Cuando Ya No Importe Resumen

Cuando Ya No Importe Resumen

Un hombre de apellido Carr vive en Monte, en condiciones de hambre y pobreza. Luego de separarse de su esposa, el protagonista consigue un empleo en una tolva, trabajo que disfruta bastante. No tiene jefe y trabaja en horario nocturno, pudiendo además leer libros y revistas.

En una ocasión, ve un anuncio en un diario: buscan un hombre ambicioso al que no le importe viajar. En las entrevistas con un hombre algo misterioso, se entera de que el trabajo consiste en “hacer nada y cobrar mucho dinero”, o, más bien, en “dejar hacer”.

Desde un comienzo, se percibe el halo de ilegalidad en la que se verá involucrado durante años. Acepta y se dirige hacia el destino indicado. Se trata de un pueblo llamado Santa María. El trabajo consiste, en apariencia, en terminar una represa que quedó a medio construir.

El protagonista, bajo un falso título de ingeniero, debe encargarse de dirigir peones mestizos y explotados para terminar dicha obra. Una vez en el lugar, conoce a doña Eufrasia, una mujer todavía joven que se ocupa de alimentarlo y limpiar la casa. Un tiempo después ella comienza a engordar, pues se encuentra embarazada. También conoce a los “gringos” -Tom, Dick y Harry- que trabajan junto a él.

En el momento del parto, Eufrasia comienza a sentir demasiado dolor. Parece estar en peligro, por lo que Carr va al pueblo a buscar un doctor. Cuando encuentra a Díaz Grey, se enfrenta a una conversación que revela la desidia con que se vive en Santa María. El doctor se burla de las mujeres indias y mestizas, y deja en claro que no pretende ayudar a la parturienta.

Cuando logra regresar, se encuentra con que Eufrasia había salido sola en la noche, a frotar su vientre con plantas cercanas al río para aliviar su sufrimiento. Mientras tanto, los tres gringos habían salido a trabajar y se habían enojado por volver y no encontrar comida preparada. Cuenta Eufrasia que ha parido un varón, pero que se lo llevó el agua del río y no pudo salvarlo.

Luego de un tiempo, esos "gringos" o jóvenes ingenieros regresan a su ‘patria’. Carr permanece en Santa María durante años. Entre otras distracciones, pasa el tiempo contando cuentos a Elvira -supuesta hija de Eufrasia-, una niña rubia muy inquieta.

En un momento, Carr recibe un envío que había solicitado: una gran caja con un tocadiscos, libros e imágenes de cuadros famosos que coloca en las paredes. Tiempo más tarde, Elvirita se va a casa de sus padrinos, pues estos quieren que vaya a estudiar.

En una ocasión, la temporada de lluvias lo mantiene en la casa, junto a Eufrasia. Una noche de calor se acercan y tienen relaciones, pero esto no se repite nuevamente. Siguen pasando los meses, y seguramente los años, aunque el narrador protagonista pierde la cuenta y no los contabiliza.

En una ocasión, escucha la confesión del doctor Díaz Grey. Tiempo atrás, su actual esposa llegó a su consultorio queriendo abortar, algo en lo que él se negaba a a participar. El doctor resulta ser en realidad el padre de la criatura. Se casa con Angélica, pero al nacer la niña, esta va a parar al cuidado de Eufrasia. Se trata justamente de la niña Elvira.

Como parte de sus tareas cotidianas, y guiado por el doctor Díaz Grey, Carr debe ocuparse de descargar mercadería ilegal en depósitos del espacio que habita. Años después, el “turco” Abu lo conduce a otro sitio, donde vive en una habitación sin ventanas. Allí, un isleño pretende robarle el dinero que él guarda en su ropa interior.

De manera recurrente, Carr sufre un ‘ataque’ que describe de la siguiente manera:

“Comencé interrogando quién soy, porque no soy otro y estuve repitiendo mentalmente un número infinito de veces mi nombre verdadero, hasta que perdió sentido y lo siguió un gran vacío blanco en el que me instalé sin violencia y era el ser y el no ser".

Los días se parecen entre sí para el protagonista, que hace siempre lo mismo. Recibe el contrabando durante los fines de semana, toma mucho alcohol, escribe su diario y lee sus libros.

A sus 15 años, Elvirita regresa a la casa de Eufrasia. Estas discuten porque le primera lleva preservativos en la cartera, por lo que la segunda la acusa de ‘puta’. Entonces Elvira la confronta con violencia llamándola ‘negra sucia’, enfurecida por saber que Eufrasia no era su verdadera madre.

Carr le cuenta lo sucedido al médico Díaz Grey, quien solo se interesa por saber si el protagonista se acuesta con la muchacha. Más tarde, Elvira intenta matar a Eufrasia en el hospital, por lo que la detiene la "Autoridá" -un 'milico', según el texto-. El militar va a casa de Carr a calumniarlo, tratándolo como si fuera padre de Elvira y esposo de Eufrasia. Luego se lleva detenida a Elvira, sin decir a dónde.

Más tarde, la Autoridá y el perro, Tra -que había ido con ellos-, aparecen muertos. Elvira está desaparecida. A continuación, Josefina convoca a Carr para pedirle ayuda con el doctor Díaz Grey, que ya no se encuentra capaz de firmar la herencia que deberían cobrar ella y Angélica. Carr se niega. Al tiempo, instalado en la casona del médico, Carr recibe una carta tardía de Grey, donde le contaba que ya había arreglado los asuntos económicos de ambas mujeres.

Finalmente, ya de regreso en Monte, con dinero suficiente para no tener que trabajar nunca más, Carr recibe sorprendido una carta de Elvira, que aparentemente está en Haití, o quizás en Brasil. Es una carta curiosa, llena de cinismo y un cierto tipo de cariño hacia él.

El texto termina con un tono de resignación y una alusión a la futura muerte del protagonista.

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