La vida de Lazarillo de Tormes

Autoría

Históricamente se han postulado varios autores para el Lazarillo de Tormes. En 1605 el fraile José de Sigüenza de la Orden de San Jerónimo atribuyó la autoría de esta obra al también jerónimo fray Juan de Ortega:[3]​

Dicen que siendo estudiante en Salamanca, mancebo, como tenía un ingenio tan galán y fresco, hizo aquel librillo que anda por ahí, llamado Lazarillo de Tormes, mostrando en un sujeto tan humilde la propiedad de la lengua castellana y el decoro de las personas que introduce con tan singular artificio y donaire, que merece ser leído de los que tienen buen gusto. El indicio desto fue haberle hallado el borrador en la celda, de su propia mano escrito. F. José de Sigüenza, Historia de la Orden de San Jerónimo

Por la época en que se publicó Lazarillo, Juan de Ortega era General de los Jerónimos, lo cual explicaría que el libro apareciese sin autor. La autoría de fray Juan de Ortega y la necesaria discreción del anonimato por su condición de General de la Orden fue defendida con firmeza por Marcel Bataillon[4]​ con cuyos argumentos ha coincidido el periodista José Delfín Val.[5]​

En 1607, en el catálogo de escritores españoles Catalogus Clarorum Hispaniae scriptorum, que fue redactado por el flamenco Valerio Andrés Taxandro, se dice que Diego Hurtado de Mendoza «compuso [...] el libro de entretenimiento llamado Lazarillo de Tormes».[6]​ Otros autores del siglo XVII, así como el Diccionario de Autoridades de la Real Academia Española (1726-1739), mencionan esta atribución, que alcanzó cierta fortuna, sobre todo en el XIX. En marzo de 2010 apareció en prensa que la paleógrafa Mercedes Agulló descubrió en unos papeles de Diego Hurtado de Mendoza la frase «Un legajo de correcciones hechas para la impresión de Lazarillo y Propaladia», lo cual le llevó a escribir un libro postulando «una hipótesis seria sobre la autoría del Lazarillo, que fortalecida por otros hechos y circunstancias apunta sólidamente en la dirección de don Diego».[7]​

A finales del XIX un artículo del hispanista Alfred Morel-Fatio,[8]​ cuya propuesta fue desarrollada después por Manuel J. Asensio,[9]​ relaciona al autor de Lazarillo con el círculo erasmista de los hermanos Valdés. Siguiendo esta hipótesis se ha atribuido la obra a Juan de Valdés o a su hermano Alfonso. Esta última atribución cobró fuerza en 2002 debido a las investigaciones de la profesora Rosa Navarro Durán,[10]​ que se basa sobre todo en el cotejo de la obra con los diálogos conocidos de Alfonso de Valdés, el Diálogo de Mercurio y Carón y el Diálogo de las cosas acaecidas en Roma.

La atribución de la autoría a Juan de Valdés la defiende el investigador toledano Mariano Calvo López, para quien la obra habría sido publicada 25 años después de ser escrita, pues Juan de Valdés fue perseguido por la Inquisición y tuvo que exiliarse en Italia, perdiéndose la identidad del manuscrito que se imprimió en Alcalá de Henares, en la imprenta de Miguel de Eguía.[11]​ Calvo basa su argumentación en el estudio de los escenarios toledanos que aparecen en la novela y concluye que el autor era una persona que conocía bien Toledo, pero que no era oriunda de la ciudad. Según él, la obra fue escrita por Juan de Valdés en el hoy denominado Palacio de Munárriz, entre agosto de 1525 y febrero de 1526.[12]​ Esta hipótesis ha sido defendida también por José María Martínez en un artículo que apoya esa propuesta en argumentos lingüísticos, ideológicos y propiamente literarios[13]​ y en otro que explica esa autoría y también el título del libro a partir de las lecturas que Juan de Valdés comenta en su obra Diálogo de la lengua.[14]​

La candidatura de Sebastián de Horozco —que postuló en el siglo XIX José María Asensio y Toledo, editor de su Cancionero—[15]​ fue defendida en 1914 por Julio Cejador y Frauca en su edición del Lazarillo,[16]​ apoyándose en un pasaje de la obra de este autor en que aparece un mozo de ciego llamado Lazarillo. Más adelante fue retomada y defendida por Francisco Márquez Villanueva,[17]​ quien encuentra importantes semejanzas de temas, ideas y vocabulario y llega a afirmar que «apenas si hay en el Lazarillo un tema literario, un tópico, un pensamiento, un recurso expresivo que no pueda encontrarse también en Horozco».

También han sido propuestos como autores del Lazarillo el dramaturgo Lope de Rueda (por Fonger de Haan en 1903, alegando que fue, como el protagonista de la novela, pregonero en Toledo en 1538, aunque esta hipótesis ha sido rechazada posteriormente),[18]​ Pedro de Rúa,[19]​ Hernán Núñez, el Comendador Griego[20]​ y, más recientemente, Francisco Cervantes de Salazar, defendida por José Luis Madrigal,[21]​[22]​ si bien este investigador abandonó esa hipótesis para pasar en 2008 a defender la autoría de Juan Arce de Otálora, autor de los Coloquios de Palatino y Pinciano.[23]​ Por su uso exhaustivo del recurso a la autobiografía ficticia, entre otras razones, Clark Colahan y Alfred Rodríguez pensaron que el Lazarillo fue escrito por el humanista conquense Juan Maldonado.[24]​ Otras atribuciones han recaído en Alejo Venegas,[15]​ Bartolomé Torres Naharro (postulado por Alberto M. Forcadas), Gonzalo Pérez, secretario real de Carlos I (por Dalai Brenes Carrillo), Francisco de Enzinas (según Alfredo Rodríguez López-Vázquez y Roland Labarre),[25]​ Fernando de Rojas, el autor de La Celestina, cuya autoría fue defendida por Howard Mancing,[26]​ o el célebre humanista español Juan Luis Vives, propuesta hecha pública por Francisco Calero en 2006.[27]​

En 2022 se ha propuesto a Juan Bernal Díaz de Luco, obispo de Calahorra, como autor de la novela. Esta hipótesis se basa en el cotejo de la biografía y los intereses de Díaz de Luco con los estudios críticos sobre la obra.[28]​


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