Lolita

Lolita Símbolos, Alegoría y Motivos

El doble (Motivo)

Desde el romanticismo alemán, el motivo del doble se instala por completo en la literatura, sobre todo en la literatura fantástica. Doppelgänger es la palabra alemana que se utiliza para designar a este "gemelo malvado" o "doble malvado" de una persona viva. Este doble podía en su momento ser una fantasmagoría o, más adelante, un duplicado producto de la ciencia. En la novela psicológica en particular, encontramos también fenómenos de multiplicación de la identidad.

Por un lado, como vimos en el análisis, Humbert Humbert, como señala su nombre, es un hombre "escindido" (p.26). Humbert el Pequeño y Humbert el Terrible "pelean" en más de una ocasión. Pero, sobre todo, tenemos la figura de Clare Quilty. Quilty es a la vez que el "gemelo malvado" de Humbert, una proyección de su propia culpabilidad y una parodia del doble psicológico. Al hacer a Quilty demasiado culpable, Nabokov asalta la convención del binomio bueno-malo que se encuentra en la tradicional historia del doble.

La presencia de Quilty sugiere que la línea entre el bien y el mal es más borrosa que nítida. Humbert y Quilty parecen casi opuestos durante gran parte de la novela. Humbert adora y venera a Lolita, mientras que Quilty la utiliza y finalmente la abandona. Humbert presenta sus propios sentimientos por Lolita como tiernos y los de Quilty como depravados. Sin embargo, los hombres son más parecidos que diferentes. Ambos son educados y literarios. Ambos, por supuesto, son pedófilos.

Humbert intenta que los lectores crean que cuando mata a Quilty en el Capítulo 35 (Parte II), el poeta bueno ha exorcizado al monstruo malo, pero esta idea se quiebra, sobre todo en la escena en la que Humbert y Quilty forcejean: "Rodé sobre él. Nosotros rodamos sobre mí. Ellos rodaron sobre él. Nosotros rodamos sobre nosotros" (p.367). Por un momento ambos son la misma persona.

El teatro (Símbolo)

El teatro se convierte en un símbolo de artificio y simulación en Lolita. Humbert achaca la nueva capacidad de Lolita para mentir a su experiencia en la obra escolar y su gusto por el teatro. Quilty utiliza la misma obra escolar para llevar a Lolita hasta él, y a su vez Lolita queda maravillada por el teatro debido a la influencia de Quilty.

El teatro simboliza la simulación y el artificio. En última instancia, lo que es más, todo Lolita puede ser considerada un gran artificio, una gran actuación por parte de Humbert. A pesar de ser un criminal que ha secuestrado y violado sistemáticamente durante dos años a una niña de 12 años y ha matado a un hombre, quizá a través de sus dotes teatrales sea comprendido y hasta por momentos haga sonreír al lector.

La prisión (Símbolo)

Aunque Humbert escribe Lolita desde su celda, su encierro comienza mucho antes del asesinato a Quilty. Desde el momento en que pierde a Annabel y se da cuenta de que adora a las nínfulas, Humbert comprende que está en una prisión creada por su propia obsesión. Sabe que sus inclinaciones están prohibidas por la sociedad, por lo que debe presentar una fachada respetable y ocultar sus verdaderos deseos.

Entonces, las menciones a la cárcel, los barrotes y la prisión simbolizan la propia represión de los deseos ocultos en pos de la socialización. Nabokov utiliza el concepto de prisión de forma metafórica para simbolizar el yo secreto de Humbert. Al principio, Humbert se encuentra atrapado por su atracción secreta a las nínfulas, y luego por su amor a Lolita. El deseo en sí mismo se presenta varias veces en el texto simbolizado bajo la imagen de la prisión (ver sección “Imágenes”).

La caza de mariposas (Motivo)

A lo largo de la novela aparecen multiples imágenes y referencias a las mariposas y a la lepidopterología, el estudio de las mariposas y las polillas, lo que pone de relieve no sólo las comparaciones físicas entre el frágil insecto y la joven Lolita, sino también el modo distante y clínico en que Humbert ve a su adorable presa.

Humbert estudia a las nínfulas, en particular a Lolita: a esta niña-mariposa no sólo la observa, sino que la captura y la inmoviliza de forma efectiva. De este modo, como el cazador, destruye esa cualidad delicada y viva que tanto admira. Prácticamente cada vez que Humbert describe a una nínfula, utiliza términos como frágil, suave, flexible, sedoso, que podrían describir fácilmente a las mariposas. Al igual que las mariposas, las nínfulas son escurridizas y se convierten en adolescentes maduras en un abrir y cerrar de ojos.

Lolita, en particular, sufre una importante metamorfosis, pasando de ser una inocente niña a una exhausta esposa y futura madre. Además, al lado de criaturas tan delicadas, Humbert se da cuenta de su propia monstruosidad, refiriéndose a menudo a sí mismo como un bruto torpe, un monstruo.

El motivo de la caza de mariposas tiene su correspondencia con la biografía de Nabokov, quien fue un gran lepidopterólogo. Inclusive, una especie de mariposa lleva su nombre.

Los juegos (Motivo)

Casi todos los personajes de Lolita participan en juegos. A veces consisten en una diversión inocente, como cuando Humbert intenta interesar a Lolita en el tenis y sueña con convertirla en una estrella del deporte. Humbert también practica muchos juegos tontos con Lolita para llamar su atención y mantenerla complaciente. Este sentido del juego refuerza el hecho de que Lolita sigue siendo una niña y que Humbert debe entretenerla constantemente. A través de una canción con la cual juegan Lolita y él es que Humbert eyacula por primera vez sobre la niña sin que ella lo note.

Los juegos también distraen a otros personajes de cuestiones más serias y les permiten ocultar motivos siniestros. Humbert y Gaston juegan al ajedrez para poder pasar el tiempo sin revelar su verdadero yo (recordemos que Gastón es también un pedófilo). Clare Quilty, en particular, hace juegos de palabras con sus alias al registrarse en los hoteles luego de secuestrar a Lolita, dejando enigmas para que Humbert los descifre.

Los personajes juegan para ocultar los sentimientos que no pueden revelar, para promover sus propios fines y para disuadir a quienes buscan descubrir la verdad, incluidos los lectores.