La dama boba

La dama boba Metáforas y Símiles

“Las damas de Corte son / todas de un fino cristal: / transparentes y divinas” (Metáfora) (Acto Primero, vv. 56-58)

A través de esta metáfora, Turín sugiere que las mujeres son hermosas y delicadas, pero también insinúa que su blancura –lo que alude a su honra– es tan frágil como el cristal. Por eso, Laurencio responde que “las más cristalinas / comerán” (vv. 59-60), refiriéndose a la recompensa de casamiento que obtendrán las que saben preservar su honor.

“Como la saeta soy, / que desde la una voy / por lo que el círculo alcanza” (Metáfora) (Acto primero, vv. 670-672).

Laurencio desarrolla una extensa metáfora para explicar el cambio de su amor por Nise a Finea, en la que compara ese cambio con el movimiento de la aguja o la saeta del reloj. En primer lugar, sostiene que la saeta siempre parece estar en un lugar firme, aunque nunca está quieta; así se refiere a que, de un momento para otro, muda de pensamiento. En segundo lugar, dice que Nise marca la una y que Finea las doce, y agrega que la segunda es “hora de más bendición, / más descansada y copiosa” (vv. 679-680). De esta manera, sostiene que Finea le traerá más beneficio económico que Nise.

“Yo pienso que me canso de enseñarla / porque es querer labrar con vidro un pórfido” (Metáfora) (Acto segundo, vv. 1845-1846).

Otavio compara el intento de impartir lecciones a Finea con querer labrar un pórfido, roca dura y compacta que no se puede intervenir con algo tan frágil como el vidrio. Así, sostiene que enseñar a Finea es una tarea imposible.

“Tú desataste y rompiste / la escuridad [sic] de mi ingenio, / tu fuiste el divino genio / que me enseñaste y me diste / la luz con que me pusiste / el nuevo ser en que estoy” (Metáfora) (Acto tercero, vv. 2053-2057).

Para describir la forma en la que el amor de Laurencio la ha convertido en una dama ingeniosa, Finea asocia su falta de entendimiento con la oscuridad, y la enseñanza que recibió de su amado con una luz que no solo le ha dado inteligencia, sino que también la ha transformado en otra persona.

“(...) como sirena, fuiste / medio pez, medio mujer, / pues de animal a saber / para mi daño veniste” (Símil) (Acto tercero, vv. 2691-2694)

Nise le reprocha a Finea el haberla traicionado al quitarle a Laurencio, y la compara con una sirena, siguiendo el mito de que aquellos seres atraían con su canto a los marineros para engañarlos y asesinarlos. Asimismo, al afirmar que es mitad pez y mitad mujer, se refiere a la doble cara de Finea, que parece boba pero, en realidad, es lista. Finea, que en ese momento está fingiendo ser boba, pretende tomar la analogía de forma literal para confundir más a Nise. Por eso le responde: “¿Tú me has dado pez a mí, / ni sirena, ni yo fui / jamás contigo a la mar?” (vv. 2696-2698).