La letra escarlata

La letra escarlata Ironía

Los puritanos huyen de Europa al Nuevo Mundo en busca de libertad, donde solo encontrarán una opresión mayor

Hawthorne resalta el hecho de que el puritanismo se haya establecido en Nueva Inglaterra esperando poder ejercer su culto en libertad, luego de haber sido perseguidos durante mucho tiempo en Inglaterra. Sin embargo, establecen un sistema religioso y político tanto o más rígido que aquel que abandonaron. Tal es así que la posibilidad de vivir en libertad de los personajes principales de la novela solo puede concretarse huyendo de Boston.

Dimmesdale es convocado para que convenza a Hester de confesar quién es el padre de su hija

En el tercer capítulo de la novela, quien fue el amante secreto de Hester y es padre de su hija, Arthur Dimmesdale, es convocado por el reverendo Wilson para presionar a la joven para que confiese el nombre de quien fue su amante delante de toda la comunidad.

Los trabajadores "venerables" de la Aduana son en realidad holgazanes

El narrador describe como sujetos respetables, viejos caballeros sentados en importantes sillas anticuadas, a los que en realidad resultan ser holgazanes que conversan "con esa languidez propia de los mendigos y todos los seres humanos cuya subsistencia depende de la caridad, el monopolio o de cualquier otra cosa menos el esfuerzo personal" (p.12)

Este tipo de discurso irónico, que denuncia la hipocresía de un sistema que se basa en las apariencias, se repite varias veces a lo largo del texto.

El narrador dice viajar porque su firma acompaña los productos de la Aduana, pero en realidad nunca sale de Salem

En la introducción, el narrador habla sobre la importancia de trasladarse, de mudarse y de viajar. Irónicamente, dice que el conocimiento de su existencia viaja a donde él nunca ha estado. Se refiere a que su firma acompaña bolsas de pimienta, cajas de cigarros y otras cosas que se despachan de la Aduana. Él, en realidad, no sale de la ciudad de Salem.