chico acepta y tanto la prima como la enfermera confirman que su espalda es normal; no tiene ninguna protuberancia. Mary le dice de manera directa que él no tiene ninguna enfermedad, sino que su actitud histérica es la causa de su estado de salud. Al ser confrontado por Mary, Colin entra en razón y se tranquiliza, para sorpresa de los adultos. Finalmente, para traer calma, la niña describe cosas hermosas que ha visto en el jardín, hasta que su primo se duerme.

Capítulo 18: "No debemos perder tiempo"

Al día siguiente, Mary se encuentra con Dickon en el jardín secreto. Esta vez, el chico está acompañado por el cuervo, el zorrito rojo y dos ardillas. La niña le cuenta sobre lo ocurrido con Colin la noche anterior. Dickon siente pena por el niño y asegura que salir al aire libre le hará muy bien. Está convencido de que visitar el jardín y entrar en contacto con la naturaleza hará que Colin tenga menos pensamientos negativos. Más tarde, Mary se encuentra con su primo y conversan sobre sus dificultades sociales y emocionales. Mary le dice que ella también odiaba a todas las personas, pero que ahora está mejor y tiene algunos amigos. Colin le pide disculpas por haber amenazado con echar a Dickon. Entonces Mary decide contarle que Dickon quiere visitarlo junto a sus animalitos. También le confiesa que tiene la llave del jardín secreto. Él se emociona mucho y deciden visitarlo juntos un día.

Capítulo 19: "¡Ha llegado!"

El doctor Craven llega para ver cómo se encuentra Colin; después de las rabietas suele tener fiebre. La señora Medlock le explica al médico cómo Mary ha logrado calmarlo. El hombre se sorprende porque los chicos le piden permiso para salir y que Colin tome aire fresco. Colin ya no quiere tener un recordatorio constante de que está enfermo; dice que eso lo hace sentirse peor. El médico acepta, pero les dice que deben tener cuidado. El hombre tiene interés en heredar las propiedades de Archibald Craven y, si Colin vive una larga vida, eso no ocurrirá. Sin embargo, a pesar de su egoísmo, el doctor Craven no podrá en riesgo la salud del chico.

Al día siguiente, Mary corre hasta la habitación de Colin y abre las ventadas, entusiasmada porque ha llegado la primavera. Entonces describe la imagen primaveral del jardín, con las plantas crecidas y llenas de flores. Dickon llega de visita junto a un corderito recién nacido, el zorro rojo, el cuervo y las dos ardillas. Colin está encantado de ver a este otro chico y a los animales. Hasta ahora, solo ha conocido el mundo a través de los libros. Los tres chicos la pasan muy bien juntos y Colin asegura que pronto visitará el jardín secreto.

Capítulo 20: "¡Viviré para siempre!"

Los chicos deben esperar una semana porque Colin se resfría. Mientras tanto, organizan los preparativos para llegar hasta el jardín secreto sin que nadie los descubra. El día en que finalmente darán el paseo, Colin llama al jefe de los jardineros y le ordena que nadie esté cerca de las murallas del jardín de su madre. Luego, la enfermera lo prepara para salir acompañado por Mary y Dickon, que empuja la silla de ruedas del niño. De a poco, le muestran toda la hacienda, señalando las plantas y los animales. Colin está encantado. La potencia y la hermosura de la naturaleza lo revitalizan tanto que comienza a exclamar: "¡Mejoraré!", y les dice a los otros: "¡Mary, Dickon, me pondré bien y viviré por siempre!" (133).

Capítulo 21: "Ben Weatherstaff"

Los chicos pasan toda la tarde disfrutando del jardín secreto. Es un día especialmente hermoso, y Colin observa un gran árbol. Diez años antes, una de las ramas de ese mismo árbol cayó encima de su madre cuando estaba embarazada. Lograron salvarlo a él, pero la mujer murió. Dickon le explica que el árbol está muerto, pero las rosas que lo rodean lo hacen parecer vivo de vuelta. En ese momento, aparece el petirrojo y distrae a Colin, llevándolo a concentrarse en otras cosas. Cuando se acerca el final de la tarde, Colin promete volver al jardín todos los días. Dickon le asegura que, si se entrena, podrá caminar por sus propios medios. De pronto, el rostro de Ben Weatherstaff aparece sobre el muro del jardín. Está enojado con los chicos por haber entrado a ese lugar prohibido. Luego ve a Colin y se sorprende porque creía que el chico era "inválido" (138), es decir, discapacitado. A Colin no le gusta nada el comentario y, motivado por el enojo, se levanta de su silla de ruedas. Todos se asombran y Ben se emociona. El chico, de mal modo, le dice a Ben que debe obedecerlo, porque su padre es el dueño del lugar, y lo obliga a guardar el secreto del jardín.

