Balada de los dos abuelos

Balada de los dos abuelos Resumen

"Balada de los dos abuelos" es un breve poema enunciado por un yo lírico en primera persona. Este evoca a sus dos abuelos: Federico, el abuelo blanco, y Facundo, el abuelo negro. Ambos son "sombras" que solo el yo lírico percibe y que lo acompañan y protegen. El abuelo blanco es europeo, viste una armadura metálica y tiene la mirada fría y clara. El abuelo negro, por su parte, es fuerte, lleva una lanza y un tambor, tiene el pecho desnudo y los pies descalzos.

Las llegadas y las vivencias de ambos en América son muy diferentes. El abuelo negro es arrancado de África, mientras que el blanco llega en las embarcaciones destinadas a regresar a Europa repletas de oro y riquezas. El abuelo negro grita "¡Me muero!" (v. 15), mientras que el abuelo blanco se queja "¡Me canso!" (v. 19). Ambos se encuentran en las playas tropicales del continente americano, donde abundan el verde, los cocos y los pantanos con caimanes, donde también brillan el sol y la luna.

El yo lírico se concentra entonces en el tráfico transatlántico de personas africanas esclavizadas, destacando la enorme cantidad de barcos y de negros que se ven llegar al Caribe a partir de la colonización europea. Luego, lamenta los sufrimientos impuestos a las personas negras en América: el trabajo forzado sin descanso en las plantaciones y la violencia física directa ejercida por los blancos.

Tras estas denuncias, al final del poema, el yo lírico hace que sus dos abuelos se fundan en un abrazo y afirma: "Yo los junto" (v. 51). Ambos hombres son del mismo tamaño; sus deseos son igualmente importantes y valiosos. Gracias al nieto, los dos abuelos juntan sus emociones, sueñan, lloran, gritan y cantan.