Pigmalión

Pigmalión Resumen y Análisis Acto III

Resumen

Unos meses más tarde, Higgins va, acompañado por Pickering, a visitar a su madre. Mrs. Higgins lo reprende por aparecer de sorpresa en su casa, justo un día en el que tiene invitados. Según ella, Higgins espanta a las personas.

Higgins le cuenta a su madre acerca del experimento que está realizando con Elisa, y afirma que ella llegará pronto para demostrar todo lo que ha aprendido. En ese momento llegan Clara Eynsford, su madre y Freddy. Clara intenta coquetear con Higgins, pero él no le presta atención y, en cambio, deja expuesto el esnobismo de la muchacha. Un poco más tarde, aparece Elisa, vestida con suma elegancia. Causa un gran impacto en todos. Freddy, inmediatamente, se enamora de ella.

Al principio, Elisa deslumbra a todos con sus modales. Higgins le había advertido a Elisa que debía limitarse a hablar de temas generales como el clima y la salud. Sin embargo, tras una breve conversación gentil acerca de dichos temas, y aunque mantiene una sintaxis elegante, Elisa comienza a narrar la terrible muerte de su tía, que supuestamente murió de influenza, aunque ella cree que, en realidad, la mataron para robarle un sombrero. En lugar de horrorizarse, Clara y Freddy se convencen de que el modo de hablar de Elisa se corresponde con una nueva moda de la clase alta.

Cuando los Eynsford se van, Mrs. Higgins les dice a su hijo y a Pickering que el experimento con Elisa no puede funcionar porque, aunque ella tenga los mejores modales y la mejor pronunciación, los temas de los que habla son de mal gusto. El contenido de sus conversaciones se impondrá siempre sobre su estilo. Además, Mrs. Higgins desaprueba que Elisa viva con ellos y que la traten como si fuera una muñeca. Ellos se defienden afirmando que se toman muy en serio a Elisa y la educan con responsabilidad, pero no convencen a Mrs. Higgins, quien afirma que lo peor es que no saben qué van a hacer con la muchacha cuando el experimento termine. Según ellos, le conseguirán un trabajo digno o la podrán mostrar en una exhibición. El acto finaliza con la indignación de Mrs. Higgins, que exclama: “¡Ah! Los hombres, los hombres” (p. 68).

Análisis

En este tercer acto, Elisa ya está transformada y, por lo tanto, puede ser presentada en sociedad. Cambió tanto que los Eynsford, que tuvieron una larga discusión con ella en el primer acto mientras esperaban el taxi, no la reconocen. Aquella florista vulgar no existe más. Pese al contenido poco delicado de los temas que aborda, sus modales son tan elegantes que los Eynsford creen que es una nueva moda de la clase alta hablar de temas terribles y maldecir de vez en cuando. Aquí, la obra ridiculiza claramente el esnobismo de la aristocracia británica.

Por otro lado, el enamoramiento instantáneo de Freddy demuestra su superficialidad, que representa, claro, la de su clase social: cuando Elisa, en el primer acto, era una simple florista, Freddy ni siquiera reparó en ella. Ahora que Elisa está vestida de manera elegante y tiene buenos modales, se siente profundamente atraído.

Además, en este tercer acto aparece la voz de la cordura en la figura de Mrs. Higgins. Hasta este momento, el experimento con Elisa parecía una aventura divertida, extravagante e, incluso, valiosa en términos de investigación. Mrs. Higgins es el primer personaje que ve a Elisa como una persona y se da cuenta de que lo que está haciendo su hijo es inmoral. Esta actitud de Mrs. Higgins también es clave en la lectura feminista de la obra. Ella, como mujer, es el único personaje que ve a Elisa como un ser humano, que detecta la crueldad que hay en el manejo de los hombres con ella. Su exclamación, al final del acto, evidencia que Mrs. Higgins, una señora razonable, con mucha experiencia, está habituada a este reprobable modo de actuar, no solamente de su hijo, sino de los hombres en general. Aún más, frente al maltrato recibido por la muchacha, Mrs. Higgins empatiza con ella y reprende a su hijo.

Otro punto en el que hay que detenerse es en la figura de Clara. Mrs. Higgins padece el hecho de que su hijo no esté comprometido con ninguna mujer. Considera que Clara sería un buen partido, pese a que en su conversación muestra que es snob y pretenciosa. Clara, por su parte, también mira a Higgins como un hombre con el cual podría tener un matrimonio provechoso, ya que tiene una buena posición social. En este sentido, Mrs. Higgins ve a Elisa como un potencial peligro, ya que es muy atractiva, pero su pertenencia a otra clase social no favorecería a su hijo. La advertencia que le hace acerca de que puede cambiar los modales, pero no su esencia, apunta precisamente a esto. Haga lo que haga su hijo, Elisa pertenece a otra clase social, y él no puede casarse con ella. Este es otro punto que se relaciona con la falta de movilidad social en Gran Bretaña: los casamientos deben ser entre personas de la misma clase.