La letra escarlata

La letra escarlata Símbolos, Alegoría y Motivos

Pearl (Símbolo)

La niña funciona dentro de la novela como un símbolo: ella es la personificación del pecado de su madre. Es la versión viva de la letra escarlata. Esto se enfatiza en el capítulo 7, cuando van a la casa del gobernador y Hester viste a Pearl con un vestido que es una clara analogía del símbolo en su pecho.

Pearl es la consecuencia física del pecado carnal, el indicador de una transgresión y un recordatorio del castigo. A su vez, y esto se señala poco a poco a partir del capítulo 7, Pearl es también una bendición. Ella no solo simboliza el crimen, sino también la salida hacia la redención. La existencia de su hija le da a Hester una razón para vivir cuando siente que no tiene fuerzas y su espíritu decae.

Por otro lado, Pearl representa la verdad. Constantemente apela a la verdad: incita a su entorno a vincularse desde la verdad, a su padre a reconocerla, a su madre a que le explique el mundo tal cual es, lejos de las apariencias.

Este carácter simbólico de Pearl se rompe como un hechizo cuando Dimmesdale, antes de morir, la reconoce como su hija. A partir de allí, gana su lugar independiente en la trama de sus vidas y ya no debe cumplir el rol de simbolizar el castigo para su madre.

El bosque (Motivo)

La letra escarlata toma un motivo muy explorado en la literatura: el bosque. Así como en los tiempos medievales el bosque se oponía al espacio de la ciudadela y el castillo, aquí se opone a la comunidad y el pueblo de Boston. Que el bosque tenga que ver con lo sobrenatural y el espacio de la libertad se vincula con el hecho de que, durante el medioevo, allí iban los campesinos a buscar un sustento que complementara su dieta escueta: raíces, animales (recordemos que la caza estaba prohibida en general para el campesinado), frutos. En La letra escarlata, Chillingworth ha aprendido de los indios mucho sobre hierbas medicinales, y va al bosque en busca de ellas.

En el medioevo, a los bosques iban los ermitaños; los amantes, como Hester y Dimmesdale, y también los caballeros, a buscar aventuras. De allí su carga sobrenatural e hiperbólica de los relatos de los caballeros al retornar a la ciudadela.

Lo que queda claro es que el bosque brinda la oportunidad de escapar de la civilización. Hester es una especie de ermita dedicada al pensamiento y la penitencia; Pearl es una niña duende, niña elfo, que se mimetiza con el entorno de lo natural mágico. La señora Hibbins encuentra en el bosque al Hombre Negro, y Dimmesdale encuentra la verdad y se revitaliza al entrar en contacto con Hester y Pearl, y al abandonar por un momento el ocultamiento al que se somete en la ciudad.

La letra escarlata (Símbolo)

A pesar de que la letra está pensada para ser un símbolo de vergüenza y castigo, se convierte para Hester en un símbolo de identidad. A medida que pasa el tiempo, igualmente, el símbolo va adquiriendo nuevos significados. Las buenas acciones de Hester y su disposición a la penitencia hacen que muchos lean en lugar de “adúltera” la palabra “apta” en la “A”.

Al igual que la niña, la letra es un recordatorio constante de su pecado. Lógicamente, al lado de Pearl, la letra resulta inofensiva. De todos modos, esta termina señalando lo contrario a lo pretendido: la falta de sentido fundamental del sistema puritano de justicia de la comunidad; un mero artificio humano, en comparación a Pearl, que es una enviada de Dios.

La inestabilidad del significado aparente de la letra es explícita. Algunas personas de la comunidad actúan frente a ella como frente a la cruz de una monja. Esto pone en duda la capacidad de la sociedad para utilizar símbolos como refuerzo ideológico.

Además, la letra funciona casi como un objeto mágico. Al simbolizar el pecado, emparenta a Hester sutilmente con otras mujeres de la comunidad que, al mirarla, a veces deslizan cierto gesto cómplice o condescendiente. A veces ella siente arder la marca en el pecho cuando se encuentra cerca de gente que, intuye, ha pecado. Este carácter mágico se enfatiza aún más cuando, en el bosque, se quita la letra del pecho y su vitalidad y su sexo vuelven a ella, como si se rompiera un hechizo.

El meteorito (Símbolo)

Mientras Dimmesdale se encuentra, de noche, en el cadalso con Hester y Pearl en el Capítulo 12, un meteoro dibuja una "A" en el cielo. Es común que el puritanismo asigne un fundamento divino a las manifestaciones de la naturaleza de esta índole. Para Dimmesdale, el meteoro apela a la “A” que él no lleva bordada en el pecho y que Hester sí.

Es importante que, por el contrario, el meteoro sea interpretado de manera diferente por el resto de la comunidad, que piensa que significa "Ángel" y marca la entrada del gobernador Winthrop al cielo. Lógicamente, siguiendo al narrador, este último razonamiento tiene que ver con la “terca fidelidad” de la comunidad, que decide deliberadamente interpretar los signos del modo más conveniente para perpetuar su punto de vista.

La puerta de hierro y la rosa (Alegoría)

En el primer capítulo se hace una descripción profunda del edificio que oficia de cárcel en Boston en el 1600, poniendo el acento en la puerta. Todo este capítulo es una alegoría del puritanismo: la pesada puerta de roble con puntas de hierro está vieja, mohosa y llena de óxido. “Como todo lo concerniente al delito, parecía no haber conocido nunca una época juvenil” (p.46). Las ideas puritanas son obsoletas; reprimen la naturaleza de los hombres con su pesadez de roble y nada florece allí.

No obstante, casi en el umbral, al costado del portal, crece una rosa silvestre. Esa rosa es lo que sobrevive luego de la caída del bosque que la rodea, y con su agreste resistencia conserva algo de aquel. Se nos dice que simboliza la fragilidad humana y el dolor, y es nuestro “capullo moral” (p.47).