Memorias del subsuelo tiene un importante trasfondo psicológico, y las cuestiones filosóficas que aborda resultan decisivas para comprender al escritor. Es una obra literaria clave para comprender textos posteriores de Dostoyevski como Crimen y Castigo, Los endemoniados y El jugador; así, la manera en que trascurre la relación entre el narrador y Liza recuerda la afinidad entre Sonia y Raskólnikov, en Crimen y Castigo, y entre Liza y Stavroguin, en Los Endemoniados.
En esta obra se puede rastrear la influencia del relato "Diario de un loco" (1835) de Gógol.