Análisis

En esta serie de capítulos, Mary definitivamente no es más una niña solitaria, y comienza a compartir su secreto acerca del jardín con más personas en las que puede confiar, entre las que se destacan Colin y Dickon. Cabe destacar que, a diferencia de los secretos del señor Craven, el de Mary no implica un peso tenebroso ni dañino para nadie. Por el contrario, se trata de un juego de complicidades entre niños que desarrollan habilidades, conocimientos y emociones nuevas a través de la confianza en común que implica guardar un secreto.

Al compartir su descubrimiento, el jardín ya no es un refugio donde la protagonista se protege de un mundo hostil, sino que es un espacio de encuentro con sus amigos. Así, se resaltan la transformación y los aprendizajes de la protagonista. Ha dejado de ser una niña malcriada y amargada que rechaza y maltrata a los demás para convertirse en una fuerza positiva que conecta a las personas. Por ejemplo, es ella quien presenta a Dickon y a Colin, vínculo que será extremadamente enriquecedor para su primo, ya que Dickon funciona como ejemplo de todos los valores positivos que tanto Mary como Colin van incorporando a lo largo de la narración.

Sin embargo, el pasado de Mary también le ha dejado importantes enseñanzas, y gracias a él tiene una actitud firme y agresiva cuando Colin desata sus berrinches. En las rabietas del niño, Mary reconoce sus antiguas actitudes. Ahora entiende que eso no es aceptable, e identifica la estrecha relación entre esos comportamientos y la angustia, la soledad y el malestar constantes. Por eso confronta a su primo como nadie lo ha hecho. Si bien le grita de manera agresiva para cortar su berrinche, las peleas tienen efectos positivos para ambos, porque los ayudan a regular sus emociones y a ganar conciencia de los sentimientos ajenos. Además, Mary se atreve a decir verdades que ningún adulto osa pronunciar en frente del niño, y, así, Colin se da cuenta de que no tiene nada extraño en su cuerpo y que vive enfermo únicamente porque lleva ese estilo de vida aislado y poco saludable.

A partir de ese quiebre, se acelera el proceso de transformación de Colin. Al igual que en el caso de Mary, estos cambios se producen en contacto con la naturaleza. Es interesante observar que, antes de que Colin pueda visitar los jardines, la naturaleza lo visita a él, rompiendo poco a poco su aislamiento. Así, si bien aún permanece encerrado, Mary comienza a abrir las ventanas de la habitación y Dickon aparece junto a varios animalitos para jugar con el niño. Una vez más, la figura de Dickon se presenta estrechamente ligada a las fuerzas de la naturaleza, a la bondad y a la confianza. De hecho, es él quien afirma que Colin necesita salir y respirar aire puro para mejorar su salud. Asimismo, es el primero en asegurar que el niño podrá caminar por sus propios medios si entrena y gana fuerza.

En efecto, Colin comienza a cambiar su actitud. Por ejemplo, pide disculpas por haber insultado a Mary y a Dickon, cosa que nunca había hecho antes. Además, le dice al médico que ya no quiere pensar todo el tiempo en enfermedades y en la muerte. Asimismo, asume una actitud activa para organizarse con sus amigos y salir a conocer los jardines de la hacienda. Cuando finalmente conoce el jardín secreto, se reafirma esta transformación. De hecho, la fuerza vital del jardín es tan poderosa que, apenas entra por primera vez, Colin se emociona, se alegra y asegura que mejorará y tendrá una larga vida. De todas maneras, todavía mantiene algunos gestos caprichosos y autoritarios. Esto se ve en la forma en la que trata a Ben Weatherstaff al exigirle que no le diga a nadie que han descubierto el jardín secreto.