Además de ser poeta, Nicanor Parra fue artista plástico. Aquí repasaremos algunas de sus producciones plásticas más famosas que, por sus características, se relacionan estrechamente con su obra poética.
• El Quebrantahuesos: en esta obra, la faceta plástica y poética de Parra están indisolublemente unidas. El Quebrantahuesos consistió en una serie de intervenciones que el autor realizó en 1952 junto a los poetas Enrique Lihn y Alejandro Jodorowsky. Utilizando recortes de diarios (tanto de texto como de imágenes), los autores formaron poemas que pegaron en diferentes muros en Santiago de Chile. He aquí algunas de las frases formadas con dichos recortes: “Una anciana de setenta y tres años atropelló a un carabinero en Temuco”, “Caballero muerto que no se sabe muerto”. Además, esta obra tiene una profunda relación con poemas del autor como “Noticiario 1957” o “Los vicios del mundo moderno”. Tanto en su poética como en su obra plástica, Parra construye un mundo fragmentado y sin sentido.
• Voy y vuelvo: esta es una de las obras plásticas más famosas de Parra. Consiste en un crucifijo en el que Cristo no está. Encima del crucifijo se lee la frase: “Voy y vuelvo”, como si Cristo hubiera ido al baño. Así como en su poesía, a través de su obra plástica el autor apunta a quitarle solemnidad y divinidad a lo religioso, para acercarlo a los seres humanos comunes y corrientes. Esta obra tiene una relación profunda con poemas del autor, como “Supongamos que es un hombre perfecto”, en el que la pregunta fundamental es dónde quedó el cepillo de dientes de Jesucristo tras su resurrección.
• El pago de Chile: esta instalación generó una gran polémica en el país trasandino. Consiste en la imagen de todos los presidentes chilenos colgados de sogas como si hubieran sido ahorcados. Tal como lo hace en su poesía, Parra no ejerce salvedad alguna a la hora de criticar. En su obra, cuelga tanto a Salvador Allende, presidente de izquierda, como a Augusto Pinochet, dictador de derecha. Esta crítica tanto a la izquierda como a la derecha puede verse en poemas como “Declaración de principios” o “Tiempos modernos”.
• ¿Y tú me lo preguntas?: este es un simple gráfico que se ha convertido en un clásico de la obra plástica de Parra. Consiste en el dibujo de un corazón personificado que tiene un paraguas en la mano. En la parte posterior está escrita la pregunta “¿Y tú me lo preguntas?”; en la parte inferior, la respuesta: “Antipoesía eres tú”. Los trazos son sumamente simples, casi infantiles. La irreverencia, la simpleza y el desafío hacia al lector que definen a la poesía del antipoeta también están en su obra plástica.
Por todo esto, es sumamente útil pensar a la obra de Parra, tanto poética como plástica, como un todo; un modo particular de percibir el mundo y plasmarlo artísticamente: el mundo de Nicanor Parra.
