Encender un fuego

Encender un fuego Lista de Personajes

El hombre

Es claramente intencional que el hombre de "Encender un fuego" no tenga un nombre: esto refleja que el entorno y las circunstancias son más determinantes en su destino que su libre albedrío y su individualidad. Su objetivo al comienzo de la historia es llegar al campamento para encontrarse con "los compañeros", presumiblemente para buscar oro. El peor defecto del hombre, que lo conduce a su muerte, es su incapacidad para pensar en las consecuencias futuras de sus acciones o de los sucesos actuales. Al comienzo de la historia, el narrador destaca que el frío extremo no produzca en el hombre ninguna reflexión sobre su propia mortalidad. Aún más, el hombre no se da cuenta de que encender un fuego debajo de un árbol de abeto puede ser peligroso. En todas sus acciones, el hombre solo activa su pensamiento intelectual: piensa en la temperatura en términos de grados Fahrenheit, por ejemplo, lo que constituye un indicador científico. Nunca usa el instinto, que podría informarle, sin necesidad de pensar, que ciertas acciones son peligrosas. Por el contrario, el perro comprende instintivamente el peligro del frío que atraviesan sin saber qué es un termómetro. En última instancia, la falta de libre albedrío exonera al hombre de cualquier responsabilidad real por lo que le acontece. Así, el narrador dice del segundo accidente que este sufre que “La culpa era suya o, mejor dicho, había cometido un error”. Mientras la culpa supone plena responsabilidad, un error sugiere un incidente aislado, fuera de control.

El perro

El perro representa el instinto puro, un rasgo necesario para sobrevivir en el duro Yukón. A diferencia del hombre, que requiere los productos de la civilización intelectual (ropa de abrigo, fósforos, mapas, termómetros), el perro simplemente usa sus propias ventajas naturales: el pelaje, un agudo sentido del olfato. Quizás la diferencia más importante sea que el perro tiene una comprensión instintiva del frío. Sabe que las condiciones en las que se encuentran son peligrosas e inadecuadas para viajar y, cuando sus pies se mojan, muerde instintivamente el hielo que se forma entre sus dedos. En oposición a lo que sucede con el hombre, el instinto preserva al perro; este se da cuenta, instintivamente, cuando el hombre está tratando de matarlo. Aunque el perro no puede encender un fuego por sí mismo, ni siquiera cazar tan bien la comida en la naturaleza, su instinto lo mantiene vivo y le permite encontrar el campamento cercano de hombres: "los otros proveedores de alimentos y proveedores de incendios".

El veterano

El hombre recuerda el consejo de un veterano de Arroyo SAlado que le advirtió que no viajara solo en el Yukón si la temperatura era inferior a cincuenta grados bajo cero. El hombre primero se burla de este consejo, al reaccionar con éxito ante su primer incidente, pero luego comprende la sabiduría del anciano: el hombre no es verdaderamente capaz de enfrentar el ambiente duro e indiferente del Yukón.

Los muchachos

El hombre está tratando de encontrarse con "los muchachos" a las seis de la tarde. Presumiblemente, están buscando oro. Aunque nunca aparecen en la historia, los muchachos, como el protagonista, son ejemplos de personajes de clase baja a los que el naturalismo dirigió su atención; solo los hombres sin mucho que perder arriesgarían sus vidas en el duro Yukón.