Fausto

Fausto Ironía

El Estudiante cree que recibe consejos de su maestro, pero los recibe del Diablo (Ironía dramática)

Cuando un Estudiante llega para hablar con el profesor Fausto, es Mefistófeles quien recibe al joven. El Diablo toma forma de profesor, y, por lo tanto, el muchacho no conoce la real identidad de quien lo aconseja. Después de solo una breve conversación, el niño está convencido de abandonar sus estudios para entregarse a placeres terrenales. El estudiante es fácilmente persuadido por Mefistófeles; comienza a descreer del sentido de las actividades académicas para pasar a desconfiar, entonces, de la estructura moral y social de su época.

La iglesia, que en su discurso promueve austeridad, se queda con las joyas que encuentra Margarita (Ironía situacional)

Cuando Margarita encuentra las joyas que le deja Fausto, siente deseos de quedarse con ese regalo, pero sabe que su religión promueve valores contrarios a la riqueza y la lujuria. Su madre, otra fiel devota, también lo cree así, por lo que lleva las joyas a una Iglesia y pregunta a un sacerdote qué hacer con ellas. El sacerdote en cuestión acepta muy rápidamente las joyas y se las queda, alegando que la Iglesia sabrá aprovecharlas. Este gesto del sacerdote es irónico, en tanto el representante eclesiástico estaría yendo en contra de los valores que promueve y exige a sus fieles.

Fausto intenta convencer a Margarita de que tiene fe en Dios, pero, como el espectador sabe, ya hizo un pacto con el Diablo (Ironía dramática)

Margarita es una devota cristiana y Fausto, inclinado amorosamente hacia ella, intenta satisfacer las inquisiciones de la muchacha acerca de la fe de su amado. En la escena prima una gran ironía dramática, puesto que tanto Fausto como el lector / espectador saben lo que la muchacha ignora: Fausto no solo perdió su fe y su devoción a Dios, sino que además realizó un pacto con el Diablo.

Isabelita critica, horrorizada, con su amiga Margarita, el camino pecaminoso que tomó Barbarita, sin saber que Margarita también tomó el camino del pecado (Ironía dramática)

La escena en la fuente que tiene a Margarita y su amiga como protagonistas funciona para poner en evidencia la avanzada transformación de Margarita, el modo en que ella rompió con ese universo que antes la definía. La fuerza de la escena yace en gran parte en una ironía dramática, es decir, en la información que el público comparte con Margarita y que Isabelita ignora. Porque Isabelita habla horrorizada sobre Barbarita, una muchacha del pueblo que quedó embarazada de un caballero que la abandonó, ignorando que la vida de su interlocutora ha tomado un giro muy similar al de aquella joven que es foco de sus críticas.