A Roosevelt

A Roosevelt El modernismo: surgimiento y características del movimiento fundado por Rubén Darío

El modernismo latinoamericano fue un movimiento literario y cultural que emergió a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, y representó una transformación de suma relevancia en la literatura de la región. La voluntad de integración de los países hispanoamericanos en una sola entidad cultural comienza con el este movimiento, y responde a la idea de que el arte en general y la literatura en particular podían ayudar a comprender y decir quiénes y cómo eran los latinoamericanos.

El movimiento se caracterizó por su firme determinación a romper con las convenciones literarias tradicionales heredadas de España y su búsqueda constante de originalidad y experimentación en las formas poéticas y narrativas. En este contexto, Rubén Darío se destaca como uno de los más prominentes exponentes del modernismo. Su obra, junto a la de Rodó y Martí, elevan el status de la literatura latinoamericana ante España y representa un gran avance hacia la autonomía del arte a nivel regional.

Una de las maneras de superar el anacronismo de poetas anteriores, que se apegaban a las formas cultivadas en España y que llegaban siempre tarde a América, fue la de tomar elementos de la poesía francesa, sobre todo del simbolismo. De esta forma, encontramos rasgos de esta tradición en poemas de Darío, así como también en otros escritores de la época, como Martí, Herrera y Reissig o Ramón López Velarde.

El uso aislado de estos elementos lleva a que, por primera ve se establezca con las culturas extranjeras una relación no mimética. Es decir, ya no se copia la alta literatura europea, sino que se intenta hacer uso de herramientas y elementos en función de las necesidades expresivas de la propia cultura. Por lo tanto, hay una apropiación fuertemente desprejuiciada en Darío y los suyos, tanto de los textos, como de los discursos y linajes ajenos. En suma, el modernismo se ha paseado, entre otras cosas, por la mitología, la retórica y la iconografía de las más diversas culturas.

Cantos de vida y esperanza pertenece a la última etapa del movimiento modernista. El poemario se caracteriza, entre otras cosas, por este gesto muchas veces interpretado como conciliatorio con España. Esta filiación tiene que ver con el contexto político, la guerra hispano-estadounidense de 1898, que enfrentó a las dos potencias en América Latina. Esta última etapa de la producción literaria del modernismo, vinculada a la exaltación de las raíces hispánicas, se conoce como “mundonovista”. Cabe destacar, igualmente, que a pesar del alto contenido político y épico de Cantos de vida y esperanza, Darío nunca descuidó en su obra el culto a la belleza y a la perfección formal en la escritura.

Por último, cabe resaltar un hecho importante en relación con las novedades que trajo consigo el modernismo. La consolidación en todo el continente de la imprenta y la prensa gráfica tuvo mucho que ver con la posibilidad de que efectivamente los poetas de toda la región pudieran comunicarse rápidamente entre sí: la publicación periódica hacía que, casi en simultáneo, los literatos pudieran leerse unos a los otros con apenas días de diferencia de una punta a otra del continente. Más aún, es a partir de estas publicaciones, pagas, que los modernistas se convierten los primeros escritores latinoamericanos que pueden vivir de lo que producen. Esto conforma poco a poco un sector social con identidad e intereses propios, que crecerá con el correr del siglo.