La nivola
El término “nivola” es usado por primera vez en el prólogo que Víctor Goti le hace a Niebla al decir “Aparte de que este señor [Unamuno] saca a relucir en este libro, sea novela o nivola –y conste que esto de la nivola es invención mía–”[21] y después, el mismo prologuista, afirma que Niebla pertenece a esa forma cuando dice “Yo no puedo prever ni la acogida que esta nivola obtendrá de parte del público que lee a don Miguel…”.[22] A partir de esto, la crítica emplea ese término para referirse a esta obra.
Después, en el desarrollo de la historia, Goti especifica los cambios de novela a nivola cuando describe las características de esta:
Mis personajes se irán haciendo según obren y hablen, sobre todo según hablen; su carácter se irá formando poco a poco. Y a las veces su carácter será el de no tenerlo […] lo que hay es diálogo; sobre todo diálogo. La cosa es que los personajes hablen, que hablen mucho, aunque no digan nada […] Aunque, por supuesto, todo lo que digan mis personajes, lo digo yo Unamuno