La isla desierta

La isla desierta Citas y Análisis

”Los culpables de que nos equivoquemos son esos malditos buques”.

Manuel, p.128.

Esta cita se encuentra en el comienzo de la obra. Luego de que el jefe le marca un equivocación, Manuel contesta que en esa oficina no se puede trabajar y, poniéndose de pie y a los gritos, explica que los culpables de sus equivocaciones son los buques. Se ayen pitadas de un remolcador y el bronco pito de un buque. Todos los empleados miran hipnotizados por la ventana. Inmóviles desde el décimo piso, miran a los barcos salir al mundo.

Manuel no se responsabiliza por sus tareas y deposita la carga en un objeto externo, que observa por la ventana. Es evidente que lo que motiva los errores de Manuel es su falta de concentración. Mira a los buques por la ventana y fantasea con otra vida posible: con tierras utópicas y sueños de libertad. El buque representa cierta idea de movilidad, de posibilidades de una vida distinta que desaprovecha trabajando hace treinta años en la contabilidad.

“Vivimos entre estas cuatro paredes como en un calabozo”.

Empleada 3, p.130

La empleada 3 enuncia esta cita luego de que sus compañeros se dan cuenta de que ninguno de ellos ha viajado por el mundo. El lugar de trabajo, la oficina del décimo piso, es comparada con un calabozo porque no los deja salir. Esta representa una fuerte crítica a todo lo referente a lo laboral, y da cuenta de la alienación, el aburrimiento y la monotonía que sufren los trabajadores. El trabajo se opone, aquí, a la libertad.

“Uno estaba allí tan tranquilo, como en el fondo de una tumba”.

Empleado 1, p.133

El empleado 1 enuncia esta cita comparando la oficina del subsuelo con el fondo de una tumba. Relaciona ambos espacios por lo oscuros, silenciosos y lúgubres. Sugiere de alguna manera que allí abajo estaban muertos, trabajando alienados de la vida real, sin experimentarla realmente. Hay tranquilidad porque no hay idea del mundo exterior, de las posibilidades del afuera. Se empiezan a gestar las críticas al modo en el que viven, que luego desembocarán en la fantasía colectiva de la huída.

Si en la cita anterior el trabajo se oponía a la libertad, aquí se opone a la vida.

“Y pensar que yo he subido a casi todos los buques que dan vuelta por los puertos del mundo”.

Cipriano, p.135

Cipriano empieza el relato sobre sus viajes luego de escuchar que sus compañeros de oficina no han viajado jamás. Al principio encuentra resistencia: sus colegas descreen de la veracidad de sus historias. Luego de recibir pedidos de pruebas y mostrar sus tatuajes, aceptan estas historias como disparadores de la fantasía colectiva. Lo que envidian de Cipriano es su dinamismo, su movilidad; en definitiva, que haya salido de Buenos Aires en busca de aventuras y que se haya encontrado con esa sociedad utópica, perfecta y libre.

“Arrebatado, se quita la chaquetilla, y luego la camisa, que muestra una camiseta roja, que también se saca”.

Didascalia sobre Cipriano, p.137

Esta descripción aparece cuando Cipriano se desnuda para mostrar sus tatuajes y así logra que sus compañeros le crean. Un detalle significativo es el color de su camiseta. El color rojo puede ser asociado al movimiento comunista o socialista. En definitiva, lo que Cipriano les relata es una vivencia en una sociedad utópica. Se sugiere que para llegar a ella habría que hacer una revolución. No parece inocente el color de la camiseta si tenemos en cuenta que el tópico de la revolución está muy presente en esta obra de teatro.

“Y digo que es muy saludable vivir así libremente”.

Cipriano, p.143

Cipriano enuncia esta cita en su relato sobre los modos de vida de la tribu que ha conocido. Cuenta que los árboles tienen abundante comida y la gente se sirve a su gusto, y las relaciones sexuales se dan entre personas que no están en pareja. Se describe una organización social que le da más libertad a los habitantes. El mulato intenta así convencerlos de los beneficios de este modo de vida y motiva la organización colectiva de los trabajadores.

“Basta de noria. Se acabó. Me voy”.

Manuel, p.143

Manuel es el primero que decide renunciar a su trabajo. Tira violentamente un libro al suelo y anuncia su renuncia. El relato de Cipriano sobre una vida más libre, más cercana a los placeres mundanos, termina de motivar su decisión de renunciar y partir a un viaje. Quiere dejar de vivir con tantos horarios, respondiendo a los pedidos de su jefe, mirando números todo el día.

“Desde hace veinte años que le llevo los chismes al jefe”.

Manuel, p.144

Luego de decidir su partida, Manuel confiesa haber sido cómplice del jefe. Aquí las relaciones jerárquicas son muy importantes. Llevando los chismes al jefe Manuel estuvo traicionando a sus compañeros, dandole información a su superior para beneficiarse mientras los perjudicaba. Admite haber guardado ese secreto por mucho tiempo. Intenta, con esta confesión, “purgar” de algún modo sus pecados antes de abandonar la oficina.

“Quiero vivir los pocos años que me queda de vida en una isla desierta”.

Manuel, p.146

Aquí Manuel enuncia su deseo. La isla desierta es el espacio ideal donde forjar utopías sociales de organización. Son espacios alejados del continente, donde se pueden gestar otros modos de vida. Manuel deposita en este espacio sus fantasías de vida. Decide vivir los años que le quedan allí. Luego de décadas de trabajar productivamente, alienado y desconectado de sus deseos de aventura, se lanza a encontrar ese espacio de libertad en una isla.

“Despida a todo el personal. Haga poner vidrios opacos en la ventana”.

Director, p.150

Este enunciado es el último texto de la obra. El Director elige echar a todos los trabajadores que se encontraban danzando y tocando el tambor en la oficina. Este desenlace es esperable, ya que su comportamiento se distancia mucho de lo esperable de los empleados de contabilidad. A la vez, es este mismo descenlace el que vuelve real, o al menos posible, la fantasía de los empleados. Como la obra termina allí, no sabemos si los trabajadores continúan con la fantasía del viaje a la isla desierta luego de ser despedidos, o si se arrepienten.

El pedido de poner vidrios opacos en la ventana responde a esa explicación que le da Manuel al jefe sobre que no se podía trabajar por la vista del puerto y los buques. Así, el jefe busca mantener la productividad de los empleados: bloquearles la visión al exterior es beneficioso para mantener la tranquilidad y al concentración.