El hombre de arena Elementos Literarios

Cuento.

Europa, siglo XIX.

En las cartas predomina una primera persona que se corresponde con sus autores. Luego, el relato da lugar a una tercera persona, cuyo punto de vista es el de un personaje anónimo al que le llega la historia por boca de Lothar.

Predomina un tono lúgubre y siniestro.

El protagonista es Nathanael y el antagonista es el hombre de la arena, encarnado en Coppola y Coppelius.

Desde su más tierna infancia, Nathanael está seguro de que un ser siniestro, el hombre de la arena, lo acosa. Esta entidad maligna asume primero la forma de Coppelius, el abogado de la familia y, cuando Nathanael ya es adulto, de Coppola, un vendedor de barómetros.

Aunque Nathanael parecía haberse recuperado de su locura al descubrir que Olimpia era un autómata, luego vuelve a enloquecer, en la cima de una torre, e intenta arrojar a Clara desde allí. Cuando Lothar frustra su intento de asesinato, él mismo salta del techo y muere al impactar contra el suelo.

Distintos presagios ocurren a lo largo de todo el relato. Desde las primeras escenas, en las que vemos a Coppelius hablando de ‘las articulaciones’ de Nathanael, hasta los comentarios de Siegmund acerca de los movimientos mecánicos de Olimpia, entre otros; todo anticipa el hecho de que la joven es una autónoma, cuyos ojos son lo único que la dotan de humanidad.

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El cuento presenta varias alusiones a referentes del arte y la cultura europeos. Por ejemplo, se alude en un momento a Franz Moor, un personaje del drama alemán 'Die Raüber', de Friedrich Schiller. En este drama, Franz es un joven insensible que intenta robarle la herencia a su hermano mayor. El creador y ‘padre’ de Olimpia, a su vez, se llama igual que un famoso naturalista italiano del siglo XVIII, Lazzaro Spallanzani. Otras alusiones pueden encontrarse en el texto, como la referencia al pintor y grabador Daniel Chodowiecki o al alquimista embaucador Giuseppe Balsamo. El propio hombre de la arena es un personaje típico de las leyendas y cuentos populares europeos.

Ver la sección ‘Imágenes’ del presente estudio.

Nathanal le compra un catalejo a Coppola, debido a que está arrepentido por haberlo tratado mal al considerarlo el hombre de la arena. Se lo compra después de recordar los consejos de Clara, quien lo insta a ser más racional y menos supersticioso. Sin embargo, el catalejo termina cumpliendo un rol esencial en la locura que invade a Nathanael. Resulta paradójico que el consejo del personaje más racional de la historia sea el que desencadene la fatal irracionalidad del protagonista.

La historia presenta varios paralelismos en cuanto a sus personajes. Los más significativos son los que se producen entre Olimpia y Clara, por un lado, y entre Coppelius, Coppola y el hombre de la arena, por el otro.

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