Río subterráneo

Río subterráneo Guía de Estudio

Publicado en 1979, Río subterráneo es el segundo de los tres libros de cuentos de Inés Arredondo. Este conjunto de relatos presenta temas comunes a toda la cuentística de la autora, como la muerte, la imposibilidad del amor, la infidelidad y el incesto, la soledad, la perversión y la locura, entre varios otros. Comparte, a su vez, con sus otros libros, un uso consciente y preciso de la técnica narrativa del understatement; es decir, del sobreentendido. Esta técnica consiste en la elipsis o la mera sugerencia de elementos narrativos vitales para la comprensión del relato, pero que, al no encontrarse explícitos, suponen un ejercicio activo por parte del lector, quien debe reconstruir lo elipsado a partir de las pistas o huellas que ofrece la trama.

Cabe mencionar la elección, por parte de la autora, del título del libro. Como veremos, el ‘río subterráneo’ alude tanto a lo misterioso y lo oculto, como a aquella zona indescifrable de la mente humana. Simboliza, en ese punto, el espacio prohibido e inaccesible de la psiquis, donde también reside lo perverso, la locura y la muerte. En la medida en que la mayoría de estos cuentos se encuentran narrados en primera persona por personajes que atraviesan situaciones desgarradoras, angustiantes o demenciales, cabe pensar si el título no se presenta como una invitación a la contemplación del abismo psíquico que, como dice el cuento del mismo nombre, “está oculto en todos, en todo, sin que lo sepamos” (55).

Arredondo comparte intereses y temas con otros intelectuales y escritores de su generación, sobre todo con aquellos que, como ella, formaron parte de la Generación de Medio Siglo, también conocidos como la generación de La casa del lago. Este grupo de escritores manifestaba cierto desencanto respecto al nacionalismo imperante del arte mexicano en la década del 50, al tiempo que se encontraban influenciados por la difusión de la filosofía existencialista europea. También compartían varios tópicos de interés, como lo prohibido, el incesto, el erotismo, la locura y el cuerpo, entre otros. A su vez, Arredondo es considerada una de las fundadoras, junto Guadalupe Dueñas y Amparo Dávila, de la nueva narrativa femenina mexicana.

Río subterráneo tuvo una muy buena recepción desde el momento de su publicación, tanto por la crítica como por sus lectores. El mismo año de su aparición, en 1979, obtuvo el Premio Xavier Villaurrutia. Rápidamente, un sinfín de reseñas y publicaciones críticas surgieron en torno a él. Con el paso de los años, además, comenzó a ser releído bajo la luz de los nuevos estudios de género y la crítica literaria feminista, en parte por el modo en que sus cuentos tematizan explícitamente las distintas vivencias y dificultades experimentadas por las mujeres en un mundo regido por valores patriarcales.