El extranjero

El extranjero Albert Camus y el Premio Nobel de Literatura

En 1957 Albert Camus recibe el Premio Nobel de Literatura en reconocimiento de su contribución a las Letras Francesas y al pensamiento filosófico occidental. En su discurso se presenta como un artista humilde, comprometido con la sociedad y con la época que le toca vivir. A continuación revisamos algunas de sus ideas, expresadas en el discurso con el que recibió el galardón:

-Considera que su obra está aun en pleno desarrollo; no se considera un escritor ya consagrado.

-No puede vivir sin su arte, pero el arte no es lo más importante en su vida, ni una emoción solitaria. El artista no puede estar aislado, sino que debe producir en comunidad y nutrirse de la semejanza que tiene con todos los seres humanos.

-El artista no puede desprenderse de la comunidad en la que se origina, y a ella se debe.

-El papel del escritor no debe ponerse al servicio de quienes escriben la historia sino de los que la sufren. El escritor debe dar voz a las penurias humanas, debe tomar el silencio de aquellos que no tienen un lugar para expresarse y darle voz para que el mundo conozca sus penurias.

-Para él, el escritor tiene dos servicios que debe cumplir: el de la libertad y el de la verdad. La verdad y la libertad son valores humanos fundamentales e inclaudicables.

-La verdad es misteriosa, huidiza, y siempre hay que tratar de conquistarla.

-La libertad es peligrosa, tan dura de vivir como exaltante.

-Existen dos imperativos que guían su vida: la resistencia a la opresión y la negativa a mentir.

-Lo único que ha sostenido a Camus a lo largo de años oscuros es la obligación de escribir para compartir su historia, que es la de toda una generación.

-Hay que forjar un arte para sobrevivir a los tiempos catastróficos de la posguerra y la Guerra Fría.

-Las nuevas generaciones deberán evitar que el mundo se deshaga en un panorama de odio y opresión donde unos pocos mediocres pueden tomar decisiones por todos. Restaurar una paz que no sea servidumbre es una carrera sobre el tiempo.

- El hombre debe estar atento por igual al dolor y a la belleza.

(Para acceder al discurso completo, ver "Enlaces relacionados")