Un artista del mundo flotante

Trama

Saltando el otoño patriótico: promoción del patriotismo.

En el período previo a la Segunda Guerra Mundial, Ono, un artista prometedor, rompe con las enseñanzas de su maestro, cuyo objetivo artístico era alcanzar un ideal estético en las representaciones del "mundo flotante" de los entretenimientos nocturnos. Ono se involucra en la política de extrema derecha y comienza a hacer arte propagandístico. Más tarde, como miembro del Comité Cultural del Departamento del Interior y asesor oficial del Comité de Actividades Antipatrióticas, Ono se convierte en informante de la policía y participa activamente en una caza de brujas ideológica contra un exalumno, Kuroda. Después de la derrota de 1945 y el colapso del imperio del Japón, Ono se convierte en una figura desacreditada, uno de los "traidores" que "desviaron al país". Mientras tanto, las víctimas de la represión estatal, incluidas personas que el propio Ono alguna vez había denunciado, son reintegradas y se les permite llevar una vida normal. A lo largo de la novela, Ono parece mostrar un creciente reconocimiento de sus "errores" pasados, aunque este reconocimiento nunca se declara explícitamente, y su narración está marcada por declaraciones de incertidumbre en su memoria de eventos pasados y un alto grado de falta de confiabilidad.

El libro está escrito en primera persona y depende del uso exclusivo de un único narrador sospechoso, que expresa un punto de vista que el lector identifica como limitado y falible, sin que ninguna otra voz o punto de vista sirva de prueba. Ono a menudo deja claro que no está seguro de la exactitud de su narrativa, pero esto puede hacer que el lector sea cauteloso o, por el contrario, sugerir que Ono es muy honesto y, por lo tanto, digno de confianza.

La autoimagen que Ono expresa en su narrativa es muy diferente de la imagen que de él construye el lector al leer la misma narración. Ono a menudo cita a otros expresando admiración y deuda hacia él. La narrativa de Ono se caracteriza por la negación, de modo que sus intereses y su jerarquía de valores están en desacuerdo con los del lector. Los lectores, por lo tanto, descubren que lo que les interesa no es el centro de la narrativa de Ono sino sus márgenes, presentados de manera oblicua más que directa. Por ejemplo, las descripciones que Ono hace de sus cuadros se centran en la técnica pictórica, mencionando los temas como si no fueran importantes, aunque revelan la naturaleza propagandística de su trabajo. No está del todo claro si este enfoque en el estilo más que en la sustancia debería atribuirse a Ono como narrador (mostrando su vergüenza retrospectiva e inconsciente), o si ya estaba presente en él en el momento en que estaba haciendo las pinturas (mostrando que el totalitarismo explota la capacidad de las personas para restringir su conciencia a aspectos limitados de sus acciones). De manera similar, cuando Ono narra un episodio en el que se enfrentó a los resultados de sus actividades como informante de la policía, es discutible si su intento de mitigar la brutalidad de la policía es una invención retrospectiva ideada para evitar su propia responsabilidad, o si en realidad desaprobó el trato dado a la persona que había denunciado, desmarcándose de sus acciones y negándose a reconocer el trato abusivo como una consecuencia directa y previsible de esas acciones.


This content is from Wikipedia. GradeSaver is providing this content as a courtesy until we can offer a professionally written study guide by one of our staff editors. We do not consider this content professional or citable. Please use your discretion when relying on it.