La dama boba

La dama boba Guía de Estudio

Lope de Vega escribe La dama boba en 1613. Se trata de un drama que se publica en la parte IX de las Comedias de Lope de Vega en 1617. Se conserva el manuscrito autógrafo de la pieza, donde se señala el día exacto en el que terminó de escribirla: 28 de abril de 1613. Es una de las comedias de Lope más reconocidas y trabajadas por la crítica.

La obra de Lope de Vega es representativa del Siglo de Oro. Época de esplendor de la literatura española, el Siglo de Oro, que abarca desde el final del siglo XV hasta bien entrado el siglo XVII, es un tiempo turbulento, de intensos cambios que señalan, entre varios factores, la ruptura de la unidad religiosa en Europa –con el surgimiento de la Reforma y la Contrarreforma–, la despoblación y el empobrecimiento de la sociedad, y el avance del capitalismo comercial y financiero. La literatura manifiesta estos cambios concibiendo la noción de un mundo que se ha puesto patas para arriba y que se ha vuelto perverso y disparatado.

En el siglo XVII, la tendencia estética y filosófica del Barroco interpreta este contexto social e ideológico tematizando en su arte conceptos como la irrealidad, la apariencia, el engaño, la locura y el sueño. En su obra, Lope de Vega construye dramas y personajes que reflejan a la sociedad de su tiempo y que, a su vez, forman parte de un juego en el que lo irreal y lo onírico, la razón y la locura, ensayan la idea del Theatrum Mundi: la vida como representación, el mundo como un escenario.

La dama boba forma parte del período de madurez en la prolífica obra dramática de Lope de Vega. En ella, Lopez ejercita el tipo de comedia sobre la que él mismo teorizó en su discurso Arte nuevo de hacer comedias en este tiempo, que pronunció ante la Academia de Madrid. El objetivo de la comedia nueva es establecer una relación emotiva entre los personajes y el público, mezclar lo trágico y lo cómico, y romper con algunos criterios establecidos de unidad de tiempo, espacio y acción que imperaban en el teatro contemporáneo. En el caso de La dama boba, se conserva el principio aristotélico de la unidad de acción, en la medida en que se desarrolla un único tema, y el de la unidad de lugar, ya que la obra transcurre principalmente en Madrid. Pero sí se propone trastocar el tiempo de la acción, que en el teatro de entonces solo permitía un desarrollo de veinticuatro horas, para que los acontecimientos transcurran a lo largo de dos meses, tiempo que considera necesario para el desarrollo emocional de sus personajes.

Otra característica de esta etapa de madurez en la obra de Lope tiene que ver con el tipo de comicidad que elabora en el drama. La dama boba oscila entre la comedia de figurón –más proclive a las alusiones obscenas y escatológicas, por las que el espectador se coloca en una posición de superioridad frente a los personajes bajos o degradados del drama– y la comedia de enredos o sentimental –también llamada comedia urbana–, en donde los equívocos y los engaños ponen al espectador en una situación de complicidad o empatía con los personajes, que obtendrán su final feliz. La complejidad de esta obra radica, justamente, en cómo juega con estas formas de la comedia, acudiendo a recursos como el engaño, el doble sentido y el absurdo.