María

María Imágenes

Los paisajes (Imágenes visuales)

María se caracteriza por la abundancia de pasajes descriptivos muy cargados de imágenes visuales para retratar el paisaje natural del Valle del Cauca. Uno de los ejemplos más célebres de ello es: "Sobre los ropajes turquíes de las montañas blanqueban algunas nubes desgarradas, como chales de gasa nívea que el viento hiciese ondear sobre la falta azul de una odalisca, y la bóveda diáfana del cielo se arqueaba sobre aquellas cumbres sin nombre, semejantes a una urna convexa de cristal azulado incrustada de diamantes" (Capítulo XXXIX, p. 151). Los tonos azules y las referencias a elementos preciosos como el oro y los cristales le dan énfasis a la belleza descrita. Se trata de un paisaje exquisito, sensual, de vegetación abundante. Las referencias a bailarinas y odaliscas, por su parte, contribuyen con la construcción de esas imágenes visuales al describir el movimiento ondulante de las nubes. Como se ha analizado, el paisaje se conecta con las emociones del protagonista. En ese sentido, puede ser paradisíaco o infernal, pero siempre es poderoso, intenso, bello y voluptuoso.

Las flores (Imágenes visuales y olfativas)

La presencia de las flores es central en esta novela. Los colores variados de las rosas, azucenas, claveles y demás aportan a la creación de imágenes visuales relacionadas con la belleza de la protagonista. Sin embargo, es todavía más importante el papel de las imágenes olfativas relacionadas con las flores. Por un lado, los aromas y fragancias acompañan la descripción del paisaje natural como espacio hermoso y vital. Se destacan en los jardines y huertas que rodean la casa. Por otro, simbolizan de un modo muy concreto la presencia de María para Efraín. El joven afirma: "Su fragancia había llegado a ser algo del espíritu de María que vagaba a mi alrededor" (Capítulo X, p. 21).

De todas maneras, tal como analiza Margo Glantz, en esta novela "el amor tiene olor a muerte", ya que las flores tienen una belleza temporaria, como la vida de María, marcada por un destino trágico. Las flores se marchitan, se secan o se pudren cuando los amantes no pueden vivir su amor plenamente. En ese sentido, las flores tienen un doble valor: positivo, por su belleza, y negativo, por su fugacidad.

Las texturas (Imágenes táctiles)

La novela también presenta imágenes táctiles, sobre todo relacionadas con la piel de María y sus vestimentas. Ella tiene tez de porcelana, muy suave. Las ropas de todos los personajes son descritas con detenimiento. De hecho, las texturas de los tejidos sirven para marcar las diferencias de clases sociales entre distintos personajes. La familia de Efraín viste telas suaves, delicadas, mientras que los peones y esclavos usan telas más rústicas. A su vez, la novela aprovecha imágenes táctiles relacionadas con los tejidos para describir el paisaje. Por ejemplo, cuando compara la sutileza y belleza de las nubes con tules, gasas y encajes.

Los lamentos y los sonidos de la naturaleza (Imágenes auditivas)

En la construcción del paisaje como espacio bello y armónico podemos encontrar algunas imágenes auditivas. Por ejemplo, el arrullo de los ríos que rodean la casa. Sin embargo, los sonidos de la novela tienden a indicar tristeza y desesperación y a marcar el final trágico. A lo largo de todo el texto hay suspiros, gritos ahogados y llantos, que componen la imagen sonora del sufrimiento de los amantes. Mayo, el perro de Efraín, aúlla en algunas ocasiones anunciando el mal de María. Los elementos de la naturaleza también producen sonidos angustiosos, a través de las tempestades. Finalmente, se destaca el graznido del ave negra que traza una línea trágica a lo largo de toda la obra. El canto espantoso y siniestro de este pájaro fatídico compone la sonoridad con la que termina el texto, en la tumba de María.